50. Marcada

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Notas: ¡Feliz Halloween (de forma a anticipada)! Siento que la actulización de hoy es bastante apropiada para estas fechas, puede que os llevéis algún susto...

Espero que os guste mucho, y gracias por todos vuestra paciencia para llegar hasta aquí~

Chillé, echando la cabeza hacia atrás, sintiendo cómo el orgasmo arrasaba con mis pensamientos racionales. Separé los muslos mientras mis temblorosos dedos se aferraban a los cortos mechones de cabello plateado del demonio. Su lengua seguía saboreándome incansable, extendiendo aún más la sensación de placer, iniciando nuevos escalofríos. Sus ojos me observaban consumidos por la lujuria, sin llegar a apagarse nunca.

Sesshomaru no se detuvo hasta que yo reuní fuerzas para retenerlo por los hombros, jadeando:

- Y-ya está bien...

Él me dedicó una sonrisa ladina, deslizando las uñas por mis piernas, haciéndome estremecer una vez más.

- Entonces creo que ya es hora de reclamar mi recompensa, ¿no es así?

Yo asentí brevemente, debilitada por la sensación de su aliento sobre mi sexo. La garganta me palpitaba tras hacerla forzado a contener la mayor parte de mis gemidos. Pero no me había quedado más remedio, no podía permitir que los vecinos se quejasen al propietario del piso del ruido y éste decidiera no renovarme el contrato de alquiler.

En el exterior había oscurecido, dejándonos sumidos en las sombras del salón de mi apartamento. Aunque la escasa luz no me impidió ver cómo Sesshomaru rozaba su nariz contra la cara interna de mi muslo, en busca del lugar perfecto para sus propósitos.

Mis hombros y estómago estaban recorridos con marcas de sus búsquedas previas. A veces, tanteaba el terreno succionando mi piel con suavidad hasta teñir mi piel de un tono morado. Otras, simplemente había pellizcado mi carne entre sus dientes sin llegar a clavarme los colmillos, jugando con mi imaginación y mis expectativas. Como resultado, toda yo me había convertido en un vivo lienzo de sus oscuras travesuras.

Sin embargo, en esta ocasión Sesshomaru no se entretuvo con aquellos juegos, y abrió la boca, hambriento, antes de hundir sus colmillos con fuerza en mi piel.

- S-Sesshomaru... - Gimoteé, casi sin fuerzas.

La lujuria y el deseo volvían a ascender por mis venas, como si no me hubiese corrido otras dos veces antes. Una, a cambio del mordisco en la base de mi cuello; el otro, por las marcas de sus colmillos sobre mi cadera.

Tras aquella secuencia de experiencias placenteras, mi mente había terminado de asociar aquella práctica con el éxtasis, de modo que cada vez que saciaba su sed, mi excitación no hacía más que aumentar. Él grave gemido que ascendió por su garganta no ayudó lo más mínimo a disipar la niebla de plenitud que nublaba mis pensamientos racionales.

- N-no... Otra vez... - Supliqué con voz temblorosa, sintiendo la necesidad acumularse una vez más bajo mi vientre.

Él recorrió las perforaciones que habían dejado sus colmillos antes de alzar sus ojos hacia mí.

- No sabía que fueras una mujer insaciable. – Dijo él con una astuta sonrisa, sabiéndose el causante de que mi cuerpo se encontrase a flor de piel, y me encontrase casi sin voz.

- Y-yo quiero parar, pero cada vez que me muerdes... No sé por qué, pero vuelvo a necesitar más...

Me expliqué con la mayor claridad y sinceridad que fui capaz, sinceramente preocupada de la resistencia de mi cuerpo. Todo tenía que tener un límite, ¿no?

Por muy bien que se sintiera, por mucho que mi interior siguiera llamando su nombre, temía que, si dejaba escapar la cordura, mi cuerpo podía acabar completamente destrozado bajo las atenciones del demonio.

Under my skin (Sesshomaru x Rin) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora