Directo al corazón

Capítulo 5

Dejándose llevar

Conducía con la radio encendida, cantando la canción que en ella sonaba mientras golpeaba el manubrio animadamente al ritmo de la melodía. De su bolsillo sacó su teléfono y marcó a Moxxie, que no tardó mucho en responder.

- ¿Señor?

-Mox ¿Están todos en la oficina? - Preguntó el asesino.

-Sí, todos seguimos aquí ¿Por qué?

-Voy para allá ahora. Tengo excelentes noticias-. Dijo el mayor sonriente, antes de cortar la llamada.

Se oyó una nueva canción por la radio. Blitz fastidiado la cambió inmediatamente al darse cuenta de que era de la famosa cantante Verosika Mayday, y su más rencorosa ex.

En las instalaciones de I.M.P todo continuaba como en cualquier día ordinario, solo excluyendo la actividad de ir a matar a otros por estar persiguiendo a un pez más gordo, o en su caso, un Goetia.

Les era mejor creer eso que aceptar la realidad de que no tenían clientes.

Millie le soplaba a una taza de café dirigiéndose hacia su lugar. Vio a Moxxie parado a mitad del cuarto, viendo atentamente la pantalla de su celular.

- ¿Que te dijo Blitz, amor? - Preguntó ella, sentándose sobre su escritorio.

El albino volteó, viendo a su esposa que tomó un sorbo de café.

-Viene para acá. Aparentemente tiene noticias-. Respondió, guardando el teléfono en su bolsillo.

Millie rio.

- ¿Debemos asustarnos? - Preguntó, ofreciéndole la taza a su esposo. Moxxie la aceptó, dándole un sorbito.

-No lo sé. Dijo que eran buenas noticias, pero conociendo a Blitz probablemente entre aquí gritando algo que me provocará un infarto-. Dijo el albino, volviendo a beber del café.

- ¡TENGO EL PUTO TRABAJO! - Gritó Blitz abruptamente, dando un portazo al entrar. Moxxie tosió desenfrenadamente, golpeando su pecho una y otra vez.

- ¡Mierda, señor! - Gritó con esfuerzo debido a la tos.

- ¿¡Tienes el trabajo!?- Preguntó Millie eufórica, con ambas manos estrujando sus mejillas.

Loona apartó la vista de su teléfono y se enderezó en su escritorio.

- ¿Y está vez si es oficial? - Le preguntó a su padre.

- ¡Muy oficial! Valió la pena cada maldita quemadura-. Gritó Blitz en afirmación, lleno de aires victoriosos.

Moxxie recuperó el aliento y caminó hacia ellos, dejando la taza sobre el mueble más cercano de paso.

-Ya que lo menciona ¿No hablaron sobre el incendio?

Tras la pregunta Blitz se tensó. Desvío la mirada y se rascó la nuca.

-Si, hablamos de eso y.... sabe que alguien provocó el incendio.

Se dio cuenta de las miradas de espanto de los presentes.

-Bueno, la principal razón por la que me contrató es porque ya sabe que alguien quiere matarlo ¿Cierto?-. Se defendió, incrédulo.

-Le dije que esto pasaría-. Dijo Moxxie, pellizcando el espacio entre sus cejas con frustración.

Blitz cruzó los brazos.

-Pero tengo el trabajo y solo eso debe importarnos.

-Señor, ahora el príncipe está al tanto de que corre peligro. Es probable que ahora no solo aumente la seguridad, si no que empezará a investigar.