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Camino entre el pasto apresurada, tenía que llegar a la cancha antes que las chicas para poder entrenar individual. Mi mente estaba muy disociado fuera de mi realidad, tenía varias emociones encontradas: nervios, presión, ansiedad que no pude ver cuándo tropecé con alguien.

Mireya está en el pasto meditando con los ojos cerrados, sin embargo ahora me encontraba con ella en el suelo.

–Querida, ¿Te sientes bien?

–Lo-lo siento, no te había visto.–Intentaba ponerme de pie.

–Percibo que estás distraída y alterada.–Me toma del antebrazo estirándolo hacia abajo.–Siéntate un rato y respira profundo.

–Es que tengo un torneo en dos horas y deb.–Me interrumpe poniendo su dedo en mis labios.

–Respira hondo conmigo y relaja tus músculos.–Me incorporo cruzando mis piernas, poniéndome enfrente de ella, posando mi cuerpo encima del mantel.

Respiro profundo y a los pocos segundos exhalo. Mireya me estaba guiando en la respiración, hacia este ejercicio con los ojos cerrados, después de unos minutos haciendo lo mismo, mi mente y cuerpo estaba relajado y sentía una calma dentro de mí.

–¿Cómo te fue en tu proyecto?

–Bien, aunque todavía no recibimos respuestas.

–Que viva la esperanza y la armonía.–Mireya estaba acomodando inciensos y guardando algunas piedras de colores.

–Bueno, tengo que.–Me interrumpe.

–Ya que estás aquí, ¿Quieres que te lea las cartas del Tarot?

–¿Eh?

La miro confundida, sabía que se dedicaba a este tipo de actividades, pero no sé, me da cosita estos temas.

–Vamos, tú y tus amigas son de las pocas personas que no me han pedido que les haga una lectura.

–Ahmm… no sé, no estoy familiarizada con estos temas.–Me rasco la cabeza.

Mireya empieza a barajear su maso.

–Solo serán unas cuantas cartas. Aprovecha que las energías y el canal están abiertos.

Bueno si no me queda de otra, acepto con la cabeza.

Observo como las cartas los acomoda en una forma semi circular.

–Puedes escoger cualquier carta que te llamen la atención, las que tú quieras, con confianza.–Sonrie con suavidad.

Me concentro y veo las cartas con curiosidad, tomo algunas cartas sin voltearlas y ella me observa con incertidumbre. Mireya quita las cortas que sobran y solo me pone enfrente las cartas escogidas volteándolas una por una, veía dibujos y símbolos que no entendía.

Voltea la primera carta.

–Esta es la carta del Dos de Copas. Habla de conexiones profundas y emociones que están floreciendo. Te sientes atraída por alguien, pero es posible que no te hayas permitido abrirte completamente. Hay algo que te retiene, tal vez el miedo al rechazo o la incertidumbre.

Si, creo que eso es lo que me está pasando, Dios esto es magia pura.

Solo observo la carta más no a Mireya me ponía nerviosa y que vea que le diera la razón, así que muestro indiferencia a la situación.

Voltea una segunda carta.

–Aquí está el Ocho de Espadas, que indica obstáculos. Esos bloqueos no son externos, sino internos. Son tus propios pensamientos los que te están limitando. Estás atrapada en tus dudas y eso no te permite avanzar con libertad en tus emociones. Si realmente quieres ver a dónde te llevan estos sentimientos, tendrás que aprender a soltar y confiar. Deja de analizar tanto y permítete sentir, sin barreras.

Enfoques cruzados:Romance en el campo de juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora