Si hay algo en lo que temo alejado de lo paranormal, es el mar. No es suficiente el hecho de saber que a nuestro alrededor existe otro mundo y seres más allá de nuestro entendimiento, incluso conviviendo con nosotros sea por un bien o mal en contra. Un mundo espiritual, dolor más preocupante que el dolor carnal, argumentan los creyentes más acérrimos. Existe una frase que reza lo siguiente: Hay que temerle a los vivos y no a los muertos. Aunque una catástrofe natural no es un ser viviente, se entiende que la existencia misma puede ser un peor infierno del que conocemos bíblicamente, o el de nuestras interpretaciones en una historia que toque esos temas. Dependiendo del camino personal la situación encamina a un mejor destino; sin embargo, nunca olvidemos nuestro entorno y el resto del mundo, nunca estamos exentos de las desgracias imprevistas, de la política, de los homicidas, ni de nuestra familia que no deseen el bien para nosotros por la envidia. La vida no es perfecta, pero se puede sobrellevar de la mejor manera posible, mientras que el mal continúe imperiando sin interferencia. Y por consiguiente la gente con mala visión dónde lo bueno lo llaman malo y lo malo lo llaman bueno.
El punto es que tanto lo espiritual como lo real generan el mismo sentimiento fehaciente a ello, pero lo real la supera con creces, hasta a la historia más detallada de un armageddon espiritual. Y entre ellos se encuentra el mar, apenas siendo 5% explorado hasta la actualidad, seguramente más allá que se logre apreciar más vida marina del que conocemos se pueda ubicar criaturas de proporciones colosales, más horrores que nadie está dispuesto a conocer. Temo del mar, no por razones de un ataque por una criatura, el hecho fue reciente: un obsesionado por nadar y nadar sin detenimiento por el mar, además que vivo cerca de ella, ahora un joven temeroso incapaz de acercarse a la orilla. No creo que sea necesario especificar como se originó este miedo o fobia para no aburrir a mi querido lector, también porque no es el tema a tratar en profundidad. Únicamente quiero dar a conocer el sueño que experimenté casi de forma lúcida. No, no era una parálisis, más puedo decir que era peor. Un screamer no generaba tanto miedo.
Me encontraba en mi hogar, me levanté alarmado por gritos infernales provenientes del exterior, gente llorando incesantemente e implorando misericordia a no ser llevados, ¿quién los estaba llevando? Cuando me asomé por la ventana, todo cobró sentido. Lo único que hice fue tragarme la saliva amarga, porque gritar parecía ser un lujo imposible de alcanzar. Recuerdo haber llorado, porque el agua arrasó con todas las casas del pueblo, la única que se mantenía firme era la mía por ser de dos pisos. No obstante, la salvación duraría poco, puesto que el tsunami incrementó su fuerza como si una mano gigante la hubiera empujado hacia la colonia de hormigas, nosotros éramos las hormigas. Mi casa se derrumbó segundos después y, a la postre, grité. Continuamente desperté con la mano en el pecho, sudado y alarmado.
Investigué sobre ese sueño, se relata que su significado se basa en los problemas personales. Si el mar está calmado, es porque has superado los obstáculos y estás en paz. Si está turbio, es porque algún problema pequeño está surgiendo. Si es un tsunami, es porque los problemas, en definitiva, están peores de lo que imaginamos y se te han escapado de las manos. Creo que recuerdo haber estado en una situación de esa naturaleza, la cual me ahorraré en redactar específicamente los detalles. A día de hoy agradezco estar libre de tales inconvenientes y pueda seguir adelante pese a mis imperfecciones del pasado.
He aquí el problema... ¿Sabes qué son los Sueños Premonitorios? He tenido esos sueños y se han cumplido. No piensen que me quiero creer especial por eso, al contrario, odio tener ese "don" que nada más advierta el porvenir de las cosas malas. El miedo me carcome que mi peor enemigo cumpla ese sueño podrido.
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Old Dreams: La frontera entre la realidad y la imaginación.
ParanormalneTodos tenemos sueños, algunos lindos y reconfortantes, extraños y desconcertantes, y a veces aterradores e inquietantes que nos persiguen en nuestras horas de descanso. Sin importar el tipo de sueños que tengamos, lo importante es recordar que estos...