Abril
"Creo que voy a vomitar".
Miro a Build que se agarra a la barandilla y se inclina luciendo positivamente verde.
"Aguanta" le digo. "Si sigues bajando así, solo lo empeorarás. Quédate en cubierta conmigo".
"Pero hace frío y está húmedo aquí arriba... Y abajo es cálido y seco".
Es el primer viaje en velero del año, lo que significa que estamos a finales de abril y las aguas que rodean el estrecho de Öresund están agitadas gracias a los vientos.
Nos alejamos de la ciudad y nos dirigimos hacia el mar Báltico, donde vamos a fondear para pasar la noche.
Por supuesto me sigue de cerca una lancha a motor que lleva a mis asistentes reales y también tengo a mi conductor Johan a bordo con nosotros, por si acaso.
A Johan le encanta navegar, así que no le importa ponerse al timón de vez en cuando. Ahora mismo está abajo con Clara y Freja, que están jugando con sus iPads. También están acostumbradas a navegar.
Pero para Build es su primera vez en un velero y no creo que lo esté llevando muy bien. Me alegro de que esté aquí, incluso si eso significa que no tendremos privacidad durante las próximas veinticuatro horas. Hemos adquirido el hábito de pasar al menos la mitad de la noche en la cama del otro incluso si eso significa que tenemos que hacer una caminata secreta de la vergüenza a las cuatro de la mañana de regreso a nuestra propia habitación.
Realmente desearía que no fuera así. Parece que no le importa andar a escondidas, pero a mí me molesta como ninguna otra cosa. No quiero tener que esconderlo. Estoy orgulloso de el. Quiero que el mundo vea lo que veo en el, lo que todos los demás ven en el. Es encantador, genuino, amable e inteligente, sin filtros y compasivo, en parte nerd de los libros, en parte dios y toda mío. El es un tonto con ojos grandes y un gran corazón y cada mañana me levanto preguntándome cómo puedo hacerlo feliz, una y otra vez.
Basta con decir que estoy fallando en este momento.
"Ven aquí" le digo extendiendo mi brazo.
"Puede que te haga un favor", dice.
"No sé lo que significa "hacer un favor", y por lo tanto, no me importa. Ahora, ven aquí. Es una orden real".
Eso logra sacarle una débil sonrisa. Tomaré lo que pueda conseguir.
"Recuerda cuando dijiste que nunca abusarías de tu poder". El desenvuelve sus manos de la barandilla y tropieza hacia mí, apoyándose en las cuerdas y los cabrestantes hasta que está al volante.
Lo rodeo con mis brazos, abrazándolo por detrás. "Pon tus manos en el volante"
El lo hace y yo pongo mis manos sobre las suyas.
Es la vez que más intimidad hemos tenido en público.
Para Johan, las chicas de abajo o los asistentes reales del otro barco, parece que le estoy dando una lección de navegación.
No saben que estoy besando su cabeza, con el rocío salado en mis labios.
No saben que estoy presionando una erección contra las curvas de su trasero.
No saben que le estoy susurrando al oído.
"Jeg elsker dig".
Te amo.
Aunque no puedo ver su rostro, puedo sentir su sonrisa. Engancha su pulgar en el costado de mi mano y aprieta.
"Jeg elsker dig" susurra en respuesta, pero apenas lo escucho, sus palabras atrapadas por el viento.
