[Contacto visual]
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.Aún no podía olvidar aquel raro primer encuentro a solas. La actitud del chico guitarrista le demostraba que tal vez no iba en serio, a lo mejor solo quería distraerlo para que flaquearan en el evento y así ponérselo fácil a la banda de principiantes. Pero a la vez había algo en él que le impedía olvidarse de sus palabras. "¡Será nuestro secreto!", ¿acaso estaban en el colegio de primaria? Sonaba tan infantil que no evitaba reírse con burla, aunque parecía que lo decía de verdad.
— ¡Bon! ¿Me estás escuchando? — el tono molesto de su amiga, y cantante de la banda, lo trajo de vuelta a la realidad, tocando una desafinada cuerda de su guitarra cortando el ambiente, ¿desde cuándo estaba en las nubes?
— ¡Ah! L-Lo siento, chicas, estaba... — intentaba encontrar una buena excusa, con la mirada acusadora de Meg sobre él y la sonrisa comprensiva de Joy —... distraído.
— Ya lo vemos, ¿qué te tiene tan perdido? — preguntó la rubia acercándose al peliturquesa, mostrando su apoyo.
— ¿No tendrá que ver con lo que pasó con ese guitarrista de cuarta, verdad? — a Bon le recorrió un escalofrío al verse descubierto, pero lo disimuló bien mostrando una actitud seguro.
— ¿Bromeas? No tiene nada que ver, sólo... Estaba pensando en una nueva canción que ando practicando — no era del todo mentira, últimamente se sentía más inspirado en la música y tenía sus propias piezas, a pesar del inminente concurso, pero ese era obviamente el último motivo por el cual no estaba centrado en ese momento —. Perdona, Meg, te prometo que no me volveré a distraer.
— Tranquilo, vamos a tomarnos un descanso todos y luego volveremos a intentarlo, ¿les parece? — como siempre, Joy era el rayo de sol que ponía de buen humor hasta cuando la peliblanca estaba de lo más enojada, así que simplemente asintió.
— La verdad es que tengo la garganta seca — cruzándose de brazos miró al guitarrista —. Si vas a por bebidas, te perdonaré tu ausencia mental de antes.
— Jaja, está bien — suspiró aliviado, prefería hacer de recadero que de saco de boxeo emocional —. ¿También quieres una, Joy?
—¡Sipi! Mira a ver si tienen de fresa — le dio un billete como pago —. Cuidado no te pierdas — canturreó con broma en su tono, contagiando a Bon.
— ¡Y no te retrases!
(...)
Maldecía a quien hubiera diseñado los endemoniados pasillos de la escuela, ¿por qué todas las máquinas expendedoras estaban en el mismo sitio en la otra punta de la sala de música? Bueno, tal vez así podría aclarar por fin sus pensamientos, no podía permitirse más distracciones, no quería decepcionar a sus amigas, habían trabajado mucho para ser los mejores, y nada iba a cambiar eso.
Doblando la última esquina, como en cualquier película cliché, chocó con alguien que no miraba por dónde iba, dándose ambos un buen empujón. Lo bueno para Bon es que él era más alto que la persona con la que se había estampado, por lo que no le molestó tanto, pero igual el golpe se había notado y no iba a quedarse callado.
— ¡Oye, mira por dónde...! — antes de poder desquitarse más, sin saber por qué, sus ojos se abrieron con sorpresa mientras sus mejillas enrojecían de vergüenza al reconocer esa cabellera morada que ahora colgaba de los pequeños hombros del muchacho que se acariciaba la frente, probablemente donde se había dado el golpe del choque —. A-Ah... — sus palabras no salían de su garganta, no entendía por qué ahora se había quedado mudo.
— Lo siento... — murmuró el contrario abriendo los ojos para disculparse, pero su rostro apesumbrado rápidamente cambió a sorpresa al ver de nuevo al chico guitarrista —. ¡Oh, eres tú! Qué coincidencia, je je~...
Aquella inocente risita enrojeció más el rostro del moreno, ¿por qué demonios sonaba tan adorable? Estaba a punto de gritarle a la cara por cruzarse en su camino y ahora lo tenía sin poder decir una palabra sin tartamudear, tan solo con esa sonrisa. Carraspeó su garganta en un intento de recuperar la compostura.
— D-Deberías mirar por dónde vas... — musitó desviando la mirada, diciendo lo que quería decir en un tono más tranquilo —. ¿N-No tienes práctica con tu grupo?
— Ah, ya hemos terminado — se encogió de hombros —. Iba a comprar un refresco y gomitas, pero la máquina está trabada, así que ya me iba a ir a casa — sonrió restándole importancia, Bon levantó una ceja.
— ¿Trabada? Creía que ya habían arreglado ese problema — se asomó tras el pelimorado para ver la zona de máquinas, sabiendo exactamente a cuál se refería —. Espera un momento.
Caminó decidido hacia la máquina que tantas veces se había tragado su dinero a su costa, estaba harto de que nunca fueran a arreglar ese maldito trasto. Con un golpe certero, tambaleó la máquina por un momento, hasta que una lata de zumo de mora cayó en la compuerta como si nada. Bonnie abrió los ojos con fascinación al ver la facilidad con la que había conseguido recuperar su bebida, sin apenas despeinarse ni quejarse por el duro puñetazo.
— ¿Era esta la que querías? — preguntó el peliturquesa mostrándole la lata, sacándolo de su leve ensimismamiento y asintiendo rápidamente.
— ¡Eso ha sido asombroso! — halagó tomándola entre sus manos, casi rozando la piel del contrario, dándole un calambre —. Ahora ya sé a quién llamar si me vuelve a pasar, ¡eres genial, maestro!
Los oídos de Bon pitaban al ver el rostro de felicidad del contrario al darle su bebida, no era la primera vez que ayudaba a alguien con esas condenadas máquinas, pero no sabía por qué esta vez, al ver esa mirada rojiza tan brillante le calaba en el alma, volvía a sonrojarse al tocar esa pequeña mano pálida apenas para pasarle la lata. Aunque no era solo eso, seguía llamándolo por ese apodo que le subía el ego de guitarrista, pero a la vez le apenaba que él le llamase así.
— S-Sólo dime Bon, no es para tanto — suspiró tranquilizándose volviendo a desviar la mirada.
— No, no, si yo lo hubiera intentado de seguro me habría roto la mano y ni siquiera habría servido de algo — rió el más bajito —. Esto tengo que recompensártelo, ¡quedaremos después de nuestra primera práctica!
— Espera, ¿cómo? — volvió a mirarle, incrédulo —. ¿Aún sigues con la idea de que practiquemos juntos?
— Pues claro, incluso podrías enseñarme a dar golpes así también, ¡maestro de guitarra y de lucha! Sería genial, jeje.
— Eeh... Mejor si lo dejamos solo en la guitarra...
— Entonces ya está, quedaremos mañana en el parque después de clases, no tienes práctica con tu grupo, ¿no? — sin dejarle contestar al más alto, se iba despidiendo —. ¡Nos vemos en el parque a las cuatro, no llegues tarde, maestro!
Volvió a dejarle sin oportunidad de responder cuando había desaparecido de su vista al girar la esquina, dejándolo solo en el pasillo con cara de confusión, ¿acaso su opinión no importaba o qué?
(...)
— ¡Bon, ¿por qué has tardado tanto?! — Meg volvía a estar de mal humor, no le gustaba que le hicieran esperar —. ¡¿Y dónde están nuestras bebidas?!
Oh, guitarras...
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Día 1: Miradas / Toque ✅
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BxB Week 2024
FanfictionUn reto parecido a los 30 días de la OTP pero exclusivo para el BxB con prompts personalizados durante una semana 💙💜 ¡Disfruten! - Irene