Efectos Secundarios

Capítulo 7

Félix permanecía en silencio, observándome como si pudiera ver a través de cada capa de mi armadura. Apreté los puños, tratando de no dejarme afectar por su mirada, pero sentía como si una grieta se abría en mi interior, incapaz de sellarla.

—¿Cómo me llamaste? —lo interrogué de nuevo, lleno de duda y miedo.
—La forma en la que reaccionaste ante el akuma, no me queda la menor duda, solo comprobé algo que ya sospechaba —Félix soltó una risa suave, pero no había burla en ella, solo certeza.

—Estoy impresionado, es como si fueras una persona completamente diferente Adrien— La forma en que pronunció mi nombre fue certera, como si no quedara espacio para negar nada, ya no valía ni siquiera la pena hacerlo.

—¿Por qué? ¿A caso estabas tan acostumbrado a verme como el niñito indefenso que todos tienen que salvar, que te es tan imposible verme como el portador de un Miraculous? —reclamé, Félix dejó de sonreír.

—Debo de admitir que te subestimé, y esta es una sorpresa más que grata, oh por Dios, si lo hubiera sabido antes, quizá hubiera actuado diferente, pero era complicado, estabas bajo el control de tu padre— dijo.

—Tú también sabías lo de mi padre, que sorpresa— sentía que perdía la circulación de la sangre de mis manos por la fuerza con la que apretaba los puños.

—Claro, yo lo descubrí y se lo dije a Ladybug, porque me sentía desesperado— respondió.

Cerré los ojos, me sentía tan traicionado, todos seguían el juego, la mentira, mientras por dentro sabían que mi padre no era un héroe, pero me lo hacían creer con sus palabras, con su silencio y mientras tanto yo me sentía lleno de culpa, como el peor de los héroes, indigno si quiera de estar cerca de su estatua conmemorativa, indigno de formar parte del equipo de Ladybug.

—Por favor perdóname— sus palabras eran sinceras, lo más sincero que había escuchado hasta ahora.

—Primero tengo que procesarlo todo— dije con la voz casi apagada —¿A que te refieres con que estaba bajo el control de mi padre?- lo interrogué.

—Ladybug no te contó todo ¿verdad?— me cuestionó.

¿Todo, a qué se refería con todo?, ¿A caso había más?, mi vida era una completa farsa en este punto y había...más.

—Entiendo que ya no eres un niño, eres más fuerte y resiliente de lo que pensaba, por eso creo, que estas listo para saber a cerca de algunos secretos familiares— dijo con una seriedad que me provocó escalofríos.

—Por favor, acaba de clavarme la verdad como una daga en el corazón— dije sarcástico.

—Aquí no, vamos a la mansión, lo que estoy por revelarte no se debe tomar a la ligera y lo mejor es que no estes transformado, la portadora o portador del Miraculous de la mariposa te está cazando Adrien, y no quisiera enfrentarme a ti influenciado bajo su poder— su seriedad provocó que un escalofrío recorriera mi espalda, tenía miedo, mucho miedo y quizás Ladybug y Félix tenían razón, yo era peligroso, mi poder era peligroso, pero no discutiría eso ahora, quería saber la verdad, así que asentí y juntos nos dirigimos a casa.

***

—Llegamos— anunció Félix, pero en la mansión no hubo más que silencio, Amelie y Nathalie habían salido.

Los dos subimos hasta mi habitación, mientras caminaba giraba mi miraculous en mi dedo nervioso, noté que Félix me observaba.

—Vi a tu padre hacer eso más de una vez, deseo de todo corazón que un TIC sea lo único que heredaste de él— dijo entrecomillando la palabra heredaste con sus manos.