El precio de tu amor

Mierda

Baji Keisuke

Dada la situación actual de la Tokyo Manji Gang, solo teníamos 1 camino con 2 resultados....

El primero era pelear claramente ganaríamos y con eso adquiririamos poder que claramente no queremos y mucho menos necesitamos... Y el segundo era perder y claramente no perderíamos y con eso perderíamos el territorio que controlamos y la Touman simplemente se desvaneceria.

Valhala y los Black Dragons no eran las únicas pandillas que existían, estaban también 3 pandillas más las cuames parecían solo estar al margen, esperando los resultados para después atacar... Y eso no parecía algo bueno y mucho menos lo era...

Me molestaba y incluso podía decir que odiaba la maldita situación... Todo comenzó por proteger a uno de los nuestros, por proteger y salvaguardar la vida de Kazutora, no era la primera vez y claramente no sería la última, pero esto comenzaba a volverse laborioso, tedioso y fastidioso... Palabras que hace poco más de 1 mes no usaría... Pero e de admitir que e mejorado gracias a Chifuyu... Una chica que no entendía por que maldita sea sin importar que pensara todos mis pensamientos regresaban a ella de una forma brutal.

No la quería en las reuniones de la Touman, no quería verla a menos de que fuera necesario pero al parecer ella ya llegaba por su propia cuenta... Y al final yo me veía en la obligación de volver con ella a casa a diferencia de ella yo era mayor, se supone que no debía dejarme guiar por estos pensamientos, debía concentrarme no solo en mis clases y la escuela, también debía centrarme en la Touman, en averiguar que carajo estaba pasando y buscar cual era la conexión entre Kisaki e Hanma con los nuevos disturbios... Se suponía que no debía pensar en chicas... Pero simplemente me resultaba imposible, más ahora que nunca...

Por que justo ahora podía sentír como la sangre me hervia, como si rayaran mi motocicleta a la cual acabo de pintar... Era una maldita furia incontrolable... La cual me hacia bramar como un maldito todo apuntó se matar al imbecil qué lleva el color rojo para molestar al animal.

—¿Si me escuchaste?— la voz de Kazutora resono en cada partícula de mi pero no podía apartar mi mirada de ella... Y la maldita sonrisa que le estaba dedicando al imbecil de Ryusei... Ambos sonreían, pareciendo dos cómplices a mitad de la noche —¿Que mierda te pasa? Cada puta reunión estas de peor humor— bufo Kazutora pero nuevamente no conteste, solo miraba como ambos se abrazaron, observe como ella le dijo algo al oído y el asintió con una estúpida sonrisa, una que yo podía borrar en cuestión de segundos.

Ella era una sabelotodo, fresa, rara, un maldito ratón de biblioteca qué es capaz de leer un maldito libro con más de 1550 hojas y entenderlo todo, ella estaba agradecida por nuestra supuesta amistad... Pero ¿Por que carajo yo... Yo sentía esto en el pecho? ¿Por que mierda yo sentía que iba a matar a cualquiera que se cruzara en mi camino? Todo por esa estúpida sonrisa que no era para mi.

—Keisuke pareciera que vas a matar algo ¿te ayudo?—

—¡Oye Chufuyu!— grite en voz alta, importando me un carajo que todos nos miraran, no me importaban en este momento las palabras de Kazutora, estaba verdaderamente de un pésimo humor que en este momento nada calmaria —¡Yo me largo! ¡Si quieres que te lleve vamonos  ahora mismo!—

Ella se acercó a paso lento al lado de Ryusei, mientras Kazutora me miraba, como si no creyera lo que acabo de hacer.

—¿No se supone que íbamos a jugar videojuegos?— Cuestionó Kazutora y yo lo mire, pero no me miraba a mi, estaba mirando a Chifuyu, la cual caminaba sonriendo le a Ryusei, espere que se acercaran lo suficiente y hable.