Caminos Cruzados

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Mar

El fin de semana pasó normal. Asistí a mi segundo trabajo, donde atiendo y planifico eventos. Llegué a casa alrededor de las 12:00 p.m., agotado y oliendo a comida. Me duché, me cambié, y me metí en la cama.

Mi alarma suena a las 5:30 de la mañana, y quiero alargarla más, pero sé que si lo hago, no alcanzaré a entrenar. Me levanto y me cambio. Tomo mi bañador negro y, encima, me pongo mi conjunto a juego y la gorra. Agarro mi bolsa y reviso que llevo lo necesario: un cuaderno, el iPad, el cargador y una muda de ropa para después.

Llego al lugar donde entreno. Guardo todo en mi casillero y me dirijo a la piscina. Después de nadar por una hora, salgo y voy a las duchas. Luego me cambio: me pongo mi falda gris de pliegues, un body blanco simple, mi saco azul, las Converse y la gorra azul. Salgo y me dirijo a mi primera clase.

Al llegar, dejo mis cosas en el casillero y me dirijo a la clase. La clase pasa sin novedades. Suena el timbre y, después del receso, voy a gimnasia. El profesor Dante nos dice que no es necesario cambiarnos. Todos nos miramos entre sí sin entender muy bien.

—Hoy habrá un partido, y como saben, yo soy el entrenador del equipo que ya nos ha traído varias victorias. Hoy iremos a animar. No es obligatorio, pero podrán eximirse de alguna prueba,por obias razones la mayoría aceptamos.

Nos llevaron a un campo que quedaba como a 45 minutos de donde estábamos.Al llegar, parecía que no solo era un partido, sino todo un evento. Había comida y muchos universitarios de distintos lugares. Caminé un poco, observando los puestos y la comida. Tomé un par de bocadillos, y cuando iba a agarrar una bebida, alguien tomó la misma al tiempo que yo. Volteé a ver quién era. Era un chico bastante alto, con la piel muy blanca y ojos oscuros. Parecía una especie de vampiro o algo así.

—Necesito la bebida, ¿me la dejas? —dice mientras sonríe y clava su mirada en mí.

—¿Disculpa? —pregunto.

—Estoy a punto de jugar y no tengo tiempo para buscar otra. Luego te compraré una si quieres.

—No es necesario, pero te agradezco —digo, y le dejo la bebida.

—Gracias, emm... ¿cómo dijiste que te llamabas?

—Jaja, no te lo he dicho.

—Ah, es cierto. El mío es Kenan, ¿y el tuyo?

—Mar, un gusto.

—No estudias aquí, ¿verdad, Mar? No te he visto por aquí, y creo que sería imposible no recordar esos ojos —se agacha a mi altura y me mira fijamente.

Me incomoda un poco tenerlo tan cerca. Este tipo está loco.Se da cuenta de que está muy cerca y se aparta un poco.

—Lo siento, es que tienes unos ojos muy lindos. Mar, fue un gusto, pero tengo que irme. Espero verte después para compensarte por la bebida, me has salvado la vida —dice dramáticamente, y sale corriendo hacia la cancha.

"Qué tipo más ocurrente", pienso mientras río. Termino los bocadillos y voy a la cancha.

Salen las porristas y empiezan su coreografía. Conozco a varias de ellas. Lili es una chica muy atractiva, pero también muy insoportable. Trata mal a todas las chicas que no están en su círculo, y peor aún si se cruza con alguna de sus "presas".

Cuando terminan su coreografía, Lili corre y se monta a horcajadas sobre un chico. Cuando se aparta un poco, veo que es Luca. Luca le da unos besos y luego la aparta, luciendo algo incómodo.

Comienza el partido, y el ambiente se vuelve loco: la gente grita, insulta... Nuestro equipo gana, y luego de ellos juegan dos equipos más. El último es el equipo del chico, Kenan. Ganan, y la gente grita eufórica. Espero a que la cancha se vacíe un poco para salir. Cuando los equipos salen de los vestidores, veo a Luca y su equipo, entre ellos Damon, Etienne, y otros más. Al lado de ellos, Kenan corre buscando a alguien entre el público. Cuando me ve, se acerca corriendo.

¿Pederme en Ti?Where stories live. Discover now