ENJOY THE SILENCE ── JAMES POTTER

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El día que conocí a los merodeadores lo supe, iba a terminar en problemas si me acercaba demasiado a ellos.

Por aquella razón simplemente, me habia mantenido alejada de James a metros de distancia, tal vez incluso más de los necesarios para prevenir una catástrofe. Pero ahí estaba yo, la tarde siguiente que podría haber salido de mi sala común a ver las estrellas en el balcón... En lugar de ello, estaba limpiando trofeos, hasta hacerlos brillar.

─Cuando vuelva quiero ver todo brillando, probablemente llegue con algo de ayuda para ustedes. ─Filch se rió de forma escalofríante al salir dando un portazo, siguiendo de cerca a la Señora Norris quien venia maullando pasillo abajo.

─Me arrepiento de haberme sentido culpable. ─Murmuré mirando a James, quién bufó despeinando su cabello con frustración.

─¿Porqué se llevo a Lily a la biblioteca? Maldito Quejicus. ─Se quejó, limpiando con más fuerza el trofeo, desquitando su odio en ello.

─¿Quejicus? ─Me reí entretenida, dejando de lado el trofeo que me habia tocado.─ ¿Lo inventaste tú o Sirius?

─¿Tú que crees? ─Preguntó levantando la cabeza cuando llegué a su lado, sus lentes estaban en la punta de su nariz, sin embargo él me estaba mirando sin ellos. Yo empujé su cabeza, acomodando sus lentes en el acto, tomando uno de los trofeos a un lado suyo, y comenzando a soplarlo para leer la placa.

─¿Cuánta gente importante crees que haya en este lugar? ─Me quejé sentándome en una mesa llena de otros trofeos─ Es un poco decepcionante saber que luego de haber hecho tantas cosas por un lugar mi nombre quedaría perdido en un lugar como este llenandose de polvo, solo me dan ganas de irme del puesto de prefecto.

─¿Y que esperabas? ─Se burló, tirando su trofeo por encima de su hombro con desdén, usando una de las estanterías como apoyo para su espalda.─ Luego de tantos años en pie, un lugar como este... Los menos interesantes quedarian en lugar oscuro y los que murieron primero quedarán en una mesa más importante.

Una de sus piernas se dobló para apoyar su codo de forma descuidada. El estaba sentado sobre el piso sin preocupación y simplemente no pude lograr quitar los ojos de su cuerpo, me humillé hasta que oí los pasos de Filch en el pasillo, logrando tirarle su trapo en el rostro, para que se ponga a limpiar, mientras yo fingía estar ocupada dejando un trofeo en dónde correspondía.

─Y aquí te quedarás zángano, espero que disfrutes ayudando a tus amigos limpiando este lugar. ─Filch empujó adentro a alguien que cayó casi de cara al piso, mientras cerraba con llave al galpón.

Al levantar la cabeza Sirius sonrió de lado mirándome, y luego paso su mirada a su mejor amigo, James se incorporó de inmediato tirando lejos todo lo que había estado usando para fingir limpiar.

─¿Como lo supiste? ─Preguntó James emocionado, acomodando su cabello para calmar sus nervios.

─Lupin encontró a Lily en la biblioteca y ella le dijo, el le dijo a Peter, el me dijo a mí y yo tenia casualmente unos muy bonitos petardos... Y estaba cerca de Lucius Malfoy. ─Admitió burlándose, luego busco entre sus bolsillos y de ahí arrancó unas llaves antiguas.─ Ni siquiera se dió cuenta, Filch debería tener más cuidado al abrazar a un extraño.

─Demonios, Lily... Tenemos que ayudarla también. ─Murmuró Potter con culpa, yo rodé los ojos poniendo otro trofeo en una de las alacenas, aunque el único lugar era el más alto de todos.

─Deja eso Bloom, podemos irnos de aquí. ─Murmuró Sirius y yo confundida iba a preguntarle como sabía de mí, pero antes James se acercó para ayudarme con el trofeo que estaba por caer en mi cabeza, dejándolo sin esfuerzo en la alacena.