capitulo 9

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kagome había paso la noche en la clinica y al día siguiente naraku estuvo encantado de verla y decirle que todo estaba bien y que podía marcharse, no sin antes recordarle todo los cuidados que debía tener si quería que su embarazo llegara a término, naraku le había explicado que debido a la inseminación y a la amenaza de aborto debía tener mucho reposo por lo menos el primer trimestre para asegurarse que todo estuviera bien y el feto no corriera peligro, Naomi y kagome le agradecieron mucho a naraku por sus cuidados felices de que todo estuviera bien, inuyasha había terminado su turno en la clínica y se había ofrecido a llevarlas a casa para molestia de kagome que solo tuvo que callar e ignorarlo, al pasar por el vestíbulo pudo ver la silueta de sesshomaru revisando unos exámenes, se le veía agotado y kagome solo pensó que al igual que inuyasha había tenido turno doble y por eso su estado, el peliplata había sentido su mirada porque automáticamente había mirado en su dirección haciéndola ruborizar cuando sus miradas se encontraron, ella bajo la mira sin quererlo verlo de mas por lo que había pasado la noche anterior y el hizo como que la ignoraba cuando en realidad no la perdió de vista en ningún momento hasta que se fue de la clínica, un sentimiento de malestar se había alojado en el pecho de sesshomaru al verla partir con inuyasha, el debería estar con ella y su hijo no ese idiota, frunció el señor molesto con sigo mismo por ser tan cobarde y no decirle la verdad a kagome, si lo hubiera hecho desde un principio esto no estaría pasando, suspirando fue al consultorio de naraku para saber como estaba la azabache, se tranquilizo un poco al saber que por el momento no corrían peligro, ya más tranquilo fue a su oficina a recoger sus cosas para ir a casa había sido un día agotador el de ayer y preocupado por kagome y su hijo no había sido capaz de irse de la clínica excusándose al decir que tenia turno doble, ser cirujano general le daba ciertos privilegios, el podía hacer casi cualquier operación al estar capacitado a operar cualquier órgano vital y hacer cirugías extraordinarias que muy pocos médicos se atrevían a hacer. , su idiota hermano era cirujano traumatólogo y a pesar de que eran muy distintas ambas especialidades ambos se desempeñaban muy bien en lo que hacían, tomando sus cosas salió de la clínica subiendo a su auto quedandose un momento estático al ver la mancha de sangre que había en el asiento del copiloto recordándole que había perdido a uno de sus hijos, un sentimiento de tristeza se apoderó de su pecho llevando su mano despacio hasta tocar la mancha de sangre seca sintiendo mucha nostalgia, quitando su mano de ese lugar puso en marcha su auto para irse a casa, bebería hasta quedarse dormido si con eso conseguía dejar de sentirse así

Kagome había llegado a su departamento muy cansada y algo deprimida, tuvo la posibilidad de tener dos hijos pero uno no estaba listo para creer y nacer con su hermano, había hablado del tema con su madre la noche anterior siendo consolada por naomi que le decía que todo estaría bien y que pronto tendrían a su hermoso bebe, en el camino a su departamento kagome había ignorado a inuyasha que hablaba uno que otra cosa con su madre, al llegar solo se encerró en su habitación sin prestarle la mas mínima atención a sus invitados que solo suspiraron con tristeza por la situación, Naomi le había pedido a inuyasha que tuviera paciencia que su hija necesitaba tiempo para sanar su orgulloso corazón, el peliplata la entendía no seria fácil que kagome lo perdonara y quisiera estar con el de nuevo pero el daría lo mejor de si para ayudar a kagome con ese bebe que ya había aceptado como suyo, se despidió de Naomi pidiéndole le avisara de cualquier cosa, la señora higurashi prefirió no molestar a su hija por el momento solo la dejaría descansar ella mientras se ocuparía de la casa y llamaría al abuelo para contarle la nueva noticia y saber como estaban las cosas en el templo.

y así fueron pasando las semanas y los meses, kagome había pasado por fin su primer trimestre de embarazo y naraku le había dado la noticia de que ya no corrían peligro y que su bebe estaba creciendo perfectamente, aun era muy pequeño para saber su sexo pero en unos meses lo sabrían, había tenido que pedir un poco más de tiempo de vacaciones e izayoi e inuno no habían tenido ningún problema con ello, excepto bankotsu que siempre se quejaba con ella por mensaje diciéndole que le había hecho trampa, pero que se alegraba de que tanto ella como su bebe estuvieran bien, su madre le había contado al abuelo sobre el nuevo bebe así que el anciano hombre ni corto ni perezoso se había ido a la ciudad a ver a su nieta y estar con ella en estos momentos, explícarle al abuelo lo que había pasado en realidad no había sido muy fácil, el anciano se molesto con Naomi por semejante mentira diciéndole que su nieta no necesitaba de ningún hombre para salir adelante con su hijo pero después de un largo debate el abuelo había aceptado de mala gana guardar el secreto y aparentar frente a las personas.

Un amor extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora