-Despierta cariño, son las tres de la tarde y aun no has hecho nada. Como siempre-dice mi madre abriéndome las persianas de par en par para iluminar mi habitación e intentar que yo no tenga más remedio que despertarme. Desgraciadamente, lo consigue.
-Aun es temprano, déjame un rato más, madre. Y cierra las persianas, me molestan-digo con un tono de irritación, aunque intentando mantener la calma para no faltarle el respeto. Sin embargo, no creo que pueda seguir reteniéndome. Digamos que no tengo un buen despertar y más cuando me he acostado a las 7 de la mañana después de una larga jornada en el ordenador dándolo todo en mis preciados juegos.
-¿Otra vez has estado hasta tarde perdiendo el tiempo en esa bazofia de ordenador? No se para que te lo compramos. Maldita sea, estás cambiando tu horario de sueño como te da la gana. ¿Es que piensas vivir siempre así, tirado en la cama o sentado en el ordenador?- y me empieza a dar la chapa. La muy pesada, se pone delante de mi visión y, con el ceño muy fruncido, espera mi respuesta. Odio, repito, ODIO, que me levante así. Cada mañana igual. ¿Es que no se cansa?
-Déjame en paz. Me voy a levantar, ¿contenta?-digo mientras me siento en el borde de la cama, en el lado contrario donde ella se encuentra, para poder ignorarla. La cabeza me duele y siento como si todo mi cuerpo hubiera sido arrollado por un trailer de infinitos kilos. Me crujo el cuello y mi habitación se llena de pequeños chasquidos que producen mis huesos- Y no, no me he acostado tarde-miento-Además, te recuerdo que me compré YO el ordenador con MI dinero- La corrijo algo enfadado. Le hago una seña con la mano para que me deje en paz y, afortunadamente, me da ese placer "mañanero". Cuando sale, cierra la puerta estridentemente.
Siento como los pasos de madre se van alejando, por fin. Los puedo oír porque sus pisadas son fuertes y resonantes. Está cabreada, como todas las mañanas de su vida. Otro aburrido día más en mi aburrida y monótona vida. Me levanto tarde, me pongo al ordenador hasta la cena, ceno y luego hasta que mi cuerpo aguante (que suelen ser bastantes horas), de nuevo en el ordenador. Tengo amigos, pero todos se han ido de vacaciones los muy cabrones y me han dejado aquí, solo. Y si, mi inaguantable hermana no cuenta, lo siento.
Resoplo enfurecido. Mi mandíbula ejerce presión sobre mis dientes y mi boca sabe a algo extraño, algo que no puedo definir. Estoy cansado de todo esto, de que mi vida sea tan triste que mi plan de verano sea quedarme en mi casa, sin tener contacto humano más que el de mi familia. "¡Imbécil" me insulto en mi mente. Siento como mis cejas están en tensión y como mi cabeza tiene ganas de estallar. ¿Qué sentido tiene mi vida? Soy tan mediocre, tan irrelevante para la sociedad. Solo soy un punto más de billones que hay repartidos por todo el planeta Tierra. Hundo mis huesudos dedos en mi denso pelo moreno y los aprieto desesperado. Mis ojos se cierran velozmente para buscar calma en mi interior. Trago saliva. Ya nada es un reto para mi.
En mi opinión, lo peor del día es levantarte, notar el puñetazo que te da la realidad en la cara y saber que al día siguiente vas a recibir otro igual o más fuerte.
Pierdo la noción del tiempo y no es hasta que un enorme ruido martillea mis sientes cuando me doy cuenta de que, después de abrir los ojos, estoy completamente a oscuras. Mi corazón bombea con fuerza mi sangre, asustado. Toda mi piel se llena de unos sudores fríos que hace que me pique toda la espalda y mi cabeza mareada me traiciona. ¿Es que madre no había abierto las persianas? Juro por lo que sea que si lo hizo.
-¿Tu no habías abierto las persianas?-grito asomándome por mi puerta al pasillo. Me apoyo en el marco, pues noto que mis piernas no van a ser capaces de aguantar mi peso. Necesito saber si aun no he perdido la cabeza, si aun sigo cuerdo en este mundo aburrido que lucha por que yo sucumba a la locura.
-¿Es que eres ciego? Claro que te las subí-responde ella, aun con su enfado muy patente en el tono de voz. Luego escucho susurros, pero no consigo descifrar lo que dicen.

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Encendiéndome (Erótico/Draco Malfoy)
FanficDani es un chico normal, con una vida completamente normal, monótona y sin sobre saltos. O eso creía él, hasta que un día le llega una carta un tanto extraña de un misterioso colegio llamado Hogwarts y llama a su puerta un hombre gigante. A partir d...