꧁ 𝙀𝙡 𝙋𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤 𝘿𝙚 𝘼𝙢𝙖𝙧 ꧂

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Charlie avanzaba lentamente por los pasillos sombríos del hotel, con la cabeza gacha y el corazón lleno de pesadumbre. Sus pasos eran inestables, cada uno más pesado que el anterior, como si el suelo bajo sus pies se desmoronara a cada instante. Su fragilidad era evidente y a pesar del título que ostentaba como princesa del infierno. En el fondo, no era más que una figura quebrada por dentro, incapaz de soportar las emociones que la ahogaban.

Sentía un nudo en la garganta, el dolor palpitaba en su pecho, pero aún así se obligaba a no llorar. No debía. No podía. Sin embargo, esa batalla interna parecía perdida desde el inicio. ¿Cómo podía pretender contenerse cuando el peso de su propia realidad la aplastaba? ¿Cómo había llegado a creer que podría con todo aquello sola? Una risa amarga escapó de sus labios, casi imperceptible. Había tantas cosas que la superaban.

El mundo a su alrededor parecía desmoronarse, como si los cimientos del mismo infierno se resquebrajaran a su paso. La lluvia caía, pesada y constante, golpeando las ventanas del Hotel con un ritmo monótono y lúgubre. Era extraño. El clima, la atmósfera, todo a su alrededor se sentía diferente, fuera de lugar. Como si el infierno mismo respondiera a sus emociones. La luna de sangre, las lluvias misteriosas, la llegada de Adam... nada estaba en sus planes.

El solo pensamiento de Adam la descolocaba. ¿Cómo había permitido que él entrara en su vida, y peor aún, en su corazón? Todo se había vuelto caótico desde su llegada. Algo en él la perturbaba profundamente. No era solo su presencia como ángel en aquel lugar prohibido, era algo más, algo más profundo, que no lograba comprender del todo. ¿Por qué su llegada había coincidido con esos extraños fenómenos, esa lluvia que parecía infinita y esos cielos teñidos de rojo como la sangre derramada?

Se tiró en la cama, exhausta, esperando que el sueño la tomara pronto. Pero sabía, en el fondo, que no lo haría. La tormenta que rugía afuera no era nada comparada con la que se desataba dentro de ella. Sentía una soledad abrumadora, una que no recordaba haber experimentado antes, ni siquiera en los momentos más oscuros de su existencia.

Giraba de un lado a otro en la cama, con sus ojos abiertos clavados en el techo, buscando respuestas a preguntas que no podía siquiera formular. El eco de sus pensamientos la atormentaban y con ella la culpa de nunca ser perdonada..... "No puedo perdonarte". Aquellas palabras resonaban en su cabeza, cada vez más nítidas, desgarradoras. Las había escuchado antes, pero nunca habían dolido tanto. Era un dolor crudo, visceral, como si su alma reclamará esa parte de ella que a veces olvidaba que existía, mientras era arrancada lentamente.

Se llevó las manos al rostro, tratando de ahogar un sollozo. ¿Cómo había llegado a este punto? ¿En qué momento todo se desmoronó de esta forma? Sabía que el dolor era parte de su existencia, pero nunca lo había sentido con tanta intensidad. Era como si por primera vez estuviera enfrentando la realidad, sin escudos, sin barreras.

Las dudas la carcomían. ¿Dónde estaban los demás? ¿Se habrían dado cuenta de lo que sucedía? ¿Podrían siquiera entenderlo? ¿O estaban también atrapados en sus propias tormentas? Una parte de ella quería levantarse, salir y enfrentarlos, buscar respuestas. Pero el miedo la paralizaba. ¿Y si las respuestas eran peores de lo que imaginaba?

El sonido de un suave golpe en la puerta del hotel la sacó de sus pensamientos. Sobresaltada, se levantó de un salto y corrió hacia la ventana, levantando apenas la cortina. Sus ojos encontraron la figura de aquellos que estaban afuera, buscando refugio de la lluvia. Se alivio. Por un instante, su corazón latió más lento, su respiración se estabilizó. Ellos estaban allí. No estaba sola.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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𝐋𝐔𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄 (𝐆𝐮𝐢𝐭𝐚𝐫𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐬)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora