Capítulo 2: Harrowfield

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Tras el nuevo misterio que quedaba en manos de mi gran compañero, tuvimos que tomar el primer tren hacia Harrowfield. Cómo no es de extrañar, me tocaba cargar con todo el equipaje y hacer el trabajo de moverlos de un lado a otro... Mackenzie era de esos despreocupados que cargaban pocas cosas... pero la señorita Bluey parecía llevar la cocina y media sala de estar en su equipaje... Ese día la estación estaba llena, vendedores ofreciendo bebidas calientes, chicos gritando los titulares del periódico matutino y los silbatos de los controladores del tráfico ferroviario... parecía un completo caos. Sin embargo, logramos entrar a nuestro tren que se dirigía directamente a nuestro destino, haciendo unas pequeñas paradas en unas pequeñas estaciones.

- (entre gritos y silbatos) Pasajeros para el tren a Harrowfield!!! El tren parte en 5 minutos!!! Último llamado!!!

- Café!!! Té!!! Chocolate caliente!!! Compre su bebida aquí para no morir de frío!!!

- Mamá, no quiero subir!!!! Me da miedo!!!!!

- Subes a las buenas o a las malas!!! No te vas a quedar acá solo en Londres!!!

- Ufff, que caos esta estación... menos mal tomamos buenos puesto (mira sorprendido la cabina lujosa) Me tomo el puesto de...

- Winton! (Algo molesto) Primero las damas... pase y acomódese en el lugar que desee señorita Bluey.

- Muchas gracias señor Mackenzie... y a usted también doctor (se ríe suavemente)

- (Algo apenado) Discúlpeme usted señorita... a veces me gana mi pasión por ver el paisaje... el sol... la naturaleza

- Tranquilo, le entiendo... a mi también me gusta contemplar el paisaje

En eso observé como mi gran amigo y su clienta intercambiaron miradas, quedando congelados unos segundos hasta que sonó un silbato afuera. En eso se acerca un oficial del tren.

- (haciendo una disimulada y pequeña venia) Buenos días dama y caballeros, me permiten por favor sus boletos?

- Por supuesto, acá los tiene (le entrega los boletos)

- (Los toma y los rasga suavemente) Todo en orden. Que disfruten su viaje (se va con una sonrisa y levantando su gorra)

- Vaya... acá son muy amables... en anteriores aventuras, nosotros nunca...

- Doctor (otra vez molesto y apenado) creo que nuestra acompañante no desea saber sobre los anteriores casos...

- Oh, en absoluto... me encantaría escuchar sus hazañas! (emocionada y agitando suavemente su cola)

- Entonces empezaré a contarle desde que conocí a este gran hombre (mira a Mackenzie en forma de broma)

- Tranquila señorita... al doctor le gusta MUCHO exagerar... NO ES ASÍ? (entremuelas) Exagera cada caso que ha pasado en mis patas... Siempre ha sido así...

- No creo que exagere... (se sonroja y se calla)

Aquel momento me sentí como en esas novelas románticas que de vez en cuando leo cuando no hay ni pacientes ni casos que resolver... ambos sonrojados y apenados... tal vez incómodos pero sabía que estaban con el corazón a mil... Ni hablar de Mackenzie... se puso tan rojo que creía que era alguien distinto... lamentablemente no duró mucho, pues tenía que aparecer Rusty y Jack... inspectores de Scotland Yard... llenos de energía como una bala, pero torpes como ellos solos...

- Detective Mackenzie, hace mucho no nos volvíamos a ver las caras... (ofreciendo la mano)

- Inspector y Jefe Inspector Jack y Rusty, es un placer volver a verlos... por lo que veo recibieron mi comunicado...

El archivo del Collie: Caso No. 1 "La Mansión Hegel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora