— Hola — escuche detrás de mí ¿Qué Friend? ¿Ya comienzas a extrañarme?
— Hola — contesté sin importancia.
— ¿Cómo has estado?
— ¿Te interesa?
— Oh vamos — alargó — No me trates así — dio dos pasos hacia mí — ¿O es que tu nueva novia no te deja hablarme?
— No tengo ninguna nueva novia y si te trato así es porque se me da la gana — Enarco las cejas.
— A si y entonces ese...
— Mi amor — los tacones de Faye sonaban por todo el pasillo — ¿Qué haces hablando con... ella?— dijo con un gesto de repulsión.
— Nada cariño — le dio un beso en la mejilla y ambas se fueron. ¡Asco!
Terminé de guardar mis cosas en el casillero y de sacar los libros que necesitaría para las siguientes clases. Me di la media vuelta y me sorprendí al ver a una morena chica frente a mí.
— Hola — sonrió tímida.
— Hola — sonreí levemente.
— Heidi — se presentó.
— Rebecca
— Si lo sé — rio tímidamente — Oye yo... Quería saber si tal vez tú y yo — tartamudeaba — bueno si a ti te gustaría salir conmigo — finalmente término la oración.
— Claro — contesté mirando sus ojos color miel.
— ¿De verdad? — dijo sorprendida — ¡Genial! — sonrió de oreja a oreja — ¿Este viernes está bien?
— Sí, está bien — contesté tratando de sonreír, no me agradaba mucho la idea de salir con esa tal "Heidi" pero ya veremos cómo reacciona Sarocha y por ende Torfan.
Ultima clase, álgebra... No había nada más aburrido que esto, el maestro simplemente no dejaba de hablar y no dejaba de escribir en el pizarrón, sin duda era un tormento esta clase.
Volteé hacía las últimas filas y ahí estaba Sarocha, su mirada estaba enfocada en el pizarrón pero no estaba prestando atención, estaba más bien perdida.
Fui a las ultimas hojas de mi libreta para recortar un pedazo, tomé mi pluma rosa y escribí "Am, ¿si me prestaras a tus hermanos?" volteé hacíael maestro para asegurarme de que no fuera a verme y lance la pequeña bola de papel, logrando que golpeara su mejilla para después caer en el piso.
Bajó su mirada para identificar qué era lo que lo había golpeado, lo tomó del piso y la extendió para poder leer el contenido, escribió y me regresó el mensaje "No queda de otra, y deja de llamarme Am"
Toqué el timbre y en menos de diez segundos se abrió la puerta dejándome ver la perfecta anatomía de Sarocha.
— Wow — arrastre la expresión — Tú sí que eres una bipolar — le dije ya que apenas me vio y rodo los ojos como si mi presencia le había arruinado el día.
— ¿Pasas o te quedas afuera? — su tono de "te detesto" había vuelto.
— Mejor espero afuera — contesté cambiando mi tono a uno más duro como el suyo.
— Como quieras — se dio la media vuelta pero al parecer se arrepintió y volvió a voltear hacia mí — ¿Por qué saldrás con Heidi?
— Pues porque... — Estaba por responderle pero no lo hice — ¿Tu como sabes eso? — dio un paso acercándose a mí.
— Ella me contó — contesto de mala forma, rodé los ojos. El plan era que se enterara después de haber salido con Heidi.
— Pues sí... sí saldré con ella — le respondí y me di la media vuelta dándole la espalda.
— No respondiste lo que te pregunté — pensé muy bien lo que iba a decir y nuevamente gire hacia el
— Creí que no te interesaba lo que yo hacía.
— No me interesa — rio amargamente — Sólo que creí que habías dicho que era más fácil contactar al presidente que obtener una cita contigo. — aún lo recordaba.
— Lo sé — conteste sonriente — Pero decidí tomar tú consejo — yo también recordaba sus palabras
— ¿Qué consejo? — Preguntó sin entender.
— "Porque no nos haces felices a los tres" — frunció su ceño — Así que no te molestare más, terminamos el trabajo y ya no hay nada que nos relacione — nada podía salir mal, estaba arriesgando demasiado al decir esto, cruzaba los dedos porque todo saliera como lo había planeado.
— Perfecto — ¡Mierda! ¿Así nada más? ¿Ni tantitos celos? Perfecto Rebecca te tiraste sola a la hoguera.
— ¡Rebecca! — se escucharon al unisonó las voces de los pequeños.
— ¿A dónde iremos? — preguntó la pequeña mientras me rodeaba con sus pequeños brazos.
— A dónde ustedes quieran — le dije devolviéndole el abrazo.
— Por un helado ¿sí? — preguntó y su hermano la secundo con un "si"
— Claro — levanté mi mirada y la dirige hacía Sarocha — ¿Un helado? — le pregunté y sus hermanos voltearon a verla.
— No — negó firmemente.
— Anda, yo invito — le dije sonriente acercándome a ella — De despedida... — susurré en su oído.
— ¿Segura?— al igual susurro entre dientes — ¿Después de esto me dejarás finalmente en paz?
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Me, Myself and I
أدب الهواةLa historia transcurre cuando Torfan Taweema, la novia de la grandiosa Rebecca Armstrong decide terminarla. Heng, su mejor amigo, empieza a "ayudarla". Deciden hacer una apuesta pero lo que no saben es que el destino está apunto de hacerles una mala...