Kieran tiene una vida felizmente monótona como funcionario y médico. La vida en el reverso mágico de Londres es igual que el de los humanos.
Hasta que en una ronda de vigilancia, el sol llegará a su vida.
Un joven indocumentado se despierta en un ho...
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Todos los papeles del mundo estaban cubiertos. Kieran era compañero, así que los que no podían cubrirse por cualquiera los habían cubierto colegas.
En cuanto a Hīta, parecía haber procesado a grandes rasgos lo que había pasado. O Black. Menuda mierda de nombre. Kieran podía cambiarlo porque era su alfa, pero le parecía de muy mala educación hacerlo sin su permiso. ¿Ya que te he salvado de una horda de demonios cuando hacías una ruta para turistas pero soy un licántropo que no solo te mordió, si no que lo hizo en la nuca de manera que quedases vinculado a mí para siempre, te importa que vuelva a cambiarte el nombre?
Estaba esperando porque una psicóloga estaba asesorando a su recién encontrado omega a asimilar lo que le iba a ocurrir, fisiológica, morfológica y mentalmente.
Habiendo nacido bajo la influencia de omega, seguramente habría muchos rasgos que se habían manifestado en su forma humana. Poca agresividad, tendencia a enamorarse de hombres más fuertes... pasivo en la cama.
Intentó borrar esa imagen de su mente.
Podría ser su omega, pero todo era nuevo y difícil para él.
La puerta se abrió. El muchacho llevaba ropa prestada que le quedaba muy grande.
Kieran no pudo evitar pensar al mirarlo en cómo sería en forma de lobo.
-¿Te encuentras bien? Te agradezco haberme salvado la vida y la psicóloga me ha explicado todo muy bien. No voy a demandarte. La verdad es que creo que todo esto es maravilloso. Excepto por los demonios. Esa parte no me gustó.
Kieran le miró fijamente. No sabía explicar el cómo y el porqué, pero algo dentro de sí estaba cambiando y se estaba poniendo a los pies de ese hombre. Aunque también se sintió molesto. Si el no hubiese llegado...
Borró eso de su mente. Como su abuela decía, dos almas destinadas a ser tu media luna, tu compañero de vida, encontraban la forma de hallarse contra todo pronóstico.
Kieran podía comprender que hubiese tardado en llegar. Era más joven y venía del otro lado del mundo.
-Vamos. Te llevaré a casa. A la de aquí, de Londres. Ya te explicaré.
El omega asintió.
-Así que eres médico. Siento que he caído en una novela romántica. Nunca pensé que un licántropo podía ser médico.
-¿Por qué no?
-Está la inteligencia y la rapidez, pero cualquiera creería que la parte agresiva sería un problema.
-No todos somos agresivos. Gratuitamente no. ¿Por qué los humanos tienen esa imagen?
-Supongo que por el cine. Hay muchas novelas donde os describen como sexys, posesivos y por algún motivo untados en aceite. Pero el cine... Jacob no era tan malo, pero era un poco simple. Perdió contra Edward sin pelear.
-Te gusta mucho la fantasía y el romance.
-Si no fuera por la paliza y porque mi nuca duele, creería que mis amigos me habrían preparado una experiencia mágica.
Esa parte le recordó al alfa que ambos tenían familia y amigos y dos realidades que necesariamente iban a chocar.
-...si sabías eso?
Miró a Hīma, Black o como fuese.
-Perdón. Me perdí en mis pensamientos.
-Me mordiste en la nuca. He leído suficiente omegaverse para saber que para transformarme podrías haber mordido otra zona, pero sabias que con ello nuestro lazo sería irrompible.
Las puertas del ascensor liberaron a Kieran de responder. El estacionamiento estaba totalmente vacío.
-Vamos. Los dos estamos cansados.
-¿Puedes ver en la oscuridad?
¿Soy un gato?
-Los vampiros...
-No. No y no. Los vampiros son parásitos que han sido bendecidos con una belleza casi igual a la de los feéricos pero pueden ser amables o un depredador sin piedad que se alimentan de sangre. Como un mosquito. Además, ellos... ellos... se transforman, algunos, en murciélagos. Ratas con alas.
-Lo siento. Estoy seguro de que ser licántropo también tiene muchas cosas buenas.
Kieran abrió su coche.
-Como este coche. Es una maravilla. Lamborghini. -añadió para animar a Kieran.
Se subieron al vehículo.
-Siento haber mencionado lo de los vampiros. Estoy mucho más feliz siendo licántropo.
-¿Aunque en la lotería genética te haya tocado ser omega y por tanto estemos unidos... en todos los sentidos?
Kieran le miraba fijamente.
-Siempre que no seas polígamo.
-Oh, Dios, me vas a volver loco.
Hīma no pudo responder. El cuerpo de Kieran se abalanzó sobre el suyo y su cabeza tocó el vidrio de la ventana.
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