Un Reto

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Decir que con Jungkook se sentía bien era demasiado poco. Hablar con él o tan solo compartir un silencio era relajante y liberador, pero luego le miraba a los ojos y se sentía abrumado en una linda forma. Cada día aparecía una cosa nueva que adorar sobre ese chico tan dulce.

Era curioso, desde aquella noche en el club donde la tensión sexual se podía cortar con un cuchillo entre ellos sobre una mesa de escritorio, no había vuelto a conocer al Jungkook atrevido y sugerente, quizá porque no había vuelto al club o porque las pequeñas citas que han tenido han sido en lugares públicos y no involucraban más que charlas íntimas y besos dulces.

Extrañaba un poco ese demonio que se presentaba sobre el escenario, pero no demasiado, porque el chico dulce que se reía mostrando todos sus dientes hacía que su corazón bombeara con fuerza bajo su pecho. Era fascinante.

A Namjoon no le fascinaban muchas personas.

Por eso su hermano mayor siempre decía "Tan exigente, te vas a quedar solo" o "Tan frío, tienes hasta el libido congelado" Y aunque la mayoría de esas conversaciones terminasen con él y su novio burlándose y Namjoon con la cara larga, Namjoon sabía que SeokJin genuinamente se preocupaba de que no tuviera a nadie más que él para compartir su vida, aún cuando el menor le aseguraba que él estaba perfectamente bien y no necesitaba de nadie para sentirse realizado y feliz.

Aunque no estaba muy seguro de eso una vez que conoció a Jungkook.

—Es tan hermoso

Comentó el pelinegro sin levantar la vista del atardecer que se ponía sobre el Río Han, desde el lugar favorito de Namjoon.

Pronto Jungkook tendría que ir a My Time y Namjoon regresaría a la oficina para completar informes, pero decidieron encontrarse un rato como quienes se escapan de su agenda a escondidas, se habían visto el día anterior y esas últimas dos semanas no pasaban demasiado tiempo sin verse, les era imposible.

—¿En que piensas, Joon? —Preguntó el menor al no recibir respuesta del rubio y aferrándose un poco al brazo de Namjoon en el cual se apoyaba con suavidad

—En ti

Jungkook alzó la vista un poco sorprendido y al darse cuenta que en Namjoon no había ápice de broma, sonrió con timidez.

—¿Que piensas sobre mí? —Cuestionó entusiasmado, reacomodanse para darle la cara pero sin soltar su mano. Namjoon río por el repentino interés.

—Hay demasiados testigos —Se excuso el rubio acariciando los tatuados dedos del menor con parsimonia antes de acercarlos a sus labios y dejar un rápido beso en el dorso callando de inmediato todas las quejas que estaba soltando el menor por no decirle sus pensamientos.

—Esta bien —Susurró Jungkook sintiéndose tan querido que le daba un poco de miedo que fuera su imaginación —Pero tendrás que decirme cuando seamos solo la luna, tu y yo, pronto.

Namjoon sonrió, conociendo entonces un lado romántico de Jeon Jungkook, no pudo evitar acercarse a reclamar sus delgados labios y moverse al ritmo de una sonata dulce pero enérgica.

Jungkook suspiró ante el toque que enviaba cosquillas desde sus labios a través de su cuerpo, quería perder de lleno en esos labios de no ser porque estaban en medio de un parque familiar y la inoportuna alarma de su teléfono se activó indicando que debía irse, cada día que se acercaba el evento en My Time era un día más ocupado que el anterior. Eso le recordó la razón por la que, de hecho, había invitado a Namjoon a dar una vuelta.

Con desgana se separó de los adictivos labios de ese rubio y le miró con una disculpa en sus ojos.

—Debo irme...

—Lo sé, bebé, está bien —Jungkook enrojecido, no se acostumbraba a que Namjoon le llamara así sin poder lanzarse y comérselo a besos

—Sigues haciendo eso apropósito —Se quejó ganándose risas a su costa

—Sabes que sí pero sigues cayendo

—¡No es como si pudiera controlarlo! —Rio intentando estar enojado pero estaba muy apurado como para iniciar otro debate con Namjoon —Sigues haciendo que me desconcentre y necesito decirte algo importante —Namjoon dirigió entonces todo su atención a él —En My Time tenemos un evento importante el próximo sábado, será muy divertido. Si quieres, me gustaría que fueras a verme...

—No me lo perdería —Respondió el rubio sin dudar haciendo que el rostro preocupado de Jungkook desapareciera

—¡Que bien! ¡Y sería de mucha ayuda si le dijeras a todos los que conozcas! Será algo grande

—Solo conozco a mi hermano y a su novio pero... —Pero por nada del mundo quería llevarlos al club y menos que conocieran a Jungkook sabiendo lo imprudentes que son. Antes de terminar, el pelinegro se emocionó todavía más

—¡Es perfecto! ¡Me encantaría conocerlos! Te enviaré los detalles a la noche, nos vemos luego, Joon-ah

No tuvo tiempo de decir nada antes de que el pelinegro se despidiera con un rápido beso en la mejilla y dejara el lugar tan energéticamente como llegó.

No podía estar pasando. Jungkook lo invitó a su presentación del infierno. Y tendría que llevar a SeokJin y a Taehyung.

(Im)Perfecto [namkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora