Capitulo 2

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Me desperté aquel día siguiente, tenía los ojos rojos de tanto llorar, no decidí darle más importancia, decidí cambiar de tema para ver mi teléfono, ya ayer había desbloqueado a Charles, a lo que le escribí para juntarnos hoy.

No se tardó mucho en responder a lo que nos organizamos y decidimos ir al mall de Cumberland a las dos y media, aproveche ese momento para meterme a bañar y arreglarme.

Ya para el momento estaba saliendo hacia allá, el camino no era del todo largo, solo diez minutos en bus y me encontraba delante del lugar, ahora que lo pienso, no decidimos algún lugar concreto en el que nos íbamos a juntar, por lo que decidí ver cómo había cambiado el lugar.

Algunas tiendas siguen siendo iguales ya que eran emblemáticas, tales como el "Forever 21" o el "Dillard's", aun recuerdo que papá se compraba ropa ahi, pasando de tema, seguí caminando por aquel mall, que daba lugar a gran parte de mi niñez y mi adolescencia, a lo que encontré una tienda que le tenía un amor odio, esta era "GameStop", aun sigo comprando juegos aqui, pero este en especifico me trae malos recuerdos, recuerdos los cuales se fueron torciendo poco a poco.

Decidí entrar nuevamente, aun seguía teniendo guardada en mi billetera la tarjeta de cliente, a lo que empecé a revisar los juegos en venta, había de todo, principalmente de play, con lo que decidí ver las ofertas que tenían, no había muchas como otras veces pero si que me interesan, con lo que agarre la oferta me compre los dos videojuegos que quería y me dirigí a pagar.

— Serían cuarenta y tres dólares con noventa y nueve centavos – Dijo el encargado a lo que saque mi tarjeta y pague, mientras cargaba la transacción me llego un mensaje de instagram de Miller, con lo que lo revise.

@Miller_winDD

Llegué, estoy frente a la tienda de Zara.

Voy para allá.

Si puedes consiguete alguna mesa en el P.F. Changs y nos juntamos allí.

Oka.

Apague mi teléfono, agarre mis cosas y salí de aquella tienda, camine un rato hasta llegar a el lugar acordado, a lo que me siento en una de las mesas afuera del local.

Segundos después llegó mi amigo, venía vestido como acostumbraba hacer, pero con otras denominaciones de colores, traia una polera de color blanco y camisa de color rojo con cuadros oscuros, acompañados de unos jeans grises.

— Llegue, lo siento por llegar un poco tarde, el tránsito estaba parado por un choque – Me levante a abrazarlo – No tranquilo, si igual aproveche de comprar algunas cosas – Le respondí, ante eso me devolvió con una sonrisa, para después sentarse delante mio.

— Bueno tu me dijiste que querías ver cómo la gente cambió, así que te traje a este lugar – Lo mire con cara extrañada por lo antes dicho, recuerdo lo del trato, pero a que se refiere y porque este lugar – Espera un poco, Camí aquí – Ante eso recordé que este lugar es también el uno de los locales que el padre de Camíra Mcfarland, una de mis amigas que deje atrás.

— Qué pasó cabeza de tierra... – Dijo la azabache, la cual ahora tenía uno de sus mechones teñidos de un rubio claro, está al verme salió corriendo y me dio el abrazo más fuerte que habre recibido, acompañado de un montón de perdón recopilados uno detrás del otro – Pero si tu no hiciste nada malo – Le dije a lo que me miro con cara atónita – Si lo hice, me enoje cuando dijiste que te ibas a ir del estado y luego cuando paso bueno eso, no te conteste ni te pude ayudar, soy pesima amiga – Dijo a lo que la abraze devuelta.

— Tampoco fue tu culpa, yo fui el que lo dijo de repente, sin dar ninguna excusa de porque, además yo me metí en mi propio lío con el – Ella me dio una mirada apenada mientras le salian algunas lagrimas – Y no es muy bueno que llores o si no se te va a salir el maquillaje – Conocía como odiaba el que se le saliera el maquillaje al soltar lágrimas – Imbécil, eso no importa – Respondió a la vez que le salía una sonrisa.

Deseo derivado a traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora