Capitulo 24

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Poche

Realmente me sorprende todo lo que eh vuelto a conectar con Camila, sin duda alguna es una muy buena amiga. La primera semana que ella se integró a la oficina parecíamos unas completas desconocidas ya que nos mirábamos y yo especialmente me pasaba de largo porque literalmente me ponía nerviosa y no entiendo cual era la causa. La segunda semana ella entro a mi oficina para que supuestamente aprendiera un poco de mi trabajo y le enseñe lo más esencial, me sorprendió que en esa semana aprendió mucho, también contando que nos quedábamos asta tarde, tanto para enseñarle, como para ver unos importantes contratos

Una cosa que me propuso para ponernos al corriente de lo que a sucedido en nuestra vida después de separarnos, fue que ella me iba a invitar a desayunar y pues acepte, no le vi nada de malo pero algo que si se me hizo extraño fue que van a ser demasiado temprano, pero en fin no importa

Algo que pude notar fue que me distancie de mi amor y me siento mal con ese aspecto, ya que su mirada cambio como a una más apagada y no eh visto ese peculiar brillo que desprenden sus hermosos ojitos. Y para solucionarlo decidí dejar unos girasoles sobre la isla está mañana con una tarjeta donde le deseaba un excelente día y avisándole que pasaré por ella a las 8:00 de la noche para llevarla a cenar

Al dejar ya todo en orden me salí del apartamento para irme a desayunar con Camila

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Estacione el auto fuera de su apartamento y cuando entre le dije al portero que le anunciara mi llegada, el gustoso lo hizo y casi que al instante me dijo que podía pasar. Llegue al piso 7 y toque la puerta 30, al abrirce está me recibió Camila en pijama el cual constaba de un short muy chiquito y una blusa muy pegada

—Lamento que me encuentres en estás fachas esque estaba terminando de preparar el desayuno

—Oh lo comprendo, no te preocupes Cami

—Pero ven pasa —entre y el diseño del interior es muy lindo como elegantioso, de color blanco y también teniendo así unos preciosos ventanales donde se ve el maravilloso amanecer, y en la esquina un sofá en forma de L color gris y enfrente una pequeña mesa de madera con un garrón de flores, las cuales son unos claveles rosas, enfrente de este una pantalla de 70 pulgadas pegada sobre la pared con una repisa que la acompañan unos libros y la play 5

—Es muy lindo el diseño, si que tienes buenos gustos —me gire para verla y quedamos muy cerca por lo que retrocedí un paso atrás

—Si, lo mandé a decorar con una diseñadora de Italia que es muy buena amiga —me sonrió alegremente

—Necesito su contacto para cuando compre mi casa

—Con gusto te lo mando

—Gracias

—¿Te importa si me desaparezco unos minutos para arreglarme un poco?

—Tomate tu tiempo —asintió y se fue a lo que supongo es su habitación

Cuando salió nos pusimos a desayunar y a ponernos al tanto de nuestras vidas. Podré decir que fue un desayuno muy agradable, lleno de recuerdos cuando éramos novias. Creo que para mí el cariño especial que le tengo no es porque aún me guste o siga sintiendo algo por ella sino simplemente es ese aprecio de una amistad, que quiero que esté presente en mi vida y me acompañe en mi mejores y peores momentos y obviamente de igual manera yo estar para ella

—Creo que ya es algo tarde, me tengo que ir para la oficina, ¿Gustas que te lleve? —la mire expectante

—No gracias, hoy llegaré un poco más tarde

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