Especial Halloween 🎃 (+18)

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Me encontraba estudiando unos nuevos símbolos que Bill me había traído para que los estudiase.

Ya eran pasada las 12 am y seguía sentado en mi escritorio. Puedo contribuir a que aquel ruido de todas las fiestas cercanas a esta cabaña eran las que me mantenían despierto.

Como todos los años, el 31 de octubre se festejan estas celebraciones que a los semidioses y demonios, como Bill, se les hacían divertidas. Pero, lamentablemente, aún seguía sin descifrar aquellas palabras.

Bill aseguraba que él no tenía conocimiento alguno de que podrían significar, y claro, me dejó a cargo de todo.

Casi al borde del colapso, mis ojos empiezan a cerrarse por sí solos, sin poder controlar otro esfuerzo más de mantenerse abiertos, hasta que siento como un tacto suave recorre mi espalda.

-¿Ah?- di un leve jadeo y abrí mis ojos sorprendido.

-Hola, Ford.

Escuche la seductora voz de Bill a mi oído, al igual que su tacto, pero un tacto diferente al que me ha acostumbrado. Esta vez si podía sentirlo de verdad. Podía sentir su suave y ardiente aliento y su gentil pero sensual toque.

No dude en girarme para confirmar mis pensamientos. En efecto, era Bill, pero está vez no era el Bill geométrico, sino que era un Bill en forma de humano. Tal vez 1.65 era lo que media, llevaba puesto un traje acompañado de su sombrero, lente y bastón. Se veía súper atractivo, de hecho, se veía tal cual un hermoso ángel.

-¿Qué quieres, Bill?- trate de esconder mi nerviosismo tanto como pude. Este hombre siempre hacía que mis vellos se erizaran.

-Solo... quiero consentirte un poco, Ford- empezó a acortar nuestra distancia colocando sus manos sobre mis muslos.

-¿C-consentirme?- La distancia que había entre nosotros empezaba a ser aún más corta, hasta el punto en que ya podía sentir su aliento chocar con el mío.

-Sé cuánto lo necesitas, Ford. Permíteme concederte ese sucio deseo que ha vagado por tu mente tantas veces.

Finalmente comprendí que quería hacer Bill conmigo. Las veces que él ha entrado a mi mente, no pensé que fuera a percatarse de esa sucia fantasía que ha recorrido mi cuerpo desde que trabajo con él.

-... ¿por qué haces esto, Bill?- pregunté incrédulo. Sabía que de algún modo quería molestarme, pero esto pasaba mis límites de ideas.

-Porque yo también he soñado con esa fantasía- me susurró seductoramente mientras analizaba cada facción de mi rostro -nunca necesité de estas experiencias, pero tú me haces desear probar cada una de ellas.

Me quedé callado, no había palabra que pudiera musitar mas que unos cuantos suspiros.

Empecé a analizar cada facción, cada gesto, esperando su siguiente movimiento, pero, de igual manera, él estaba a la espera de que hiciera algo. No lo pensé más y le robé un beso, un beso que tardó en responder, pero aún así pudo llegar a mi ritmo.

El beso era lento, nuestras bocas estaban conociendo cada parte de ellas. Pronto, nuestras lenguas se unieron para empezar una guerra entre ellas por quien entraba a la cavidad del otro. A medida que el beso subía de intensidad, Bill empezó a recorrer mi torso, quitando lentamente mi camisa sin despegarse del beso. Cuando mi camisa ya no era un estorbo, Bill se sentó en mis piernas y rodeó mi nuca con sus brazos. El beso ahora era más profundo y el ambiente ardía. Mis manos no tardaron en encontrar los botones de su camisa y empezar a desabrocharlos. Me sentía extasiado, y podía empezar a sentir mi masculinidad sobresalir.

Al quitarle la camisa, nos separamos para recuperar el aire perdido, y nuestros ojos no tardaron en encontrarse. Estábamos agitados, nuestros pechos subían y bajaban de manera descontrolada. Mientras tomábamos esta pequeña pausa, analicé su cuerpo descubierto, su piel tenía cierto brillo, y su cuerpo era delgado. También tenía una cintura bastante estimulada, dándole una silueta espectacular. Él no se quedó atrás y también analizó cada parte de mi piel descubierta, pude sentir su deseo encenderse ferozmente, y yo no era menos.

Círculo de fuego | BillFordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora