Día 6

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[Sueños de verdad]

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Bonnie no podía pegar ojo en las tres horas que llevaba dando vueltas en su cama, siendo ya las cuatro de la madrugada. Aún no podía procesar lo que acababa de hacer, ¿cómo podía ser tan idiota? Bon apenas se quería reconciliar para volver a tener esa singular amistad entre ellos y él iba y lo besaba, volviendo a romper la poca confianza que tenían entre ellos. Se estaba empezando a replantear muchas cosas desde entonces. ¿Realmente le gustaba Bon? ¿Fue solo el momento y la cercanía que había entre ellos lo que le llevó a actuar? Esas y miles de preguntas más eran lo que lo tenían aún despierto con unas grandes ojeras que le hacían doler los ojos.

Lo único que tenía seguro es que ahora sí que Bon jamás lo volvería a mirar de la misma forma, ni siquiera se había quedado a esperar una respuesta después de robarle aquel beso, su primer beso, ¡dios, qué demonios le pasaba! Se le volvieron a encender las mejillas de manera adorable mientras se escondía entre las sábanas, sin intenciones de volver a salir al mundo exterior. Le aterraba volver a ver esa mirada fría y oscura en sus ojos esmeraldas, siempre de un brillo tan hermoso en el que siempre se perdía. Era un cobarde, no tenía problemas en admitirlo. 

De pronto, su móvil comenzó a sonar de forma suave, de no ser por el brillo de la pantalla ni se habría dado cuenta de que lo estaban llamando, ¿a esas horas? Bueno, no tenía nada mejor que hacer que dar más vueltas hasta caerse de la cama, por lo que ni se molestó en ver quién era y contestó con la voz medio ronca.

— ¿Quién puede tener tan poca vida como para llamarme a las cuatro de la madrugada? — soltó con toda la confianza del mundo, creyendo que sería alguna estafa o Fox que se habría vuelto a dormir con el móvil en la mano.

— Bueno, por lo menos no soy el único que no está durmiendo si has contestado tan rápido — aquella voz hizo que el poco sueño de Bonnie se fuera por completo, convirtiéndolo en un manojo de nervios sonrojado.

— ¡B-Bon! L-Lo siento, no sabía que eras... ¿Tú tampoco puedes dormir? — preguntó una vez asimiló la situación.

— La verdad es que tengo muchas cosas en las que pensar, y creo que tú podrías ayudarme a aclarar alguna de ellas — hizo una pequeña pausa —, pero no esperaba que fuera de esta forma.

— B-Bon, yo lo siento de verdad por lo que hice, no sabía... — quería seguir excusándose, odiando esa ansiedad que le provocaba pensar que Bon iba a recriminarle por sus acciones, pero el sonido de su risa al otro lado de la línea le calmó por completo.

— Tranquilo, no estoy enfadado — su voz sonaba dulce y tranquila, casi aliviada, pero no perdía ese toque de seriedad —, aún así, creo que deberíamos hablar de esto en persona.

— ¿No pretenderás que nos encontremos ahora, no? — trató de bromear para que no fuera tan pesado el ambiente, ganando otra risita de parte del moreno.

— No, pero sí quisiera asegurarme de que podremos vernos mañana, aunque sea antes de las clases, ¿te parece?

— Si consigo llegar sin dormirme en medio de la calle, por supuesto — Bon sonrió al ver que el humor del contrario seguía intacto, tenía muchas ganas de abrazarlo en ese momento.

— Entonces duerme un poco, te prometo que no estoy enfadado ni nada de eso, solo quiero arreglar las cosas — le aseguró al notar aún los nervios del pelimorado.

— Está bien... Tú también descansa, maestro~ — se despidió rápidamente al colgar, aún no estaba seguro de que todo estuviera bien, pero necesitaba volver a usar ese apodo.

BxB Week 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora