Capítulo 3

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Habíamos jugado un par de partidas, y no habían resultado como imaginé. Kuzed era muy amable y divertido, a pesar de que se note super serio. Igual me ponía nerviosa, pero no sabía si era porque me da pena que sea un jugador tan bueno y yo tan principiante, o por su acento. Casi no se le notaba el acento bogotano, o rolo como le dicen allá, en comparación a Alonso, pero de vez en cuando se le salía.

─Bueno, no eres mala, solo principiante—dijo al terminar la tercera partida que jugamos—nada que con buena práctica y consejos no se mejore.

Sonreí al escucharlo decir eso.

─Estuvo divertido, gracias por jugar conmigo—dije.

─ ¿Me estás echando ya? —preguntó en tono ofendido.

─No, no es eso—me apuré a decir, por eso no hablaba, porque sabía que podía cagarla—me refería a que agradezco mucho que hayas jugado conmigo, pero podemos seguir jugando.

─Tranquila, te estoy molestando—dijo burlándose—no pasa nada, igual debo irme, mi dúo me espera para jugar clasificatorias—¿dúo? Obvio tenía dúo, en que estoy pensando—También me divertí mucho. Recuerda que la clave es disfrutar el juego, no te estreses—añadió.

─Ah, claro, está bien—reí nerviosa—capaz jugamos luego.

─Dale, hasta luego—dijo y salió del Discord.

Y no era mentira lo que dijo, porque salió de la sala e inmediatamente entró a cola de clasificatoria.

La había pasado realmente bien, en ningún momento me hizo falta la presencia de Alonso, pero si podía decir que se sentía distinto al jugar con él, era extraño. Con Alonso solo era muy fácil jugar, en cambio con Kuzed me sentía nerviosa todo el rato.
Puse mi cuenta en ocupado y me fui dormir un rato.

...

La vibración de mi celular me despertó.

─¿Aló?—contesté, medio dormida.

─¿Qué hubo Mel? Lista para unas partidas de Valo—me respondió Alonso, muy alegro, al otro lado de la línea.

─Alon, sí, ya inicio el juego—contesté mientras me incorporaba lo más rápido posible y le colgué.

Miré la hora, mi siesta había durado unas tres horas. Ya era hora de cenar y mi cuerpo lo estaba reclamando.
Entré al chat del juego y saludé.

─ Alon, ¿me das unos cinco minutos para ver que puedo comer?─le pregunté—sino juega una partida rápida.

─Anda Mel, pero apura parce—dijo riendo.

─Dale—me quité los audífonos y me fui a la cocina.
No había mucho para elegir y tampoco tenía muchas ganas de cocinar, así que solo me preparé un cereal y me lo llevé a la pieza.

─Ya volví—grité cerca del micrófono de los audífonos, sin ponérmelos aún—Espera me pongo los audífonos—avisé, por si me hablaba.

─¿Ya me escuchas?─pregunta Alon─¿qué me vas a invitar a comer?—dice bromeando.

─Cereal, pero te toca venir.

─Me apunto—rie─ ¿Te acuerdas de Kuzed? Va a jugar con nosotros esta noche.

Vaya, tener el placer de jugar con él dos veces en el día. Antes de que pudiese contestarle, Kuzed añade:
─Pero te toca carrear Alonso, ando cansado—ríe.

Sonrío.

─No pasa nada, igual ya con...

─ ¿Qué tal todo? –me interrumpe Kuzed—ya era hora de volver a jugar juntos, pero Alonso no colabora.

Conexión en cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora