Deseo derivado a traición

Capitulo 3

Me desperté nuevamente, no tenía ninguna ganas de hacer algo, pero tenía planes con mis amigos por lo que lo decidí levantarme, si digo la verdad vine acá en contra de mi voluntad ya que mi hermana tenía que dar unas pruebas y no podía venir sola y mi madre tenía que dirigir la tienda, así que no me quedó más remedio que acompañarla.

Aunque ahora tengo que dirigirme hacia el lugar acordado, la ubicación era frente al museo de música trap, con solo eso tenia una pinta de saber a dónde íbamos, el día no estaba para nada soleado, sino más bien entre algo lluvioso y nublado, cosa que no ayudaba a mis animos.

Las pocas gotas de agua chocaban con el suelo, tenía un mal presentimiento sobre hoy, pero quería ir igual, me encontré a los dos en la vereda, sentados en unas bancas de piedra.

— Hola y que vamos a hacer hoy – Les pregunte, a lo que se miraron y sonrieron – Pues bueno teníamos la idea de irte a comprar ropa para hoy en la noche – Los mire con cara extraña, porque quería que comprara prendas si traje las mio propio – Pero, ¿para que? – Ellos se miraron con cara dudosa – No lo sabes, hoy es la fiesta de anuario y ya que estas aqui tenia la idea de que vinieras con nosotros, como en los viejos tiempos – Me dijeron, cosa que me hizo dudar, hay ciertas caras que no quisiera ver, pero el dijo que todo había cambiado, podrían ellos también, solo espero que si.

Sin esperar un rato más me dirigieron a el mall más cercano, el cual como sospechaba iba a ser el Goodswild, como siempre era larguísimo y traía de todo tipo de tiendas de ropa, desde ofertas de menos de un dólar a cosas de Luis Vuiton y Gucci, en ese momento cada uno se dividió a buscar algo el qué ponerse.

No tenía mucha idea con el que llevar, ya que no tenía un estigma de colores predeterminados, debí haber seguido el consejo de mi hermana y haberme hecho el test para verificar cuales colores me quedan mejor, mejor me dejo de nublar por cosas y elijo rápido, por descarte me lleve un jeans negro, una polera café oscura y una chaqueta de cuadros con los dos colores seleccionados, además aproveché de agarrar algunas cosas de regalo a mis amigos en Lakewood.

— Veo que vas a comprar arto – Me di la vuelta y vi a Miller, traía en su mano un jeans blanco y una chaqueta de color azul – Si, quiero llevar regalos para cuando esté devuelta allá – El solo dio una seña dando a entender el si con la cabeza, parecía triste – Oye sé que ya lo dije pero te pido perdón de nuevo, ese día debí haberte protegido y no lo hice – Le di una mirada tranquila – si no me pasó nada viste estoy recuperado – le respondí – Pero eso evita que te pudiera haber pasado algo, que tal si te rompían un hueso o si te llegaban a ma... – No lo deje terminar cuando le tape la boca – Tranquilo, no había mucho que pudieras hacer, no estabas ni siquiera en el lugar, además yo fui la persona que decidí dar el riesgo – Él me devolvió la afirmación con una sonrisa media tristona.

— Van a apurarse, llevan un buen rato sentados ahí – Dijo cierta amiga mía mientras se aproximaba hacia mi – Tranquila, igual nos quedan cuatro horas para que empiece, además yo creo que primero debemos mostrarle la sorpresa – Los miré de forma dudosa, que podría ser la sorpresa y porque me tenían una sorpresa – Se que tienes muchas dudas pero primero vamos a pagar – Dijo mi amiga para después pararse y estrecharnos la mano a los dos, nos levantamos todos y nos dirigimos a pagar, en donde estuvimos un rato ya que cuando iba a pagar mis amigos insistieron en no dejarme si no, que ellos pagaran, eso terminó en una guerra de "tranquilo yo pago, la cual duró mínimo diez minutos antes que nos obligarán a pagar porque estábamos haciendo mucha fila.

— No entiendo porque tanto escandalo de parte de ellos, si ni siquiera era tanta fila para obligarnos a pagar, solo unas quince personas, exagerados – Le devolví la vista mientras sacaba de mi bolsillo la llaves de mi auto – Pero es que tengo razón, o no – Los dos soltamos una pequeña carcajada, la cual fue acompañada después por ella.