Paula Cracker

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¡ ¡ Capitulo un poco potente ! !

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El camino había sido largo y agotador, sobre todo si tu compañero de al lado no cerraba la boquita. Stuart se la pasó hablando de Paula y de todos los poemas que había escrito para ella durante todo el trayecto. Era agradable cuando hablaban de música, pero en cuanto empezaba a hablar de Paula Cracker la conversación se hacía aburrida y pesada para Murdoc.

¿Que tan genial tenía que ser esa tía como para que esté chico no cierre el maldito hocico?.

- Oye, cambiemos un poco el tema - dijo Murdoc, sacando un cigarro para dar una calada de él.

El humo del cigarrillo le llegó a la nariz del peliazul, quien no pudo evitar toser y taparse la nariz.

- Cof, cof - tosió Stuart repetidamente, mientras agitaba la mano intentando despejar el humo del cigarrillo.

- Uh... lo siento, no sabía que te molesta el humo del cigarro - dijo apresurando, apagó el cigarrillo.

- N-no... cof! No te preocupes... - dijo aún tosiendo.

Stuart logró calmar su tos. Murdoc le ofreció un poco de agua y agradecido Stuart lo aceptó con una dulce sonrisa para después tomar un trago de agua.

- ¡Muchas gracias! - dijo ya mejor, soltó un suspiro y se relajó en su asiento. - ¡ah! Por cierto, me llamo Stuart Pot - dijo con una amable sonrisa.

- ... Murdoc Niccals - dijo mirando hacia otro lado con cierto desinterés.

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Finalmente llegaron a la estación, los pasajeros salieron del tren y Stuart fue el más entusiasmado, salió dando brinquitos con sus maletas en manos y con el rostro lleno de felicidad, la cual se apagó al salir del tren.

- Pau-... !! - ni siquiera pudo terminar, miro a su alrededor, de un lado a otro pero no había nada... La radiante sonrisa de Stuart se apagó en un instante.

- Y ... entonces ... ¿en dónde está esa bella mujer de la que tanto me contaste? - dijo Murdoc con un ligero tono burlesco.

- Ah... ella.. - Stuart sacó su celular. Nada, no había ni una sola respuesta, ni una sola llamada, ni siquiera algo que le diera una respuesta de Paula.

- ¿Qué sucede, tu chica te abandonó? - dijo Murdoc, con un ligero tono de burla mientras miraba a Stuart de reojo.

- ..no...- susurro, las lágrimas se formaban y un nudo le hacía picar la garganta como si se la estuvieran desgarrando.

Murdoc noto la voz quebrándose de Stuart, no fue su intención hacerlo sentir peor pero ... es que él es tan...

- Oy...

Ni siquiera pudo terminar cuando una voz femenina alzó la voz, llamando la atención del peliazul.

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