Venganza y Redención

El comienzo

La vida es una experiencia única, llena de altibajos, similar a una montaña rusa. En ciertos momentos, podemos sentir que tocamos el cielo con la punta de los dedos, disfrutando de la paz y la tranquilidad. Sin embargo, todo lo que sube, debe bajar, y eso está bien. No siempre seremos felices a lo largo de nuestra existencia; enfrentaremos malos momentos de vez en cuando. Es algo que siempre nos recordarán.

Lo que no te dicen es, QUE LA BAJADA PUEDE LLEVARNOS A UN SUFRIMIENTO SIN IGUAL POR EL EGOÍSMOS HUMANO.

Pero nos estamos adelantando ¿Por qué no mejor vemos a nuestro protagonista?

En una casa normal, ni muy grande ni muy pequeña, se encuentra un chico de 16 años tirado en la cama mientras dormía. Tiene una apariencia común, con el pelo largo que le llega por debajo de los hombros, de color castaño oscuro desde la raíz, pero con puntas que terminan en un hermoso color rubio un poco oscuro, complementándolo de manera perfecta. Mide 1.68 y tiene un físico no muy destacable; es de complexión grande, sin sobrepeso, pero sin músculos muy marcados y piel blanca. Lo que más destaca de su apariencia son sus ojos, unos ojos color ámbar que resaltan cada parte de su cara delgada.

???: Mmmmm -murmuraba con placer por tan cálido sueño, hasta que-.

Peep, peep, peeeeeep -el sonido de una alarma constante penetró en los oídos del muchacho como taladros-.

???: ¿Uh? ¡Ahg! Y yo que estaba tan tranquilo... ¿Qué hora es? -exclamó con molestia por la interrupción de su sueño mientra revisaba la hora-.

???: 6:30, bueno, uno siempre tiene que despertar tarde o temprano ¿No? Ahhh, este va a ser un día largo -afirma mientras se levanta para comenzar con su rutina-

Mientras se vestía, pudo escuchar unos pasos que se dirigen a su habitación, se preguntaba quién era, pero su duda se resolvió al ver un hombre de 1.74, pelo corto con muchas canas, una barba algo abundante con los mismos colores, ojos color marrones y un cuerpo bastante grande.

???2: Dante, que bueno que estás despierto, el café ya está molido.

Dante: Gracias viejito -dijo con un tono cariñoso-.

???2: No soy tan viejo guacho.

Dante: Papá, ya tenés 50 años, pero hey, aún puedes correr sin romperte la cadera -dijo con un pequeño tono burlón-.

???2: Eres un caradu...-estaba por insultar, pero una voz femenina lo interrumpió-

???3: ¡Connor, cariño! ¿Podrías venir un momento?

Connor: ¡Ahí voy Amelia! -grito para luego mirar a Dante- Te salvaste por la campana, cuando termines, desayuna y luego ve a la escuela.

Dante: Como digas papá, te quiero.

Connor: Yo también.

Con eso resuelto, Connor se fue mientras Dante terminaba de vestirse. Finalmente, se decidió por ponerse un pantalón cargo negro, unas zapatillas deportivas del mismo color, una remera gris lisa, un buzo blanco y see ató el pelo en un medio rodete. Al terminar, fue a la cocina para preparar el desayuno. Al llegar, se encontró con su padre hablando con su madre sobre unas cuentas que tenían que pagar. Ella era una mujer de pelo largo castaño oscuro que le llegaba hasta la mitad de la espalda, medía 1.65 metros, tenía la piel blanca y unos ojos ámbar como los de Dante.

El chico sin darle importancia a la situación se dispone a cumplir su objetivo original, va directo a la cafetera, pone una cápsula y presiona el botón para que se prepare ese elixir marrón, hasta que ciente como le tironean levemente la remera, era una niña pequeña, mide 1.49, algo normal para alguien de 11 años, tiene pelo negro largo, con unos ojos marrones como su padre y la piel blanca como su madre.