Damara se sentía vulnerable. A pesar de haber estado ocultándose durante tanto tiempo, la confrontación con Bruce la había desarmado de maneras que no esperaba. Sabía que había dejado de ser una sombra en la Mansión Wayne, pero ahora su mayor temor era lo que Talia haría al descubrir que había sido expuesta.
Después de la charla con Bruce, había regresado a su escondite, su mente trabajando a toda velocidad. La herida aún punzaba en su costado, y aunque estaba sanando, no lo hacía lo suficientemente rápido. Sabía que no podía permitirse estar débil, no ahora que su presencia en Gotham estaba en peligro de ser revelada. Si Talia se enteraba, la respuesta sería inmediata y letal.
A pesar de la desconfianza que aún sentía hacia Bruce, había una extraña sensación de alivio al saber que Damian y ella ya no tenían que ocultar su relación. Su hermano la había protegido hasta este punto, pero ahora los dos compartían un secreto mucho más pesado. Si Talia descubría que Bruce sabía de su existencia, la furia de su madre caería sobre ella sin piedad.
————————
Mientras tanto, en algún lugar recóndito, Talia al Ghul permanecía al tanto de los movimientos en Gotham. La Liga de Asesinos nunca estaba del todo quieta, y sus informantes habían estado observando con ojos atentos. Sabía que Damian estaba más cerca de su padre de lo que había previsto, y aunque eso ya era motivo de preocupación, había algo más. Algo en sus fuentes la inquietaba: pequeños rumores de una sombra femenina moviéndose cerca de él.
"No puede ser", pensó Talia. Había dejado a Damara con un propósito claro: proteger a Damian, y si Bruce la descubría, todo su plan se desmoronaría. Pero ¿cómo había pasado esto? Su hija, a quien nunca le había dado el mismo valor que a Damian, estaba arriesgando la misión completa. Si Damara ya no estaba oculta, todo cambiaría. Y no para bien.
Talia envió una señal. Era el momento de actuar, y sabía que su próximo movimiento debía ser decisivo. No podía permitirse que su plan fallara por una hija a la que siempre había considerado prescindible.
————————
De vuelta en la Mansión Wayne, Bruce había aceptado mantener en secreto la existencia de Damara por el momento. Aún no había decidido qué hacer exactamente con la información. Confiaba en Damian, pero las lealtades de Damara aún estaban en duda, y las sombras de la Liga de Asesinos nunca se desvanecían por completo. Además, tenía que mantenerla oculta de los otros miembros de la familia, especialmente de Tim y Dick. Bruce sabía que la llegada de una nueva figura podría perturbar el delicado equilibrio de su familia, y necesitaba tiempo para procesar todo.
Por su parte, Damara sabía que su situación era insostenible a largo plazo. No podría mantenerse en la sombra para siempre. Aunque Bruce había aceptado su presencia de momento, no podía prever cuánto tiempo tendría antes de que alguien más en la mansión descubriera su existencia. Cada noche que pasaba en la Baticueva o en su escondite la acercaba más al momento inevitable en que tendría que interactuar con el resto de la familia.
Una noche, mientras Damian estaba en la ciudad patrullando, Damara decidió moverse por la mansión. Sabía que Bruce había intensificado la vigilancia, pero necesitaba estirar sus músculos y despejar su mente. No se trataba solo de escapar de las sombras; era una estrategia para mantenerse ágil y preparada para cualquier eventualidad.
Sin embargo, mientras caminaba por uno de los largos pasillos de la mansión, escuchó algo. Pasos. Eran ligeros, pero lo suficientemente perceptibles para alguien tan entrenada como ella. No era Bruce ni Alfred, y tampoco era Damian. ¿Podría ser uno de los otros? Sabía que debía evitar cualquier encuentro innecesario, así que giró por una esquina y se ocultó en una habitación cercana.
Desde la penumbra, observó cómo una figura alta y esbelta caminaba por el pasillo. Era Dick Grayson, Nightwing. Él estaba claramente sumido en sus pensamientos, quizás ajeno a la posibilidad de que alguien lo estuviera vigilando. Damara contuvo la respiración. Si la descubrían ahora, todo su esfuerzo por mantenerse oculta se iría por la borda.
Dick se detuvo por un momento, como si hubiera percibido algo. Miró alrededor del pasillo, frunciendo el ceño, pero finalmente continuó su camino sin hacer preguntas. Cuando sus pasos se desvanecieron, Damara soltó el aire que había estado conteniendo.
Había sido demasiado arriesgado, y lo sabía. Bruce podría haber intensificado la vigilancia por razones obvias, pero los otros miembros de la Batfamilia eran igual de peligrosos en ese sentido. No podía permitirse más errores. El peligro aumentaba cada día, y aún tenía que resolver cómo proceder.
————————
Esa misma noche, cuando Damian regresó de su patrullaje, encontró a Damara esperando en su cuarto. Su rostro estaba más serio de lo normal, lo que ya decía mucho.
— Padre, te prohibió salir de la mansión — dijo Damian, dejando caer su equipo y sentándose junto a ella.
Damara asintió.
— Cuanto tiempo crees que le tome a madre averiguarlo.
Damian se pasó una mano por el cabello, visiblemente tenso.
— No estoy seguro. Él prometió no decirle nada a los demás... por ahora. Pero en algún momento lo averiguaran y madre... no creo que le tome mucho tal vez alguno de sus informantes ya noto algo.
Damara asintió lentamente. Ambos sabían que esto no se trataba solo de Bruce y la Batfamilia. El verdadero problema seguía siendo Talia. Si su madre llegaba a enterarse de que Bruce conocía la verdad, la Liga actuaría sin dudar. Y eso pondría a Damian en el centro del conflicto.
— Tenemos que estar preparados —murmuró Damara, apretando los dientes.
Damian la miró de reojo, su expresión oscurecida.
— No te preocupes. Pase lo que pase, no dejaré que te atrapen.
Damara le dedicó una leve sonrisa, aunque su preocupación persistía. Sabía que Damian haría todo lo posible para protegerla, pero también entendía que la situación estaba fuera de sus manos. Talia, la Liga, incluso Bruce... había demasiadas fuerzas en juego, y ella seguía siendo la pieza más vulnerable del tablero.
————————
A kilómetros de distancia, en una base oculta de la Liga de Asesinos, Talia recibió un informe de uno de sus hombres en Gotham. Sus ojos se entrecerraron al leer las palabras que aumentaban sus sospechas. Damara, no se había visto en la última patrulla de Batman y Robin.
Frunciendo el ceño, se levantó de su asiento y caminó hasta una mesa llena de mapas y estrategias. Su plan había sido cuidadoso, pero ¿había subestimado la lealtad de Damian a su hermana? No estaba segura pero ahora, tendría que actuar antes de que todo se desmoronara.
— Envía a nuestros mejores hombres a Gotham — ordenó a uno de sus subordinados — Si Bruce Wayne conoce la existencia de Damara, debemos proceder de inmediato. Ella puede ser útil... pero solo mientras siga cumpliendo su propósito. Si ya no es útil, elimínenla.
Talia sabía que el momento de la confrontación estaba cerca. Y esta vez, no se contendría.
~~~~~~~~
Hola, hola, solo les quería contar que los capítulos 9 y 10 de Sombras en Gotham ya están listos y se publicarán el próximo sábado y martes. En realidad, tengo el borrador hasta el capítulo 20, pero, como tenía clases en la U, me atrasé un poco. ¡Solo me quedan una semana y ya salgo de vacaciones!
ESTÁS LEYENDO
Sombras en Gotham
FanficDamara, la hija de Batman y hermana melliza de Damian Wayne, tuvo su destino moldeado por Talia al Ghul desde la infancia. Mientras Damian fue preparado para ser el heredero perfecto, Damara fue entrenada en secreto para ser su sombra y protectora...