Flufftober 2024

♥︎𓂃Día 3𓂃♥︎

- Cumpleaños -
— Ryuunosuke Akutagawa x Atsushi Nakajima—
—Bungou Stray Dogs—

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La noche en Yokohama siempre había Sido muy hermosa. Llena de estrellas brillantes. Nadie imaginaría que en una ciudad tan hermosa podían existir organizaciones tan peligrosas como la Port Mafia. O eso pensaba Kyouka mientras miraba por la ventana la Luna, en sus manos una pequeña taza de té que se había preparado.

Una noche tranquila era demasiado pedir para ella. Cuándo menos se dió cuenta, una presencia que conocía a la perfección entró por la ventana hasta estar frente a ella. Con rapidez llamó a Yasha Shirayuki para que la asistiera, y a su vez, sacó la pequeña cuchilla que siempre llevaba consigo. Cualquier otra persona ante la invocación de Yasha ya hubiese retrocedido y huido, Pero esto no era opción para el Perro de la Mafia. Akutagawa simplemente observaba a Kyouka mientras sus manos estaban ocultas en su abrigo.

— Kyouka — mencionó en voz baja — No vengo a pelear

— Mentiroso

Akutagawa suspiró. Intentar que Kyouka dejara su pose defensiva sería imposible considerando sus anteriores.... experiencias. Con ayuda de Rashoumon, dejó una caja decorada con un papel plateado sobre la mesa que estaba frente a Kyouka. Esta de extrañó y se posición fue más ruda

—¿¡Una bomba?!

—¡No! No es eso

Con cuidado, la joven se acercó a la caja, estaba abierta así que miró el contenido de esta. Dentro había un peluche blanco y al lado una bolsa con dulces.

—¿Para quién- ? — le pregunta quedó en el aire cuando Akutagawa respondió

— Dáselo a Jinko. Pero no le digas que fui yo

Y sin decir nada más, desapareció en mitad de la noche. Como una sombra desaparece cuando le da la luz.

Kyouka no entendía nada.

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Atsushi miró el calendario y suspiró: 5 de mayo, era la fecha marcada. O también podría decirse, su cumpleaños.

Nunca pasó buenos cumpleaños, en el orfanato siempre los pasaba encerrados en la celda o en el sótano. Aunque desde que llegó a la Agencia hace dos años todo a ido bien. Ha sido feliz. Los de la agencia siempre le organizaban una pequeña fiesta. Comían y bebían, reían y jugaban. Desde que llegó a la Agencia ya no tenía que preocuparse por pasar sus días solo.

— Buenos días — dijo Kyouka entrando a la sala con la caja en manos — Feliz cumpleaños

— Buenos días, Kyouka-chan. ¡Y gracias! — sólo entonces miró a la menor y se sorprendió — ¿Y eso?

— Es para ti. Es de-.... — hizo una pausa meditando sabiamente sus próximas palabras — Se supone que no debería decirlo

— ¿Eh?

Tomó la caja y la dejó sobre la mesa. Entonces, la abrió y revisó el contenido. Tomó el peluche en sus manos y sus ojos brillaron. Era un peluche de un tigre blanco, parecido a él cuando se transformaba. Era muy bonito y esponjoso, suave al tacto. También de emocionó al ver los dulces. Hacía mucho que los había querido probar Pero jamás había tenido la oportunidad de ir a comprarlos. Ya sea porque estaba ocupado o por falta de recursos. Sin duda no dejaría que Ranpo se acerque a esa bolsa.