Tzuyu se encontraba ya sentada en el sofá que su padre tenía en su oficina. Ella ya se quería ir pero su padre le había dicho que solo terminaba esta junta y leía unos papeles y ya se podrían ir.
Estaba terminando su tarea para cuando llegara a su casa podría estar en su habitación haciendo otras cosas y ya no preocuparse por ello.
Solo le faltaban algunas cuantas cosas de álgebra y esa materia a ella no se le daba, su padre era el que siempre le ayudaba en esa materia, tan preocupada estaba por terminar esa tarea que no se dio cuenta que la puerta estaba siendo tocada.
Salió de sus pensamientos, cuando la puerta fue abierta y se sorprendió al ver a su nueva amiga y única amiga.
──Hola, Satang. ──saludó con una sonrisa.
──Hola, Yoda. ──saludo algo sorprendida──. ¿Está el señor Qian Kun? ──preguntó tranquila.
──¿Mi papá? ──preguntó algo confundida a lo que Minatozaki asintió algo dudosa──. Oh no, está en una junta todavía. ──respondió.
—Oh, pensé que ya había llegado. —se contestó a sí misma Sana—. ¿Qué estás haciendo? —preguntó acercándose para sentarse a lado de Chou.
Minatozaki solo iba a dejar unos papeles y después regresar a trabajar, pero ese aroma a fresas con chocolate le encantaba.
—Estoy haciendo mi tarea de álgebra, pero no la entiendo. —contestó con un puchero.
A la alfa se le hacía una escena muy tierna ya que cuando la taiwanesa hacía ese puchero, sus mejillas se inflaban un poco.
—Si quieres te puedo ayudar. —le dijo con una sonrisa.
Tzuyu se quedó pensando y luego recordó que la pelinegra traía consigo unos papeles.
—¿No estás ocupada? —preguntó.
—Nop, estoy desocupada. —mintió, ella debía de estar trabajando.
—Eh… está bien. —contestó algo dudosa.
Dicho eso, Sana empezó a ayudar a Chou, le explicaba lo que la omega no entendía y se lo volvía a explicar para que Tzuyu entendiera cuando le tocara su examen. La omega prestaba toda la atención, a ella le gustaba estudiar y eso era lo que estaban haciendo.
Una media hora después habían acabado, Tzuyu solo tenía que hacer cuatro ejercicios.
La taiwanesa se cansó mucho ya que algo que no le gustaba era hacer tareas que tuvieran números y letras.
—Tengo sueño y mi papá no llega. —comentó Tzuyu tallando sus ojos.
—Si quieres duerme y yo espero aquí a que venga el señor Kun. —le comentó Sana y Tzuyu negó.
—No, solo voy a cerrar los ojos pero no me voy a dormir. —le contestó soltando un bostezo.
Minatozaki sonrió al oír la respiración relajada de la menor, se había quedado dormida.
Sana se puso a acomodar las cosas de la castaña y esperó a que el señor Kun llegara para que firmara esos papeles.
Después de unos treinta minutos, el señor Qian llegó.
—Chewy, hija ya- —no pudo terminar ya que vio que estaba durmiendo y que al lado de su hija estaba Sana, la hija de su jefe.
—Hola, señor Kun. —saludó Minatozaki, parándose despacio para no despertar a la menor.
—Sana, hija no te esperaba aquí. —le comentó—. ¿Necesitas algo? —preguntó viendo atentamente a Tzuyu quien se estaba moviendo.
—Oh, sí. —asintió y extendió los papeles—. Necesito que firme estos papeles.
—Oh, está bien, cuando los termine de leer ya te los entrego firmados. —le dijo para empezar a leer antes de firmar.
—Señor Qian. —la japonesa lo llamó.
—¿Mande? —contestó alzando su mirada de los papeles.
Sana se quedó pensando si decirle o no, pero era por el bien de la menor.
—¿Usted sabía que en la universidad molestan a Tzuyu? —preguntó.
Asintió lentamente. —Lo sé, aunque Chewy me dice que ya no la molestan. —respondió—. Sólo estoy esperando a que termine este año y tal vez cambiarla de universidad.
Minatozaki soltó un suspiro y volteó a ver a Chou quien se encontraba todavía durmiendo y vio que su mejilla izquierda se abultaba ya que estaba siendo aplastada con el sillón.
— Le prometo que mientras yo esté ahí nadie más molestará a Tzu. —prometió estando segura de sí misma.
El señor Kun sonrió. —Muchas gracias, hija, pero no tienes por qué —respondió.
—Lo hago porque Tzuyu no merece ser tratada así, ella es una omega hermosa. —lo último lo dijo en un susurro que el señor Qian sí pudo escuchar.
—Te lo agradezco mucho. —hizo una pausa—. Por favor cuida de ella, es la persona más importante en mi vida. —una lágrima resbaló por su mejilla derecha.
Después platicaron de otras cosas del trabajo, donde Sana le pidió consejos para la empresa y ser una buena jefa.
No es que no se llevara con su padre, lo respeta y le tiene mucho cariño, pero también quiere más opiniones.
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gordita chou ౨ৎ 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂
Fanfiction*・῾ ᵎ⌇🥛 ⁺◦ ☁️ ✧.* 𝐒𝐀 & 𝐓𝐙𝐔┊Ser una persona con algunos kilitos de más, era una gran inseguridad, al menos así lo veía Chou Tzuyu. Ella amaba la comida, pero también anhelaba una relación estable, bonita y amorosa; pero viéndose ella misma, ¿qu...