Venganza y Redención

Estrés que Cansa

Dante se queda mirando a las criaturas esqueléticas, preguntándo se qué hacen, no parecían hostiles por lo que se acercó a uno de ellos y le tocó el hombro, pero como siempre con la guardia alta.

Dante: Disculpe ¿Para que es la fila? -preguntó de manera educada-.

En el momento en el que tira la pregunta, el esqueleto se da la vuelta y baja un poco la mirada para mirarlo a los ojos, la criatura es un poco más alto que Dante, pero nada exagerado, en cuanto a su cuerpo, a pesar de ser un esqueleto, parece como si fuera musculoso.

Esqueleto: ¿Que mierda hace un humano vivo en el infierno? -preguntó seriamente pero con algo de impresión por la situación tan particular, la reacción fue lo suficientemente fuerte para que el resto de esqueletos dirigieran la mirada hacia atrás por la curiosidad -.

Dante: No se ofenda, pero eso es algo que no puedo decir, ahora ¿Puede responder a mi pregunta? -dijo manteniendo su tono educado-.

Esqueleto: Escucha, no deberías estar aquí en primer lugar, así que, voy a hacer que vuelvas del lugar donde viniste -dijo algo molesto mientras levantaba el puño para darle un golpe a nuestro protagonista-.

Cuando el esqueleto estaba listo para su ataque, dirigió su puño a la cara de Dante, pensando que con eso sería suficiente para hacer que recapacite, pero lo siguiente que sucedió fue algo muy inesperado. El golpe nunca llegó a su objetivo, esto porque el bicolor lo detuvo con la palma de la mano y lo mejor de todo, es que ahora él era el que dominaba la situación ejerciendo fuerza sobre su contrincante, quien se arrodilló por la presión con una cara de impresión, al igual que el resto de sus compañeros.

Dante: Escúchame con atención, no estoy de humor para esta mierda, así que vas a responder mi pregunta ¿Por qué están haciendo fila? -dijo con un tono aterrador, cosa que puso nervioso al esqueleto-.

Esqueleto: E-estamos haciendo fila pa-para pasar al segundo cí-cí-círculo -dijo entre cortado por los nervios que le provocaba la situación, nunca se imaginó que un humano tuviera tanta fuerza-.

Dante: ¿Segundo círculo? -preguntó algo extrañado-.

Esqueleto: S-si, el segundo círculo, el infierno se divide por 7 círculos, pero técnicamente hablando son 9, el Limbo, los círculos de los pecados capitales y el círculo Real, donde se encuentra la reina -dijo de manera apresurada por la situación de su brazo, que para ese punto ya comenzaba a agrietarse por la fuerza del humano-.

Dante: Mmm, necesito más información ¿Conoces a alguien que pueda ayudarme? -preguntó manteniendo su seriedad y su agarre-.

Esqueleto: S-si, ese ca-camino te llevará a una recepción donde se encuentra una demonio que da servicio al cliente, ella te pu-puede ayudar, aunque va a ser algo complicado, siempre está cansada y dice las cosas con pocas ganas -explicó al humano mientras apuntaba al camino ubicado a un costado del camino principal con su otra mano, el bicolor lo juzgaba con la mirada, pero al no notar alguna mentira, este lo termina solando-.

Dante: Bien, gracias por la información -dijo de manera seria para comenzar a caminar, pero se detiene en seco y giró la cabeza en dirección a los esqueletos, quienes lo miraban con algo de temor-.

Dante: Solo les dire una cosa, si se les ocurre meterse en mi camino, les voy a volar la cabeza ¿Entendieron? -preguntó con la mirada afilada mientras apoyaba su mano en la empuñadura de su pistola 9 milímetros, sólo para recibir una afirmación con la cabeza de parte de los seres esqueléticos-.

Con ese tema solucionado, Dante se dirige al camino que le indicaron, mientras caminaba, pensaba en todo lo que le pasó en las últimas horas, fallar en su venganza, casi suicidarse y conocer a una demonio que le dió la oportunidad de corregir su error otorgándole la posibilidad de ir al infierno, el averno, el tártaro, etcétera. Si, su vida realmente dió un giro de 180 grados, pero eso no lo va a detener, no cuando tiene que cumplir sus promesas, la que él mismo se otorgó hace 11 años y la que le dió a esa pobre demonio encarcelada en una oscuridad eterna.