Capítulo 2: el Demonio de la Espada y el Rey de los Demonios.

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Notas: Y aquí va el esperado segundo capítulo. Como ya he dicho antes, no soy un buen escritor, hago todo lo que puedo para mantener las cosas interesantes y hacer que los personajes parezcan reales. Si he caracterizado mal a alguien, es totalmente culpa mía. Leer es cien veces más fácil y divertido que escribir.

Ha pasado un mes desde el primer capítulo y muchos de vosotros probablemente hayáis perdido la paciencia esperando este. Espero que su duración compense la larga espera.

Escúchame, ¿estás intentando encontrar un equilibrio entre publicar un capítulo decente y satisfactorio y estar ocupado con otras cosas fuera de Internet, y también intentar tomarte descansos para evitar el agotamiento, y además ser un escritor lento en general? Esa es una receta para el desastre, si alguna vez he escuchado una, y me he sentido insatisfecho con muchas de las cosas que escribí, a menudo sintiendo que debería haber escrito más, que escribí demasiado, que me concentré muy poco en una parte, que me concentré demasiado en otra, que olvidé esto, que olvidé aquello... es bastante frustrante, y la única solución que he encontrado para esto es simplemente escribir lo que quiero, sin preocuparme, simplemente escribir y listo. Si alguien tiene otras soluciones que no requieran que me vuelva loco intencionalmente mientras escribo, me encantaría escucharlas...

Además, si detectan algún error gramatical o algo extraño, háganmelo saber para que pueda corregirlo. El capítulo es muy largo y es posible que haya pasado por alto algunos de ellos.

Muchas gracias a todos los que comentaron, dejaron kudos, marcadores, etc. Realmente aumentaron mi confianza y me ayudaron a decidir seguir escribiendo este capítulo cada vez que sentí que no era bueno.

(Ver el final del capítulo para más notas.)

Texto del Capítulo
El silencio era todo lo que permeaba los oídos de aquellos a bordo del carruaje dragón. Después de derrotar al Arzobispo del Pecado de la Gula, Lye Batenkaitos, los retadores de las Dunas de Augria abandonaron su misión en lugar de una emergencia que necesitaba atención inmediata.

Habiendo enviado al Santo de la Espada por delante de ellos, el grupo dio la vuelta y viajó de regreso a la Mansión Karsten donde su amigo estaba cautivo.

Después de todo lo que había sucedido, ni siquiera estaban seguros de si merecían llamarlo amigo nunca más, todos en ese carruaje sentían algún tipo de culpa por la tragedia a la que empujaron a su amigo, especialmente...

Emilia 『 S, su.. baru...』

Emilia estaba completamente devastada. No era una exageración decir que, sin darse cuenta, traicionó a la única persona que nunca la juzgó por su apariencia o raza, la única persona que, a pesar de todo lo que representaba, permaneció continuamente a su lado, dándole una razón para crecer fuerte e independiente, prestándole una mano mientras superaba sus debilidades. En el Santuario, él fue quien le dio una razón para seguir adelante, para persistir, para conquistar las "Pruebas". Nadie más jamás se acercaría a amarla tan incondicionalmente como Subaru lo hacía, eso lo sabía muy bien y...

También sabía que había traicionado a la misma persona que esperaba llegar a amar algún día,

Lo llamó mentiroso en su cara y lo dejó pudrirse, fingiendo apartar la mirada de él mientras los Guardias pisoteaban a la pobre alma. Ella lo había visto en esas mazmorras antes, e incluso por alguien a quien consideraba un monstruo, incluso si no lo recordaba, Emilia sí recuerda haber sentido lástima por el supuesto Arzobispo en ese entonces.

Si tan solo lo recordara antes, si al menos hubiera actuado en base a su compasión, si tan solo...

Si tan solo no lo olvidara.

Re zero: Comenzando la vida como vasija del Rey en otro mundo desde cero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora