Un nuevo día donde Tzuyu tenía que soportar las burlas de sus compañeros, donde tenía que agachar su cabeza para que no vean sus lágrimas.
Pero hoy iba hacer diferente, hoy sería su primer día donde tendrá una compañera o mejor una amiga en quien confiar y a quien contarle cosas.
Minatozaki Sana ahora iba a ser esa amiga en quien confiar, con quien podría salir a divertirme o desvelarse platicando.
Sana había prometido ser esa amiga que nunca tuvo.
En este momento, Tzuyu se encontraba en el baño limpiándose la camisa que le había caído un poco de comida y Sana se encontraba hablando con su madre para decirle que iba a llevar a una amiga a su casa ya que le iba ayudar con una tarea que no le entiende, a lo cual su madre acepta.
La japonesa no era una persona que llevaba a sus amigos a su casa sólo a Mina quien era su mejor amiga y ella ya era como su hermana.
Después de unos minutos, Chou salió del baño para buscar a Sana, pero detuvo su caminata ya que se encontró con Minatozaki recargada en los casilleros que estaban cerca del baño y entretenida con su teléfono.
A manera lenta se acercó a la pelinegra y cuando la alfa siente el aroma de Tzuyu alza la mirada y le regala una sonrisa que la menor correspondió.
—¿Lista? —preguntó parándose derecha.
Tzuyu asintió. —Sí, ya estoy lista, sólo le tengo que decir a mi papá que voy a ir a tu casa. —dicho eso, Chou iba a sacar su celular pero Sana la detuvo.
—Él me mandó un mensaje ya que necesitaba unos papeles que se me olvidaron entregar, pero ya le mande el archivo y le comenté a tu padre y él aceptó. —explicó de manera rápida y sin pausas.
Tzuyu sonrió y asintió. —Bueno voy a confiar en ti y no le voy avisar. —empezaron a caminar hacia la salida.
Minatozaki sin ninguna vergüenza agarró la pequeña y gordita mano de Tzuyu, la omega se sorprendió por ese acto volvió a ver a la japonesa pero esta solo le regaló una sonrisa.
Tzuyu por acto se sonrojó y bajó tímidamente su cabeza.
Sana dio un apretón en la mano de Tzuyu y la omega alzó la cabeza para ver a la pelinegra.
—Venga, sube al auto. —le pidió amablemente Sana.
La taiwanesa hizo caso y subió, la mayor se apresuró para subir al auto.
—¿Está muy lejos tu casa, Sana? —preguntó Chou.
—Bueno se podría decir que sí, es unos treinta minutos en auto y- —no pudo terminar ya que su celular empezó a sonar repentinamente.
Sana soltó un suspiro. —¿Puedes revisar qué dicen los mensajes, por favor? —preguntó la azabache viendo la carretera
Tzuyu, dudosa, agarró el celular de su unnie, pero antes de prenderlo, la alfa habló.
—Es mi mamá, de seguro quiere que pase a comprar algunas cosas. —aseguró.—¿Cómo sabes que es tu mamá? —preguntó algo sorprendida.
—Es que mi mamá me dijo que así podría contestar rápido sus mensajes. —comentó para después explicar otra cosa.
—Bueno, tu mamá dice que si podrías ir a la tintorería por un vestido que dejó en la mañana. —leyó los mensajes.—Está bien, espero y no te moleste hacer una parada antes. —comentó tranquila.
—Está bien, así podré comprar algo para comer.
Dicho eso, Sana agarró otra ruta para llegar a la tintorería.
(🦌)
Después de pasar por ese vestido y comprar unas botanas para las dos y tener una mini pelea por quien pagaba —está claro que la japonesa pagó—, llegaron a la casa de los Minatozaki.
—Antes de entrar, Tzuyu, tengo que decirte algo: mi mamá suele ser muy mimada y suele ser muy gritona. —comentó abriendo la puerta de su casa.
—¡Sannie, mi vida, ya llegó! —se escuchó una voz de mujer.
—Sip, llegué, madre. —dijo dejando pasar a Chou.
Después de caminar hasta la sala, Tzuyu vio a una hermosa mujer, un poco más alta que ella.
—Mi vida, qué bueno que llegas, te estaba esperando para poder comer. —habló sin levantar la vista de su celular—, pasemos a la mesa.
Cuando dijo eso, la señora Minatozaki alzó su mirada y vio a una hermosa omega de ojos gigantescos y muy tierna.
—¿Mi vida, quién es esta hermosa omega? —preguntó sonriendo, acercándose a Tzuyu.
—Es hija del señor Kun y le voy a ayudar a estudiar para un examen.
—Mucho gusto, señora Minatozaki. —saludó la castaña—. Mi nombre es Chou Tzuyu. —se presentó con un sonrojo notorio.
—¡Pero qué tierna esta omega, me encanta! Se ven muy lindas y ni de decirse de cuando tengan bebés! —exclamó emocionada.
Sana se ahogó con su propia saliva y Tzuyu se sonrojó hasta el tope.
—¡Mamá, por favor! —exclamó Sana después de recuperarse de esa tos.
Tzuyu, preocupada, se acercó a ella para preguntar si estaba bien y la alfa asintió regalándole una nueva sonrisa.
—Mejor pasemos a comer, madre. —la única alfa pidió lo que la omega mayor asintió.
ESTÁS LEYENDO
gordita chou ౨ৎ 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂
Fanfiction*・῾ ᵎ⌇🥛 ⁺◦ ☁️ ✧.* 𝐒𝐀 & 𝐓𝐙𝐔┊Ser una persona con algunos kilitos de más, era una gran inseguridad, al menos así lo veía Chou Tzuyu. Ella amaba la comida, pero también anhelaba una relación estable, bonita y amorosa; pero viéndose ella misma, ¿qu...