La vida de Henry, un profesor de secundaria, se viene abajo cuando su esposa le pide el divorcio para irse con su mejor amigo. Decide dejar todo y viajar a Italia, donde conocerá a Sophia, quien inmediatamente se interesa en él. Sin embargo, Henry s...
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ִֶָ𓂃 ࣪˖ ִֶָ🐇་༘࿐ 01 de junio de 1999
Arabella estaba sentada en una banca de un parque, con un cigarrillo en la mano, mientras Liam estaba sentado a su lado. Ambos estaban conversando tranquilamente, disfrutando de pasar tiempo juntos. Aunque era irónico que el único que la entendía era el hijo de su abusador, ella apreciaba su amistad y sentía que su relación no tenía que pagar por los pecados de su padre.
Además de que Liam también tenía su propio resentimiento hacia su padre, debido a que tenía que reprimir su verdadera preferencia sexual por hombres. Esto provocaba que se sintiera atrapado y sin poder expresarse, pero encontrar a Arabella le ayudaba a desahogarse y sentirse comprendido.
Arabella observaba a Liam mientras él estaba sentado junto a ella, fumando un cigarrillo. Era evidente que era un chico muy atractivo, con una piel blanca y unos ojos azules que atrapaban la atención. Era una lastima que fuera gay, ya que hubiera sido el novio perfecto.
—Diablos Liam, si no fueras gay seguro te besaría —exclamo ella lamentándose
Liam lanzó una carcajada sonora al escucharla, y luego le dio una sonrisa traviesa.
—Oye, si no fuera gay seguramente te llevaría a la habitación ahora mismo.— respondió él, con un tono burlón.
Sí, Liam era definitivamente una de las pocas personas con las que Arabella se sentía cómoda siendo ella misma. No le importaba su pasado oscuro y no la juzgaba por ello, y eso era algo que ella realmente apreciaba. Con él podía relajarse y ser autentica, sin tener que preocuparse de ser juzgada o criticada.
Y, Henry era la otra persona con la que se sentía cómoda y auténtica. Aunque sabía que no debería sentirse así, no podía evitar el anhelo y la atracción hacia él. Sus pensamientos volvieron a él, y se vio a sí misma recordando su sonrisa, su mirada y su toque.
Desde que se habían besado, habían pasado ya 4 días, pero Arabella no podía dejar de pensar en ello. Anhelaba sentir otra vez sus labios contra los de ella, sentir la calidez de su cuerpo, y necesitaba más de él. Su mente se llenaba constantemente con imágenes de ese momento y su cuerpo anhelaba su contacto.
—Hey, ¿estás aquí? —dijo Liam, con una sonrisa
Arabella le dio un ligero empujón juguetón y rodó los ojos.
—Estoy aquí, solo estaba... pensando.— respondió ella, tratando de disimular.
—Oh, vamos, no te hagas la tonta conmigo. Sé exactamente sobre qué estás pensando. — dijo Liam, guiñándole un ojo.
Arabella se sonrojo ligeramente, sabiendo que él la había descubierto. Intentó cambiar de tema, pero Liam no la dejaba.
—Vamos, suelta el chisme. Sé que hay algo o alguien en tu mente.—dijo Liam con una sonrisa traviesa.
Arabella suspiró, sabiendo que era inútil tratar de evadir la pregunta. Además, le gustaba hablarlo con él, era uno de los pocos a quien podía confiarle algo así.
—Es Henry... —admitió finalmente en un susurro. —He estado pensando en él, y en ese beso que compartimos hace unos días.
La sonrisa de Liam se ensanchó aún más, y él soltó una carcajada.
—Oh, por supuesto que has estado pensando en él. Está para comérselo en panecillo—bromeó él, mirándola con malicia.
—Ya, ya, no quiero oír eso de ti— se quejó ella, fingiendo enojo, mientras le daba otro empujón juguetón.
En el fondo sabía que tenía razón, Henry era irresistible, pero no quería admitirlo frente a Liam.
Arabella también empezó a pensar en cómo podría usar a Henry para llevar a cabo su plan de venganza contra Tomasso, pero sabía que no podía contarle eso a Liam. Era su padre, después de todo. Así que, decidió guardar silencio al respecto, y seguir hablando sobre lo que le interesaba realmente en ese momento.
—Estoy hablando en serio, Liam— dijo ella, con más seriedad en la voz. —Estoy obsesionada, no puedo quitarme ese beso de la mente.
—Y el hecho de que él sea más grande y mayor que yo, solo hace que todo esto sea aún más emocionante.—añade ella, con un tono travieso.
Liam la miró de arriba abajo, luego levanto una ceja con gesto burlón.
—Oh, vaya, alguien tiene una obsesión con los hombres mayores.
—Solo con el.
—Ademas de que sigue de novio con tu madre, no?
Sí, también estaba el pequeño problema de que Henry seguía estando de novio con su madre, convirtiéndose en un obstáculo extra en su camino.
—Lo sé, es un dolor en el culo.— Admitió ella, frunciendo el ceño. —No sé cómo voy a competir con mi propia madre.
—Bueno, tal vez solo deberías hacer lo que mejor sabes hacer... usar tus encantos para conseguir lo que quieres—aconsejó él
—Lo dices como si fuera tan fácil— respondió ella, rodando los ojos. —No es como si simplemente pudiera ir y hacerle un striptease para que me bese de nuevo. Él tiene ética y principios, y obviamente sabe que no debería estar haciendo esto conmigo.
Liam soltó una carcajada ante su comentario.
—Te sorprendería lo mucho que un buen striptease puede hacer.— bromeó. —Pero tienes razón, él tiene ética y principios. Aunque, eso también significa que es vulnerable.
—Qué quieres decir?— preguntó ella, confusa.
Liam se rio entre dientes.
—Vamos, Ara. Tú eres lista, sabes exactamente a lo que me refiero. Él tiene principios, y eso significa que es más propenso a romperse si se le tienta lo suficiente.
Arabella sabía a lo que se refería Liam. Henry tenía fuertes principios y valores morales, y si se le presionaba lo suficiente, podría romperse y ceder a la tentación, especialmente si ella era quien lo tentaba.
Era cierto, no solo Henry podría caer ante sus encantos, sino que también podría ayudarla a ejecutar su plan. Sabía qué hacer para tentarlo y persuadirlo, y estaba determinada a conseguirlo.
Después de pasar un rato hablando y fumando con Liam, Arabella finalmente se despidió de él y se fue. Al volver a su casa, sabía exactamente lo que necesitaba hacer a continuación.
Aunque le desagradaba el hecho de que Tomasso aún la deseaba, Arabella a sabía que podría usarlo a su favor. Él tenía un historial de ser débil ante ella, y ella estaba dispuesta a capitalizar ese hecho. Sin embargo, se sentiría sucia y nauseabunda al hacerlo, pero era necesario para cumplir su objetivo final.
Su plan era perverso, pero efectivo. Su objetivo era manipular a Tomasso usando su deseo por ella y hacer que él mismo creara una situación que lo hiciera parecer un abusador otra vez. Esperaba que Henry llegara justo en el momento adecuado para intervenir y detenerlo.
Arabella se preparó para comenzar su plan, sabiendo que aún tenía un largo camino por delante. No iba a ser fácil y probablemente tendría que sacrificar algunos de sus límites y su dignidad, pero todo valdría la pena si finalmente lograba su venganza.
