Chapter 15

91 25 0
                                    

Roseanne

Estoy tan frustrada y enojada que no presto atención a dónde vamos.

Sí, quiero que me cuente todo. Sí, la imbécil conoce mi cuerpo más de lo que nadie debería ¿Pero es una excusa para mi fuerte reacción hacia ella?

Se supone que debo alejarla, no atraerla, maldita sea.

Solo salgo de mi estupor cuando el auto se detiene en medio de la nada.

Y me refiero a la mitad de ninguna jodida parte.

Mis extremidades se ponen rígidas.

Esta no es la mansión de Manoban o algún lugar de la civilización.

No.

El lugar parece desierto sin ninguna casa o gente a la vista. La única señal de intervención humana es un camino de tierra que debemos haber tomado para llegar aquí.

Innumerables pinos se elevan en la distancia, casi chocando con el cielo nublado.

El único edificio a la vista es una casa tipo cabaña con una estructura de madera y un pequeño jardín en la parte delantera. 

Mis omóplatos se endurecen y observo frenéticamente mi entorno como si estuviera buscando ayuda. Y tal vez necesito ayuda ¿Por qué demonios me traería Lisa aquí si no planeaba lastimarme de alguna manera?

Sale y cierra la puerta. Me estremezco ante el sonido.

¿Qué demonios es lo que me pasa? Si Lisa lo viera, lo habría usado contra mí.

Cuando no salgo del auto, gira a mi lado y abre la puerta. Su antebrazo descansa sobre el capó del Ferrari mientras me mira como si fuera una maravilla.

Desde este ángulo, es tan de otro mundo, es injusto.

—¿Estás planeando quedarte allí todo el día?—pregunta.

—De ninguna manera voy a dejar este auto.

Su cara de póker está encendida mientras habla en tono desapegado:

—No te preocupes. No los entierro aquí.

Mis ojos casi se salen de sus cuencas mientras la miro boquiabierta. Ella se echa a reír, el sonido hace eco a nuestro alrededor como un instrumento. Un instrumento oscuro como el infierno. Pero por alguna razón, estoy atrapada en esa risa.

En la facilidad detrás de esto.

En la honestidad de eso.

Lisa rara vez se ríe y cuando lo hace, generalmente es parte de su máscara ¿Pero ahora mismo? Parece genuinamente feliz. Algo se hincha al pensar que soy la razón detrás de esto.

—Jesús—Pellizca mi mejilla—Deberías ver tu adorable cara.

Alejo su mano, tratando de fingir ofensa.

—Eso no es divertido.

—No lo es. Pero tú lo eres—Hace un gesto hacia la casa-cabaña—Vamos.

Sacudo la cabeza.

—Podemos hablar aquí.

No recibo una advertencia.

Un segundo estoy sentada en el auto y al siguiente, Lisa está soltando el cinturón de seguridad y sacándome. Coloca un brazo debajo de mis piernas, el otro en mi espalda y sin esfuerzo me arroja sobre su hombro.

Estoy tan impresionada por su fuerza y la facilidad con la que me lleva que me paso unos segundos sin palabras. Todo lo que puedo hacer es ver el suelo moverse bajo nuestros pies.

Deviant Queen II (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora