AGATHA.
La castaña estiraba las piernas en la inmensa cama de su hijo pensativa. Dormía junto a él para velar sus sueños, pero ciertamente estaba preocupada y estar cerca de él le brindaba un poco de seguridad. Tenia miedo al futuro… No sabía cómo reaccionaria el cuerpo de su hijo al tratamiento. Cuando el doctor mencionó “quimioterapia” Agatha sintió que le habían arrojado un balde de agua fría a la cara. Fue un golpe muy duro fue consiente de que la vida es algo preciada y delicada y también notó que habían sido personas afortunadas por haber gozado de buena salud hasta ese momento. Era consiente de que nunca valoraba el tener salud porque era algo que daba por hecho, pero ahora deseaba que su hijo gozará de aquel bienestar pasado al que no le dio importancia.
Cuando Agatha Harkness supó que Nicholas estaba enfermo. Abandonó su trabajo de Oficina convencional y prefirió invertir el basto dinero que había ahorrado en el tratamiento de su hijo y el sustento de su familia. Ahora era una mujer desempleada que se dedicaba al hogar y también era la acompañante y enfermera de su pequeño. Era un golpe emocional muy grande. Lo había visto regresar débil y con el semblante cansado de sus sesiones de quimioterapia, pero siempre hallaba la forma de levantarle el ánimo.
A veces le obsequiaba un juguete de moda. Otras tantas preparaba una funciónde cine en casa, para no abrumarlo con la gente o preparaba su comida especial. Se había vuelto experta en preparar spaghetti con albóndigas para alegrar a su bebé. El chico tenía tutores en casa pues a veces de verdad estaba muy fatigado. Así que no podía llevar el ritmo de una escuela normal por el momento.
Agatha cobijó bien a Nicholas mientras esperaba a que cantarán las aves, anunciado que había llegado el amanecer. Sería un día agitado. Nicky tendría una sesión de quimio y Agatha estaba nerviosa. Generalmente el ambiente infantil era un poco desolador, pero las enfermeras eran amables y comprensivas y a veces obsequiaban galletas a los pequeños.
Agatha estaría sentada varias horas a lado de su hijo así que llevaría una revista y un pequeño juguete para Nicky. Se sorprendió al notar la sala en donde suministraban el tratamiento decorada con globos y serpentinas. Eso quería decir que un pequeño se había curado y que pronto sonaría la campaña de la victoria.
Una campana que el mismo chiquillo curado hacia sonar. En esos momentos Agatha tenía esperanza. Sabía que algún día su hijo movería esa campana y entonces la lucha habría terminado.
Se sentó junto a Nicky y entonces vio entrar a una mujer a la sala de tratamiento era un chica muy hermosa de cabellos negros y ojos marrones. Sostenía un inmenso libro de dragones. La debilidad de su hijo y sin esperarlo se acercó a ellos.
Agatha quedó sin palabras, pero pronto pudo presentarse y presentar a su hijo. La chica llamada Río preguntó: si podía leerles una historia. Y Agatha accedió para complacer a su hijo, pero ciertamente estaba bastante atraída a la mujer que expresaba las palabras. Miraba sus manos deslizar las hojas con sumo cuidado, sus finos dedos eran delgados y tenía unas uñas bastante cuidadas.
Agatha extrañaba mucho la compañía. Se había enfocado tanto en su hijo que había dejado de lado a Pamela un amor de la oficina. Abiertamente era lesbiana y no le importaba mucho la opinión de la gente.
Escuchó la risa de Nicholas mientras Río imitaba el rugido de un dragón y sintió que el ambiente se llenó de alegría inmediata.
RIO
Había escuchado la campana de "la salvación" retumbar en mis oídos. Al parecer una niña se había curado y pensé que tenía suerte. No me esperaba correr con la misma suerte yo. Buscaba con la mirada a Elián el chico al que había comenzado a leerle este libro, pero una enfermera me informó que se había mudado de ciudad. Iba a marcharme entonces vi a un pequeño aburrido al que se le iluminó el rostro al notar el libro.
No estaba peleada con los niños enfermos aunque a veces tenía que calmar su dolor y llevármelos como última opción. Me acerqué y dije mi nombre inventado. No podía decir “Hola soy la muerte” o los asustaría y entonces la vi a ella, una castaña mayor con voz profunda que lo acompañaba.
Mis labios temblaron unos segundos al notar que tenía una presencia poderosa que incluso ella desconocía. Yo podía identificar a los seres diferentes pues no sólo le daba fin a la vida humana. Ella era mitad bruja lo que quería decir que era medio inmortal. Me sonrió y sentí algo raro en mi cuerpo. Mi corazón negro me dolió un instante podía sentir como extrañamente se movía, palpitaba, en presencia de esa mujer. Lo cual era extraño, pero agradable. Me senté junto a ella y noté su perfume… era dulce.
El niño era muy educado y simpático. Eran un poco parecidos, pero yo sabía que no eran familia. Me puse cómoda y sentía la mirada de la mujer sobre mi. Me nació el deseo de conocerla. Sé que estoy muerta, pero me gusta utilizar mi cuerpo para otras cosas.
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Destellos de esperanza: El rescate de Agatha Harkness.
FanficRío Vidal conoce a una inexperta bruja en el hospital y queda prendada de ella. Agatha Harkness tiene un hijo enfermo y en un trágico acontecimiento pone en peligro a la ciudad por eso es aislada en Westview al cuidado de Wanda Máximoff y Visión.