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——— ⋆౨ৎ˚⟡˖ ࣪ ———
"—— nuestras almas se encontraron para no separarse nunca. ——"
LILITH LIONES
Se acercaba mi décimo cumpleaños, al igual que el de mi hermano, Tristan.
La relación que tengo con mi hermano nunca fue buena, aún que todos creen que son simples discusiones de niños, yo no lo veo así.
Cuándo mi hermano demostró que tiene ambos poderes, heredados de mis padres, me sentí de lado. Todos se impresionaron al ver el primer híbrido entre una diosa y un demonio.
Mientras que yo solamente tengo los poderes demoníacos heredados de mi padre. He intentado de todo para al menos, tener una pizca de poder de diosa, cómo Tristan, pero es imposible.
Lo envidio tanto, al punto que lo llegó a odiar. Me preguntó todos los días que hay mal en mí. Hay veces que no salgo de mi habitación por lo baja que llega ser mi autoestima.
Me levanté de mi cama, son casi las ocho de la mañana. Cada habitación tiene un baño, así que, me dirigí al mío para lavarme la cara y los dientes.
Caminé por los extensos pasillos del castillo, en dirección a la cocina para desayunar. Pero junte mis cejas al ver a las criadas correr por los pasillos.
Me acerqué a una, y pregunté ——: ¿Qué ocurre?
—— ¡Él príncipe Tristan volvió a escaparse! —— me respondió, con desesperación. Hice una mueca y seguí mi camino —— ¡Si lo ve, avísennos, por favor!
—— No, gracias. —— dije. La criada sólo suspiró y siguió corriendo por los pasillos —— Ese idiota piensa que puede hacer lo que se le de la gana. —— hablé para mi misma.
En el camino me encontré a mi madre, le sonreí e iba a hablar, pero ella habló primero ——: Lilith ¿has visto a tu hermano? Ese niño, de nuevo escapó. Tiene deberes que hacer.
Mi sonrisa se borró —— No... oye, mamá ¿la torta de qué es...?
—— No lo sé, después hablamos. Tengo que encontrar a Tristan. —— ni siquiera me miró, y se fue. Vi cómo su silueta desaparecía por los pasillos y seguí mi camino, pero con la cabeza baja.
Desvíe mi camino hacía el jardín, por esta vez, me saltaré el desayuno. Me acerqué hacía una rosas, todas lucían hermosas y brillantes, excepto una, se estaba marchitando.
