Capítulo 6

2 0 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hīma bajó las escaleras de la casa de Kieran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hīma bajó las escaleras de la casa de Kieran.  Había tenido que ir a trabajar temprano. Ya que no habían tenido tiempo de comunicar a nadie su relación el alfa había considerado como muy irresponsable faltar a su turno.

Iba a buscar algo para desayunar mientras pensaba en cómo decírselo a sus padres.

"Papá, mamá, me atacaron unos demonios y un apuesto licántropo me salvó, me mordió y provocó que ahora sea un licántropo también, aunque algo distinto.  Ahora estamos juntos formalmente y me encantaría que le conociérais".

Iban a creer que Londres le había corrompido y que estaba tomando drogas.

-Buenos días -le dijo una voz de mujer -soy Hope, una de las cocineras.  El otro es Antoine, lo conocerás por la tarde.  Tenemos turnos rotatorios.  Tranquilo, Kieran me ha puesto al día de todo.

Sonrió nervioso.  Un licántropo de portada de novela romántica, una mansión, cocinera propia... realmente se sentía como si de repente los cubiertos empezaran a bailar y cantar como en una película de Disney.

-Deja de soñar despierto y hazme caso.  Soy tu guardaespaldas -Hīma miró alrededor, buscando de donde procedía la voz.  La cocinera señaló la mesa y le alargó un auricular.

-Toma, es lo más útil para entenderse con los pixies.  Te haré un desayuno abundante, porque supongo que empezarás a notar los cambios en tu cuerpo.

Se colocó el auricular y bajó la mirada hacia el lugar de procedencia de la voz.

Una figura dorada y del tamaño de un dedo índice le miró. 

-¿Hola?

-Aunque creas que por mi tamaño no soy un buen guardaespaldas, puedo romper el hocico de un lobo sin problemas.

-No tengo dudas.

Ya con el auricular, la voz del pixie era grave y profunda.  El pequeño ser abrió unas alas doradas.  Llevaba un traje del mismo color.  Se puso frente a la cara del nuevo habitante de la casa y su nueva responsabilidad.

-Llevo trabajando para Kieran toda mi vida adulta, y mis padres antes que yo y así desde siempre ambas familias.

Un golpetazo en la mesa devolvió al pixie a un discurso coherente.

-Me llamo GeGe, en realidad mi nombre es Gerome Golden, pero creo que así suena más cool.  Mis padres y Kieran dicen que ya maduraré.

-¿No eras un adulto?

-Técnicamente no, pero como si lo fuese.  ¿Crees que Kieran dejaría la seguridad de su omega y compañero a cualquiera?  No, solo al mejor.

-Técnicamente, el segundo mejor -insistió Hope - tu hermano te gana por poco, pero tiene un contrato con...

-Hope, de verdad no ayudas. Solo quería impresionar al nuevo.

-Háblale con respeto.  Es el omega de Kieran.

GeGe asintió.

-Lo siento mucho.

Plegó sus alas y un torbellino dorado se convirtió en algo parecido a un ser humano si se hubiera bañado en polvos dorados.

Hope le retiro a Hīma el auricular.

-Lleva el auricular contigo.  Por si necesita cambiar de tamaño.

Hīma asintió.

Desayunaron juntos y cuando Hīma se planteaba que podía hacer cuando aún era un novato en su nuevo mundo notó un dolor intenso en las articulaciones.  Sonaba como si sus huesos se estuvieran descolocando y sus músculos desgarrándose.

-GeGe, acompáñalo a su cuarto. Ya he puesto sábanas limpias . Su cuerpo empieza a cambiar.  No te preocupes, Hīma.  Eres omega así que no será tan doloroso.

Hīma obedeció dócilmente aunque en su cabeza se repetía la vergüenza de que Hope había visto en que habían invertido la noche.

Luego cuando se tumbó pensó en que noción de dolor tenía esa mujer.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

; 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐆𝐈𝐀 𝐄𝐍 𝐓𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora