Fuiste Tú

Estudios y Dudas

Olis ¿Cómo están? Esta vez logré tener el capítulo listo sin hacerlos esperar dos semanas. Espero que lo disfruten y que también leere sus comentarios.

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Rarity abrió los ojos poco a poco, antes de que la alarma sonara. La luz del sol, diminuta, iluminaba su rostro. Recordó una de las razones por las que siempre usaba su antifaz para dormir, ya que las cortinas claras no bloqueaban la luz por completo.

Apagó la alarma y pestañeó varias veces antes de levantarse. Miró su ropa y frunció el ceño al ver que seguía vestida.

"¿Cómo es que no me cambié anoche?", murmuró para sí misma, mientras se dirigía al armario. Eligió una falda negra y una camiseta de manga larga blanca para el frío, además de una blusa a juego.

Justo cuando iba a abrir la puerta del baño, alguien tocó.

"¿Sí?" preguntó.

La puerta se abrió, revelando a Sweetie Belle en pijama. "Hola. ¿Cómo amaneciste?" preguntó con un bostezo al final.

Rarity sonrió levemente. "Bien. Ya no siento el peso que tenía ayer", dijo, aunque luego su expresión se tornó pensativa. "Lo malo es que hoy me toca hacer ejercicio... no sé cómo va a reaccionar mi cuerpo después de lo de anoche."

"¿No deberías decírselo a la profesora?" sugirió su hermana menor, apoyada en el marco de la puerta.

La modista negó suavemente. "No creo que sea necesario... Puede que no sea una atleta, pero estaré bien. Y si no..." caminó hasta su mueble, sacando dos cajas con pastillas, "...tengo esto para el dolor muscular," añadió, mostrándoselas. "Lo use los primeros días, cuando el ejercicio me dejaba con unos dolores. Aunque también llevaré las que tomé anoche."

Sweetie Belle asintió, más tranquila. "Bueno, eso está mejor," dijo con una sonrisa. "Voy a poner el agua a hervir. Papá y mamá ya se fueron."

"Gracias, Sweetie. Se supone que yo debería estar al pendiente de ti, no al revés," dijo Rarity con una pequeña risa antes de entrar al baño. Su hermana menor también se rio mientras salía por la puerta.

Bajó las escaleras tranquilamente, aún con su pijama. Al llegar a la cocina, se dirigió al hervidor y lo llenó de agua. Mientras esperaba, su mirada se posó en una pequeña caja sobre la mesa. Sonrió al recordar la sorpresa de sus padres de la noche anterior: macarons.

No pudo resistir y tomó unos macarons, mordiendo un pequeño trozo con una sonrisa satisfecha.

"Mmm... esto es lo que necesito para empezar bien el día", murmuró con la boca llena, disfrutando de cada bocado.

Mientras el agua hervía, se sirvió un vaso de jugo y se permitió disfrutar de otro macaron, con un toque de culpa en su expresión.

"Rarity seguro no me culpará si me como unos cuantos más...". Se rió por lo bajo, sabiendo que su hermana mayor siempre la reprendía por picar entre comidas, al igual que su mamá.

Cuando el hervidor terminó de calentar el agua, Sweetie Belle lo apagó y se dirigió hacia el gabinete en busca de una taza. Luego tomó cuatro panes y los puso en la tostadora.

Con la cocina en silencio y un poco de tiempo para sí misma, Se acomodó en una silla, saboreando el último macaron. A los pocos minutos, Rarity bajó las escaleras, encontrando a Sweetie Belle sentada en la mesa, comiendo macarons. La mayor carraspeó ligeramente, atrayendo la atención de su hermana menor.