Alianza Finaciera

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Seasoning City

Reigen se encontraba sentado en su nueva silla ejecutiva admirando lo amplio que se había vuelto su oficina después de la restauración que le ofreció una de los demonios o mejor dicho una remodelación total.

Ya que su humilde oficina de pocas y dos habitaciones, una donde estaba su escritorio, un par de sillones para recibir invitados y una pequeña tele para ver la noticias.

Todo eso había cambiado de forma radical, primero ahora le habían entregado el mismo edificio, pero con dos plantas más, la primera planta era lo que uno podía esperar del ares de recepción de un conglomerado o un buffet de abogados, y por la textura de los muebles que sintió, seria uno caro, estuvo a punto de sacar los muebles y venderlos.

Pero su sentido común fue mas fuerte, es decir el evitar ofender demonios que podrían amenazar su vida y lo dejo como se lo entregaron, incluyendo la enorme tele que se encontraba en la recepción que estuvo mas tentado en llevar, pero se dio cuenta rápidamente que no cabía en la habitación que rentaba.

Había una pequeña fuente, pero según le dijeron era algo que le gustaba al diseñador y era como su marca personal, reigen no cuestiono ya que era gratis.

El segundo piso, el lugar donde estaba antes su oficina ahora se podría llegar por dos medios distintos, el primero era un practico ascensor para máximo 5 personas y unas escaleras a su lado para situaciones de emergencia, reigen probo el ascensor solo por la sensación de importancia que generaba.

Al salir del ascensor Reigen quedo asombrado por lo amplio que era ahora su oficina, de todo lo que había mencionado había sido cambiado para no solo cosas mas grandes y muebles variados, si no que su escritorio principal era enorme y ahora tenia en vez de un notebook, tres enormes pantallas de computador asociados a una poderosa maquinan que reigen supo solo por su forma que era cara y cerca suyo había una impresora 3D, no solo era una enorme impresora si no también 3D.

Si en ese momento le hubieran puesto un contrato por su alma a reigen, este lo hubiera firmado sin siquiera leer el contrato y comenzaba a entender porque la gente vendía su alma a los demonios, y aparte de amplio, tenia 3 puertas que daban a tres habitaciones más, una era su lugar de masaje que ahora había cambiado completamente y a los ojos de reigen lo hicieron re plantear que ahora solo podría dedicarse a los masajes y con eso ya le bastaba para subsistir con tal habitación.

Pero rápidamente sacudió la cabeza, él quería adrenalina y la comodidad no sería lo que había motivado a abandonar su empelo de oficina, y menos ahora que sus poderes psíquicos habían vuelto aumentar.

Ahora ya no solo podía observar a hoyuelo incluso si no quería manifestarse en su presencia, si no que había ganado la capacidad de poder hacer telequinesis, lamentablemente solo objetos pequeños, siendo el máximo el tamaño de una cámara que se evalúa en 30.000 yenes.

Pero reigen no necesitaba mas de eso, el no pensaba pelear ya que para eso le pagaba a Mob y Ingvild, en cambio con sus nuevos poderes psíquicos podría facilitarse la vida como el de no levantarse para buscar el control remoto o cargar su celular desde la distancia sin salir de la cama, beneficios que el japones sin poderes nunca podrá disfrutar.

También ahora podría enfrentar su cuartada psíquica mucho mejor contra los incautos y no mentirle tanto a Mob, todo en el pensamiento de reigen eran ganancias.

Volviendo al pequeño tour por su nueva oficina, las otras dos habitaciones tenían cosas interesantes, una era una adaptada a la tecnología y estaba lleno de procesadores, que serian de mucha ayuda para sus exorcismos digitales y la otra habitación estaba acomodada para exorcismos o cosas relacionada, un lugar perfecto para guardar chucherías que le podría vender a los clientes.

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⏰ Última actualización: Oct 23 ⏰

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