El Abecedario De Historias

A

Amely cerró la puerta del baño, sentía su corazon doler en el pecho y sus pensamientos intrusivos salir a flote más que nunca. En su mente pasaron tantas maneras en las que podía quitarse la vida. El sentimiento de soledad solo podía impulsarlo, en su imaginación sólo pudo llegar a la cocina, tomar un cuchillo y clavarse en el pecho sin dudarlo.

Su mente le recordó todas las veces en las que sus amigos la dejaron de lado y en como quería más que nunca clavarse ese cuchillo.

Recordó el como su hermano solía llamarla inútil y que no podría llegar a nada en la vida, y quiso clavarse ese cuchillo más que nunca.

Recordó la manera tan dañada en que se miraba al espejo y quería cambiar todo de si mismo y ser alguien nuevo sin esa vida, y necesitaba clavarse ese cuchillo.

Recordó las veces en que lloro en silencio y en el hecho de  que su almohada y las mangas de su campera fueran los únicos testigos,  y se levanto del suelo del baño.

Recordó todas las veces en que se decía no llores y se rogaba no morir porque le dolería a todos los que lo querían, y camino hasta la cocina.

Recordó la manera en que su hermano le hablaba a sus padres y el sentimiento de pánico que siempre estuvo ahí en su pecho, y abrió el cajón de la cocina.

Recordó la manera en que su mente lo intentaba distraer para mantener alejados esos pensamientos terribles y que ya no servían porque el mismo se encargo de alejarse de todo el mundo, y saco el cuchillo del cajón.

Recordó cada una de esas cosas, como se sentía asqueroso, como se sentía deprimido y que solo quería dejar de vivir, y sostuvo el cuchillo en su pecho y...no pudo, su remordimiento era demasiado, no podía, no así, no podía morir, no, su familia, sus amigos, no moriría, no aún, no podía, no, no, no, no.

Recordó cuando uno de sus amigos le dijo que si quería estar vivo no los usará de excusa a ellos para estarlo, de que si se quería morir que lo haga, pero que este vivo por el, no por ellos, y  el dolor en su pecho ya no era de soledad, sino por el cuchillo que ahora solo dejo caer la sangre, su mirada se nubló y cayó al suelo.