Para ser nuevamente una parálisis, me pareció extraño que por cada zona dónde durmiera experimentaba otras presencias. Ese día no dormí bien, refiriéndome a que me acosté tarde por tareas y labores del hogar, y en consecuencia la somnolencia me derrotó sobre la placa de mi casa, en soledad y bajo el cielo estrellado con la luna resplandeciente proporcionándome una ligera sensación de calma indescriptible por como satisfacía mi necesidad de cerrar mis ojos, la sensación de calma se apoderó del cuerpo y la mente. Mis músculos se relajaron, la tensión se desvaneció, un sentimiento de serenidad y renovación se extendió como si hubiera regresado de un viaje largo para después llegar a puerto seguro.
Indudablemente lo peor estaba por suceder al dormir a la misma posición: inmovilidad, respiración entrecortada y padecer miedo, escalofríos y leve dolor en el hígado por el entorno. Está vez cerré los ojos para evitar cualquier contacto visual con la muchedumbre, quiénes invadían el paraje con murmullos insidiosos, choques de botellas y lenguaje ininteligibles y al mismo tiempo aterradores punzantes a mis oídos como alfileres de inmenso grosor y tamaño. Cada paso de la multitud desgarraba mi piel, fibra muscular, extendiéndose desde el punto dónde se mueven de arriba y hacia abajo la columna, imagínate que dicho patrón se repite una y otra vez sin que hagas algo para defenderte.
Finalizó naturalmente. Tal cual como has leído no conseguí la forma de escapar del incidente, pero tampoco he recibido daño, al menos no dentro de la realidad. Sentí el sol quemar mi rostro en lo que recuperé el conocimiento. Dormí toda la noche sin haber descansado por culpa de la zozobra, mi estado de ánimo se deterioró radicalmente, la única manera de recuperarlo era irme a dormir otra vez, estaba seguro que sí lograría conciliar el sueño satisfactoriamente. Por supuesto, tenía muchos deberes qué cumplir, porque nadie más lo haría y me frustraba dejar todo a su suerte sin hacerlas funcionar.
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Old Dreams: La frontera entre la realidad y la imaginación.
ParanormalTodos tenemos sueños, algunos lindos y reconfortantes, extraños y desconcertantes, y a veces aterradores e inquietantes que nos persiguen en nuestras horas de descanso. Sin importar el tipo de sueños que tengamos, lo importante es recordar que estos...