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Esa mañana muy temprano comenzó a alistarse, atando los cordones de sus botas, su camisa blanca suficientemente ancha fue apresada por una cinturilla qué podría considerarse un corset para hombres, además le ayudaba a corregir su postura encorvada en el taller, buscó su capa y como ya casi costumbre guardó un pequeño puñal de metal, más como amuleto por tantas creencias de un pueblo chico.

Se miró en el espejo de su habitación arreglando su cabello que ya caía en mechones por su rostro, estaba creciendo mucho, y antes de abrir su cajón secreto se aseguró de trabar la puerta, de allí sacó un frasco pequeño que tenía una especie de tinta rojiza que repasó en sus labios de forma rápida, puso un poco en sus pálidas mejillas y la escondió de vuelta nervioso.

Iba a tomar el material que dejó listo la noche anterior pero entonces escuchó la voz afligida de su madre en la planta baja, fue de inmediato encontró a la familia Park igual de angustiados.

_— ¡Yoongi! Jimin desapareció, nuestro hijo no está en ningún lado _— dijo la mujer casi llorando llevándose la impresión del castaño_—







_— ¡Yoongi! Jimin desapareció, nuestro hijo no está en ningún lado _— dijo la mujer casi llorando llevándose la impresión del castaño_—

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Pasaron toda la tarde hasta el ocaso buscando al pequeño joven, sin hallar rastro, incluso en los senderos y en el primer camino, se puso de cabeza al pueblo y se avanzó hasta otros cercanos sin encontrarlo. Yoongi estaba desesperado, mientras se lamentaba al saber que no hubo rastro en el pueblo vecino, de pronto su mirada fue al segundo camino, todas las personas parecieron ignorar el hecho de que existía ese lugar, el bosque allí era tan espeso que casi lo hacía un laberinto sin salida, oscuro como siempre y con la niebla de un frío inaudito solo sucediendo allí.

Para cuando cayó la noche la búsqueda se detuvo, algunas suposiciones tontas comenzaron a escucharse y todos se encerraron temiendo lo peor. Pero Yoongi no lo hizo, después de que su madre estuviera dormida, salió de casa con su capa con capucha, un puñal y un caballo, avanzó hacia el segundo camino justo al final del pueblo.

Exhalo fuerte antes de decirse a si mismo:_— Esta bien... no hay nada allá, solo son historias creados por borrachos_— subió a la montura del caballo y lo obligó al galope_—

The Castle [KOOKGI] Especial Halloween Donde viven las historias. Descúbrelo ahora