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Noah: ¿Esto también pequeña?

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Noah: ¿Esto también pequeña?

Claire: ¡Sí! Son mis muñecas favoritas -asentí y fui a dárselas a la Señorita-.

Iba subiendo las escaleras cuando vi que Enoch estaba agarrando sus frascos, toque la puerta de su cuarto.

Noah: ¿Necesitas ayuda? -le pregunté con una sonrisa-.

Enoch: ¿Te quedarás? -paré en seco-.

Noah: Yo... No, no lo sé. Ya no tengo a nadie quien vea por mi y me ayude con mi peculiaridad -desvié la mirada-.

Se me acerco.

Enoch: Tal vez pueda enseñarte -me agarró del mentón obligándome a mirarlo- Quédate

Nos mirabamos fijamente, mientras nos acercabamos más.

Jake: Noah -nos separamos rápidamente- lamento interrumpir. ¿Nos vamos? -miré a Enoch y después a Jake-.

Noah: Jake... yo... me quedaré

Jake: ¿Qué?

Noah: No tengo hogar, mi madre murió por mi culpa, no puedo regresar... y sin Abe, no tengo nada que hacer allá

Jake: -dio una risa sin gracia- Me dejaras solo... Por supuesto, por Enoch.

Noah: Jake -intenté acercarme, pero se alejó-.

Jake: ¿Me dejaras por Enoch? -me preguntó y negué-.

Noah: No tengo un hogar, Jake. Entiéndeme por favor tu tienes a tus padres... Yo ya no -se empezaron a cristalizar mis ojos-.

Jake: Bien, eres una maldita egoísta, igual a tu padre, solo piensas en ti -se fue-.

Noah: Jake -me quedé paralizada por lo que dijo, pero Enoch me abrazo y empecé a llorar-.

[...]

Peregrine: ¿Es todo, Noah? -asentí triste- Ven aquí -la abracé- Todo estará bien ¿sí? -me agarró la cara y me quito las lágrimas- Ve a ayudar a Enoch

Asentí y fui por él.

Noah: Esto igual ¿cierto?

Enoch: Si -asentí y empecé a agarrarlo todo- Oye... ah, sé que no te agradan las disculpas, pero lo siento

Noah: No es tu culpa, soy una egoísta y solo pensé en mi -sonreí- No es culpa tuya te lo aseguro

Enoch: No digas eso -se acercó a mi- No eres una egoísta, no tenías a nadie, solo eras una niña asustada ¿sí? -me agarró la cara- Tú eres increíble y piensas en los demás, no te culpes.

Noah: No puedo no culparme -lo miré a los ojos-.

Enoch: Solo quiero que estes bien y ya -lo abrace-.

Noah: Vamos, todavía falta mucho por empacar -sonreí-.

[...]

Bajé para darle los frascos de Enoch a la Señorita Peregrine

EL SECRETO EN TUS OJOS | Enoch O'ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora