Aparecieron de la nada, cerré mis ojos para evitar cualquier contacto visual y miedo constante en modo de tortura, pero de una manera increíble una fuerza invisible me abrió los parpados a fuerza imposible de superar. Los recuerdo como criaturas esféricas con tentáculos acariciando lo intangible, variadas de tamaño, la mayoría diminutas para mi horror inacabable. Aquellas cosas invadieron mi cuerpo, royendo con desesperación insaciados de mi carne, las más grandes enrollaron mis brazos y piernas con sus rígidos y viscosos tentáculos, empezando a morder cada parte de mi cuerpo como un pavo recién horneado, sentía cada vez como cada parte de mí dejaba de existir, ingeridos por esas aberraciones del otro mundo. Era una parálisis más con el que era imposible combatir. Finalmente fuí devorado entero, por consiguiente desperté con un grito de terror nocturno, esa noche no dormí, aparte ya eran las 4 y algo de la madrugada, invertí ese tiempo en limpiar y preparar todo para el almuerzo.
ESTÁS LEYENDO
Old Dreams: La frontera entre la realidad y la imaginación.
ParanormalTodos tenemos sueños, algunos lindos y reconfortantes, extraños y desconcertantes, y a veces aterradores e inquietantes que nos persiguen en nuestras horas de descanso. Sin importar el tipo de sueños que tengamos, lo importante es recordar que estos...