Autocastigo

605 61 6
                                    

Adán observó lo que ha hecho en el infierno, su armadura dorada estaba manchada de sangre oscuro mientras su espada radiaba poder angelical. Era el día de la Erradicación, el día en que exterminaba a su propia descendencia que se encontraba en el agujero del averno.

En su mente aún le dolía los recuerdos de los primeros exterminios, como masacró a sus hijos, nietos, bisnietos, y tataranietos en la Tierra. Culpa a Lucifer y así ex primera esposa por darle el fruto del conocimiento a Eva, y así mismo, por no haber eliminado el mal en su descendencia cuando aún estaba vivo, por no prestar tanta atención a las señales que causó la muerte de su segundo hijo, cuya alma fue destruida por su primer hijo.

Cargando su espada con poder, corto el aire horizontalmente, creando un tajo de energía que se disparó por toda la Ciudad Pentagrama, matando a todos los pecadores afuera de las calles y adentros de los edificios, sin destruir los muros.

Cargando su espada con poder, corto el aire horizontalmente, creando un tajo de energía que se disparó por toda la Ciudad Pentagrama, matando a todos los pecadores afuera de las calles y adentros de los edificios, sin destruir los muros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los gritos de terror y agonía desaparecieron en un instante, pronto Adam vio una Ciudad vacía y sin población, sin gritos ni pisadas, solo quedando las ropas de los pecadores y manchas sangres maldita.

Suspirando con pesadez, levantó sus alas, preparándose para volar... pero de nuevo pudo sentirlo, sentía que era observado. Dirigió su vista al único edificio que no se atrevió atacar, ubicado lejos de la Ciudad Pentagrama: La mansión de los Morningstar. La hija del quién trajo el mal en sus hijos lo observaba desde el balcón de su cuarto, la pequeña princesa solo tenía unos 101 años, pero tenía el cuerpo y lamente de una niña de diez, cuya mirada lo observa con miedo, como si estuviera viendo a la muerte encarnada.

Frunciendo el ceño, Adam voló por los aires del infierno, dirigiéndose a otra ciudad para cumplir con su penitencia, por no ver las señales en sus hijos, por dejar que el mal se propague a un más.

Y por pecar en la Tierra.

[...]

El Cielo es un lugar apartado del universo, al igual que el infierno, pero a diferencia de este, era infinito, bello, limpio y brillante. Aquí habitan los Ganadores, personas que hicieron buenas acciones en la Tierra a tal punto que se ganaron el Cielo, he de ahí sus títulos. También estaban los habitantes originarios de tal lugar, los Nacidos del Cielo, los cuales se dividen en jerarquía.

Los Querubines, existen dos de ellos: los pequeños adorables alados, los cuales se encargan de que personas hagan el bien antes de su hecho de muerte para ganarse el Cielo, a veces, son los guardianes o parejas de los ganadores; después están los Querubines de cuatro alas y cuatro cabezas, una de humano y el resto son de diferentes animales.

Después, están los Poderes, ángeles guerreros, se diferencia de los ángeles normales por el color de sus alas, las cuales normalmente son oscuros o dorados, y cuya fuerza está destinada en proteger a todos de las fuerzas malignas, ahí entra Adán.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Diferentes Dimensiones [Adán, Hazbin Hotel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora