AMARTE

Capitulo II

La Boda

¡Nos casamos!

Bianca & Octavio

Queremos que nos acompañes en este hermoso día.

Dónde daremos el sí en el altar para bendecir nuestro amor.

Por eso te esperamos este Domingo 03 de marzo en la Basílica San Francisco.

¡Contamos con vos!

Todo estaba listo en el lugar. La decoración acorde a la ocasión con los colores pasteles que tanto gustaban a la novia, los invitados en sus asientos y en el altar Octavio acompañado de los muchachos.

Como la iglesia estaba en vísperas de las obras, el número de invitados estaba limitado. Algo que los novios aprovecharon para hacerla lo más íntima posible. Este día especial solo contaba con la presencia de los familiares y amigos más cercanos.

Los muchachos estaban en el altar, el sacerdote también se encontraba allí y solo faltaba la ansiada entrada de la novia.

Octavio se encontraba muy inquieto. Trataba de mantenerse firme, pero movía sus manos de un lado al otro, sin saber si dejarlas al frente o en su espalda.

Sus padrinos, en fila tras de él, lejos de calmarlo, aprovechaban para reírse de la situación.

-Míralo. Ayer presumía de su casamiento y ahora parece que va a caer desmayado-comenzó Elías hablando al oído de Jonathan, que se encontraba delante.

-Jonathan, dile que tenga quietos los pies-Ulises apareció tras Elías susurrando también-. La gente dirá que quiere correr.

-Con esas patas cortas no llegará lejos -remató Elías y echaron a reír los tres.

-¡Basta che! El padre nos va a retar. Déjenlo tranquilo -Jonathan bajó la voz y tomó a Octavio del brazo para acercarlo a ellos.

Formaron un pequeño círculo abrazándose mutuamente. Como un equipo de fútbol antes de jugar una final.

-Octavio -inició la arenga Jonathan- no te preocupes que todo saldrá bien. Mejor que estés de espalda y cuando Bianca esté llegando te avisamos para que te des vuelta.

-Me parece buen plan -dijo Octavio casi sin voz.

-Ya sabes. Si lloras nos debes unos buenos vinos -Elías le dio un pequeño golpe.

-Aguanta como puedas bobo, así no me quede en último -Ulises había apostado también, que si Octavio no lloraba Elías le cedería su lugar y quedaría en segundo detrás de Jonathan.

-Haré mí mejor esfuerzo -Octavio apretó sus labios conteniendo su risa. Incrédulo de sus propias palabras.

-¿Todavía están con eso? Todo porque Bianca eligió dos madrinas en lugar de tres.

-A ti no te importa porque no sos quien saldrá sólo al final -reprochó Ulises-. Vos y Elías saldrán con las chicas y yo al final solito dando pena.

-A Jonathan solo le debe preocupar que Melissa no lo perfore con la mirada mientras sale del brazo con otra -Elías conocía a su colega muy bien.

Al escuchar eso Jonathan levantó la mirada y localizó a su novia en la tercera fila del lado derecho. Ella lo miró también y le tiró un beso por lo que él le sonrió. Luego puso su dedo índice debajo de su ojo en señal de advertencia. Jonathan contuvo su sonrisa un poco sorprendido.

-Creo que te escuchó -se escondió entre los chicos.

-Mi socia y yo nos comunicamos telepáticamente. Por eso somos tan buen equipo en el despacho.