Flufftober 2024

♥︎𓂃Día 18𓂃♥︎

-Baile Lento-
—Ranpo Edogawa x Édgar Allan Poe—
—Bungou Stray Dogs—

—Universo Alterno—

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La música en el salón era suave y melodiosa. La banda invitada tocaba una melodía baja, lo suficientemente alta para oírla pero no lo suficiente para molestar a las personas que conversaban alrededor de la gran mesa llena de comida. Por supuesto, Ranpo no podía estar en otro lugar que no fuese en la zona de dulces de la mesa. Se había quejado muchísimo cuando Fukuzawa le dijo que toda la agencia (y por ende, él también) debía asistir a esta fiesta. La fiesta se celebraba por la reciente victoria contra Decadencia de Ángeles. La victoria contra Fukuchi, y la inocencia de la agencia eran motivos suficientes para celebrar. Por supuesto, el antiguo lider de Guild había organizado algo por todo lo alto. Bueno, no sé quejaba, podía degustar dulces que normalmente no podía.

No sólo estaban Guild y la Agencia, también estaba la Port Mafia. Ranpo reía al ver cómo Dazai arrastraba consigo a la pista de baile al mafioso pelirrojo. No sólo ellos bailaban. El perro de la mafia se encontraba bailando cómodamente con Atsushi, bien pegados en un vals suave. También, Tanizaki había sido arrastrado a la pista de baile por el pelirrojo que antes pertenecía a los Perros de Caza, según le contó Yosano. Y no sólo eso, el líder de los vampiros, Braam, había sorprendido a todos al pedirle a Kunikida un baile. Hasta el rubio estaba impactado. Ranpo supo inmediatamente que todo había Sido un plan de Aya. Esa niña era más inteligente de lo que todos creían.

Pero Ranpo se sentía algo decaído. Había tenido la esperanza de, entre tantos miembros de las tres organizaciones que un día se habían llevado como perros y gatos, encontrar al escritor que tanto le había ayudado en el pasado. Sin embargo, por más que buscaba a Poe o al mapache que siempre va con él, no lograba dar con ellos.

Suspiró, dejó el plato con los dulces que llevaba en una mesa y decidió salir del salón. Una vez en la cubierta del yate (que ya había zarpado de puerto), se permitió apoyarse en el barandal y mirar al hermoso atardecer. Había querido encontrarse con Édgar en la celebración. Compartir una agradable conversación cómo siempre hacían. Quizás hablar de unos misterios o de la próxima novela del castaño. Y quizás, bailar un poco. No era fan del baile, pero debía admitir que se sentía algo celoso de ver a todos bailando felizmente con sus parejas y que él no pudiera hacerlo con la suya. Que, Poe y él no eran pareja, pero podía permitirse imaginar ¿No? Normalmente usaría su Ultradeducción para saber si el castaño sentía algo por él, pero no lo consideró correcto. Así que no lo hizo.

— Ah.... ¿Por qué el amor tiene que ser tan complicado? Creo que heredé de Fukuzawa la mala suerte en el romance... — habló para sí mismo — Como si eso fuera posible...

La noche había aparecido finalmente en el horizonte cuando sintió un ruidito que avanzaba hacia él. Era cómo pisadas de animal. Se emocionó de más y volteó rápidamente para encontrarse con el pequeño mapache que había pasado toda la noche buscando.

—¡Karl! — se agachó y cargó al animalito — Si tú estás aquí, entonces-

— Ranpo-kun — como supuso, Edgar solo tardó 5 segundos en aparecer detrás de su peludo amigo

—¡Poe!

Karl saltó de los brazos del peli-negro. Enseguida, Edogawa corrió hacia el castaño y lo abrazó, lanzándose haciendo que el mayor perdiera el equilibrio aunque sin caer.

—¡Ranpo-kun, con cuidado!

Ranpo se alejó y se cruzó de brazos — ¡Te tardaste mucho en aparecer! Creí que no vendrías

— Louisa y Lucy me arrastraron aquí — dijo con tono decaído — Me quería quedar en casa pero...

— ¿Pero?

— Me dijeron que estarías aquí. Quería... — hizo una pausa, pensativo sobre si debía decir lo que planeaba decir — Quería verte. N-No nos vimos después de lo de Kamui

— Oh sí. Estuve un poco ocupado salvando el mundo — presumió con orgullo — Ya sabes, cosas de la agencia — también hizo una pausa antes de sonreír — También quería verte

El mayor se sonrojó y apartó la mirada al mar — L-Lamentablemente no tengo ninguna novela nueva para mostrarte hoy, Ranpo-kun

— ¡Deja eso! Hay que disfrutar la noche ¿No?

Poe asintió con timidez. Sin saber de dónde sacó el valor, se inclinó ligeramente hacia adelante estirando la mano hacia el más bajo — ¿M-Me concederias este baile?

Ranpo abrió los ojos algo sorprendido. Había bajado la guardia y no había pensado que él haría eso. Pero sonrió con un ligero rubor y tomó la mano del contrario. — Con gusto

Estaban solos en la cubierta, bueno, con Karl. Aún así, la música se oía ligeramente. Era suficiente para ambos. Poe se enderezó y tomó la mano de Ranpo. Lo tomó de la cintura y entrelazaron sus dedos mientras se terminaban de colocar en la posición respectiva para el vals. Ambos estaban algo sonrojados cuando empezaron a moverse al compás de la melodía. La sonrisa en el rostro de ambos era imposible de ocultar mientras daban vueltas sobre la madera de cubierta. Por un momento sólo quedaron ellos en el mundo entero. Solamente el violeta de Allan contrastando con el verde de Ranpo.

— Ranpo-kun

—¿Si?

— ¿Pude ayudarte? ¿Pude serte de utilidad para resolver el caso?

Ranpo sonrió más — ¡Claro que sí! No es algo que diga con frecuencia, Pero si no hubiera Sido por ti... No sé que hubiera Sido de la agencia y de mí. Me ayudaste muchísimo

Poe sonrió de igual manera, embelesado por el par de esmeraldas que lo veían — Que alegría. Pude serle de utilidad al mejor detective del mundo

— No alardees mucho por ahí. — ambos rieron

La música se detuvo y ambos lo hicieron también. Quedaron a una distancia relativamente corta. Podían sentir la respiración del otro entre mezclarse con la suya propia. Ranpo fue el primero en dar el paso, soltando el hombro de su acompañante para ponerlo en su rostro y besarlo. Poe no tardó mucho en corresponder y pegar más al detective a él. Se fundieron en el beso por lo que pareció una eternidad, aunque seguramente no pasó tanto tiempo. Ambos tenían la voz algo agitada mientras se enfocaban en los labios del contrario. Deseando volver a besarse

— Ranpo-kun

— ¿Si, Edgar?

—¿Serías mi pareja?

Era una pequeña pregunta. Simple ¿Verdad? Sólo tres palabras. Pero había logrado que Ranpo reviviera la frase "Rojo cómo tomate". Aunque lo ocultó detrás de su sonrisa como siempre hace

— De acuerdo. Así podrás presumir que tú pareja es el mejor detective del mundo

— Eso haré, Ranpo-kun

Y se volvieron pareja