Capítulo 36

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Sarocha volteó y se encontró con la misma sorpresa que yo, soltó mi mano y disimuladamente volvió a apoyar sus codos en sus rodillas.

— Y-Yo ya vengo — se puso de pie y salió hacía el área de juegos. Heng seguía anonadado, Natasit se acercó y susurró algo en su oído y este asintió y el se fue la verdad no sé a dónde. Levanté mis cejas y le sonreí de lado a mi amigo.

— Gané — Sólo articule sin producir sonido alguno.

— No es verdad — riendo negó con la cabeza.

— ¿Qué? ¿Cómo? — dije alterada. Él caminó hacía mí y se sentó a un lado donde anteriormente estaba Sarocha. — Sí... sí tú y Natasit acaban de vernos — dije bajando mi tono, Sarocha no podía enterarse por nada del mundo, ya que aún no llegaba a mi objetivo principal... Torfan.

— No linda — chasqueo la lengua — Quedamos que sería mínimo un te amo en público.

— ¿Te estas echando para atrás Heng? — asevere mi mirada, yo había ganado y punto.

— No — rio — Nunca dije eso pero habíamos quedado que un beso no bastaba, ¡pudiste habérselo dado sin siquiera hablarle! — tenía razón.

— No Heng, no es justo — reclamé.

— Si es justo... Sino, no sería justo para mí.

— Eres un tonto Heng — le dije empujándolo.

— Tú más — tomó mis mejillas y me acercó a él para dar un beso en mi frente. — Creo que incomodamos a tú chica mala — frunció el ceño.

— Tenlo por seguro — rodé los ojos.

— Bueno me iré... — dijo señalando hacía donde estaba Natasit.

— Si claro vete con él, ya que no existe nadie más para ti que no sea él — dije haciéndome la ofendida.

— Pues no se dé que te quejas si tampoco creo que me recuerdes muy seguido — subió una de sus cejas.

— Pues crees mal — me cruce de brazos, de verdad lo extrañaba. — Las cosas no andan muy bien en mi casa — conté como si nada, no quería agobiarlo con mis problemas.

— ¿Tu mamá?

— ¿Quién más Hengi? — pregunté y reí irónicamente.

— Y por qué no me llamaste hubiera pasado por ti — nuevamente frunció el ceño.

— No — reír — No te preocupes, es lo mismo de siempre — suspire — ¡Ya! ¡Anda! — le dije señalando con la barbilla a Natasit quien esperaba en una mesa.

— Llámame — hizo una seña con su mano simulando un teléfono y me guiñó un ojo, fue imposible no reír.

Los vi alejarse con dirección a la caja ¿Qué se creía la cajera esa? ¡Ahora con Heng también! ¿Qué faltaba ahora? ¿Qué Torfan entrara y que al igual que a Sarocha, se la tragara con la mirada? Reí al notar el rostro de molestia de Natasit, un punto a su favor... Cuidaba a mi amigo.

— ¿Quién era él? — me sorprendí al voltear a mi derecha y encontrarme con Song.

— Él es mi mejor amigo — le contesté sonriente.

— Ah — dijo mirando hacia ellos — ¿Y Él?

— El es su novio — le contesté y frunció el ceño ¡Hoy todos lo hacían! Abrió sus ojos a tomó como si recordara algo y llevó sus manos a su boca, una traviesa risita se le escapaba.

— Rebecca ¿Tú y Freen son novias? — otra vez esa pregunta.

— Hey — dije riendo — ¿Por qué preguntas eso? — comencé a hacerle cosquillas y esta comenzó a retorcerse en el sillón.

— Porque — dijo haciendo una pausa tratando de recuperar oxigeno después de mis cosquillas — Porque yo las vi dándose un besito aquí... — dijo señalando sus labios y un tono rojizo se apoderó de sus mejillas; esta vez fui yo quien llevó sus manos a su boca fingiendo estar sorprendida.

— No pequeña — le dije mirando hacia abajo realmente apenada — Sarocha y yo no somos novias — curvo su labio inferior hacía afuera haciendo una mueca de tristeza.

— ¿Y por qué se... dieron un besito? — nuevamente el tono carmín se adueñó de su rostro ¡Mierda! ahora ¿Qué le diría? — ¿No la quieres? — ¿Por qué tenía que ser tan directa?

— Y-Yo si la quiero — ¡No! Yo no pude haber dicho eso. — Pero ella y yo sólo somos amigas y lo que viste fue algo que no debimos hacer — ¡no tenía idea de que decir! ¡Donde demonios estaba Sarocha!

— Ah — dijo nuevamente con una mirada triste — Sarocha dice que eres linda — ¡¿QUE?!

— ¿En serio? — pregunté sorprendida.

— Sí — sonrió — Élla dice que eres muy linda — está bien, estaba impactada. Sarocha llego a nuestro lado junto con Anong.

— ¿De qué tanto hablan ustedes? — preguntó alzando a la pequeña quien abrió a tope sus ojos.

— De nada Fini, cosas de mejores amigas — Song rio y abrazo a su hermana ocultando su rostro en su cuello.

Me, Myself and IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora