Born To Be a Bottom (Yeongyu)

Prólogo

 Beomgyu

-¿Estás segura? —le pregunto a Winter, estudiando su rostro y sabiendo que está mintiendo. Ni siquiera es la una de la mañana, y había sido justo a medianoche cuando Karina me había enviado su mensaje de cumpleaños. Quería ser la primera persona en decírmelo, y lo fue. Es una gran novia en ese sentido, siempre haciendo cosas bonitas como esa—. Vi su auto abajo —Además, ella me dijo que estaba en casa no hacía ni una hora.

—Beomgyu —se encoge de hombros, claramente incómoda.

Pero ¿por qué?

—Winter, ¿qué pasa? —Pero ya siento que el miedo empieza a recorrer mi pecho. No quiero creer que mi novia me está engañando, pero no se me ocurre ninguna otra razón por la que Winter no quiera dejarme entrar. Vengo aquí todo el tiempo.

En mi casa viven otros tres chicos, así que solemos pasar el rato aquí cuando queremos estar juntos.

—Lo siento —Y realmente parece sentirlo.

Considero simplemente irme porque estoy bastante seguro de que sé lo que me voy a encontrar si entro ahí, pero no lo hago. Necesito una confirmación.

Karina y yo hemos estado juntos por algo menos de cuatro meses. Es el tiempo más largo que he salido con una chica.

Técnicamente es mi primera novia. Salí con algunas chicas en la secundaria, pero nunca con alguien exclusivamente. No conectaba lo suficiente con ninguna. No hasta que conocí a Karina. Ella es genial y divertida, alguien tan fácil de querer.

Quería estar cerca de ella para algo más que sexo, y eso nunca me había pasado antes.

—¿Puedo entrar? Por favor —La miró fijamente, observando su rostro pasar por unas veinte emociones diferentes antes de que finalmente, con un gran suspiro, se haga a un lado y me deje entrar. Inmediatamente me dirijo hacia la habitación de Karina y, cuando estoy cerca, me detengo.

Así que, sí. Mi novia me está engañando. En mi puto cumpleaños. Pero quiero decir, mierda. ¿Si como carajos-se llame puede hacerla gemir así? Tal vez lo entiendo un poco.

Ninguno de nosotros suena así cuando tenemos sexo.

Por un segundo, me pregunto si tal vez ella está allí sola con un juguete o algo así, porque no hay manera de que un chico pueda hacer que alguien suene tan detestablemente ruidoso, ¿verdad? Pero, no.

Desafortunadamente escucho la voz de un chico. Ambos suenan como si estuvieran audicionando para una película porno y estuvieran a punto de ser rechazados por ser demasiado exagerados. Lo siento, chicos. Nunca hemos dicho esto antes, pero simplemente son demasiado ruidosos para el porno.

Debería haberme quedado en casa y pasar el rato con Taehyun. Esta semana jodidamente apestó, y venir aquí sólo ha empeorado las cosas. Esto es casi tan malo como perder mi posición de titular frente a Hyunjin Martin.

Sólo entonces, Karina gime el nombre de Hyunjin, y de repente, es igual de malo. Probablemente peor, si soy honesto.

Realmente no soy muy llorón, así que no me sorprende que no esté al borde de las lágrimas, pero es un poco extraño que me encuentre riendo. Ni siquiera es que esto sea gracioso.

No lo es. La verdad es que no. Pero aun así, tengo que taparme la boca, sin querer que me escuchen.

Pero dudo que puedan hacerlo con lo mucho que están casi gritando. Y ese pensamiento solo me hace reír más duro, así que me doy la vuelta para alejarme.

—Lo siento, Beomgyu —me dice Winter de nuevo en cuanto llego al salón.

—Mierda, Winter. Soy yo quien lo siente. Probablemente me mudaría si tuviera que escuchar a alguno de mis compañeros de piso haciendo... eso.

Mi rostro empieza a calentarse cuando se me ocurre que esto es algo embarazoso. Me están engañando. En mi cumpleaños.

Es como si el dolor me alcanzara, comenzara a pincharme en el estómago. ¿Por qué?

—¿Quién es? —Sé quién es, pero quiero que me lo confirme. Duda en responder, frunce los labios y no dice nada en absoluto, pero debo de ser masoquista porque vuelvo a preguntar—. Es Hyunjin Martin, ¿verdad?

Mantiene los labios sellados, pero asiente con el más pequeño de los movimientos. Dudo que lo hubiera visto si no la hubiera estado observando tan de cerca.

El puto Hyunjin Martin.

—Oye, ¿puedes hacerme un favor?

—Claro —Suena tan solemne. Como si estuviera triste por mí, compadeciéndome.

No quiero que un montón de personas me miren o me hablen así. O peor, se rían de mí. Las personas dirán que debería darle una patada en el culo, y es sólo que no quiero.

Aunque pensara que podría—y tal vez podría—no soporto cosas así. Las expectativas. Hay demasiada presión sobre los chicos para que sean duros, para que no acepten una mierda.

Lo odio.

—Por favor, no le digas que estuve aquí. No me viste. Sólo, no digas eso porque entonces probablemente sospecharía que estuve aquí. Solo no digas nada, ¿está bien? —Tomo aire para dejar de divagar—. Prométemelo.

—Te lo prometo. No diré ni una palabra.

No tengo más remedio que creerle. Con suerte, ella se siente lo suficientemente mal por mí como para cumplir su palabra, porque lo único peor que perder tanto mi posición de titular como a mi novia por el puto Hyunjin Martin, sería que todos supieran que perdí ambas cosas por el puto Hyunjin Martin.

Ya me siento como un perdedor. No sólo se está follando a mi novia, sino que la está haciendo gemir más fuerte de lo que yo nunca podría. De ninguna puta manera voy a dejar que eso sea de conocimiento público. Me moriría. Sólo le enviaré un mensaje de texto dejándola, y eso será todo.

Realmente me gustaba, sin embargo. Era divertido estar con ella y salir. Sé que debería estar celoso, triste o incluso enojado por perder a mi novia, pero sobre todo siento que estoy perdiendo a una gran amiga, y eso jodidamente apesta.

Quizá debería estar feliz de no estar más enojado por haber perdido a mi primera novia, pero sobre todo me jode no estar tan sorprendido. Esa es la parte molesta. Soy Beomgyu Walker. Este tipo de cosas simplemente me pasan.

Pero ¿por qué? ¿Qué mierda está mal conmigo?

Pienso en la forma en que ella estaba gimiendo hace un momento, y empieza a tener un poco más de sentido. El sexo es... bueno, lo tengo, eso seguro. Me gusta lo suficiente. Sólo que no me vuelvo loco por ello como parecen hacerlo otros chicos. No soy apasionado. Nunca he sentido un deseo profundo hasta los huesos de simplemente estar con alguien.

Y soy un poco perezoso, honestamente. No soy tan dadivoso y las chicas me lo han dicho. Incluso me han llamado aburrido antes.

Soy al que han engañado, así que sé que no tengo por qué avergonzarme, pero eso no impide que se me haga un nudo en el estómago mientras vuelvo a mi auto.