Capítulo V

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El plan

Es momento de atraer al lobo

Sony

—Mierda, ¿díganme que tienen en mente? Todo esto parece sacado de alguna película de los vengadores en donde tenemos que recolectar las malditas gemitas del poder—les suelto con enfado a las chicas, mientras doy vueltas por toda la sala de mi departamento—Estoy que si escucho las trompetas del juicio final lo tomo como bendición.

Perla se pasa una mano por el rostro y se deja caer con pesadez al sofá. Aria por su parte solo se encuentra concentrada en su celular, mientras se muerde su uña postiza.

—Tenemos que hacer un plan para poder acercarnos a los A—dice Aria elevando su vista a mi—Y para poder hacer eso, hay que sabérnosla jugar para no acabar con una bala en la frente.

—A ti no te pueden tocar, es una ventaja al ser la nieta del alcalde—Perla dice en un murmuro lejano—En cambio yo...

—¡Agh! Me va a explotar la cabeza—Aria chilla con fastidio—Escuchen, hoy ellos se reúnen junto a los Coex para apostar en el póker, de igual forma nos podemos colar.

—¿Cómo vamos hacer eso? Esa es una reunión privada, si vamos nos sacan a patadas—le recuerdo, rodando los ojos—Además, recuerden que tenemos que saber quién de ellos...—joder, no puedo ni siquiera acabar la oración, todo esto es sacado de película de ficción—Vamos, una bala en la frente no suena tan mal después de todo.

Aria se ríe como si de verdad mis palabras fueran un chiste. Al ver que no me rio se calla.

—Se va abrir un caso para saber lo que le pasó a Harper—Perla dice, recomponiéndose en el sofá—La noticia se corrió rápido y ahora todos hablan de eso, incluso hay rumores de que los A están tras esto, puede que Mark los cite para un interrogatorio, son los primeros sospechosos... Pero joder, yo sigo sin procesar que la chica que vimos no es nuestra amiga.

—Necesitamos buscar respuestas, pistas, todo lo necesario... Esto es muy interesante—Aria agrega con suma intriga—Tengo muchas teorías, comenzando de que en las montañas puede que haya un portal que nos lleve a una nueva dimensión, es decir, hay que saber que esconden los árboles de pino.

—¿Dices que hay que cruzar?—pregunto con el entrecejo fruncido—Las personas desaparecen y luego son encontradas muertas y la verdad es que no me quiero morir todavía.

Aria y Perla se ven entre si, como si se hablaran con la mirada.

—No es una mala idea averiguar qué hay detrás de los pinos—murmura Perla con mucha seriedad en el rostro—La señora de la montaña. Ella dijo que Otzell podía cruzar y regresar, quizás debamos probar.

—Pero nosotros no somos esa chica, y además luego apareció muerta, no es especial—les digo, cruzándome de brazos—He seguido y estudiado ese caso, así que yo mejor me quedo en mi casa esperando a ver qué sucede y liando una estrategia para poder desenmascarar a los trillizos.

—Si tan solo tuviéramos un apoyo—Perla se queja con frustración, pasándose ambas manos por el rostro.

En eso Aria brinca en su lugar.

—¡Joder! Eso es—truena los dedos y una sonrisa la domina—Tengo una idea.

Ahora los que compartimos la mirada somos Perla y yo.

—Más que una idea es un plan—Aria dice, avanza hasta su cartera y de ella saca su libreta de apuntes, para anotar lo que va diciendo—Todos aquí tenemos una influencia que nos puede ayudar. Mi abuelo es el alcalde, por lo que puedo facilitarme de muchas cosas confidenciales, el padre de Perla es el abogado que sigue el caso de los desaparecidos y tu...—Aria me apunta con su dedo—Tú tienes al Sheriff del pueblo en la palma de tus manos.

DesaparecidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora