𝐒𝐄𝐈𝐒

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era un sábado por la tarde cuando el cielo, sobre Scaramouche, se pintó de grises, sus ojos a través de la ventanilla de la cafetería observaban las muchas gotas que caían, la delicadeza de estas y el ruido suave de su caída lograban calmar cualqu...

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era un sábado por la tarde cuando el cielo, sobre Scaramouche, se pintó de grises, sus ojos a través de la ventanilla de la cafetería observaban las muchas gotas que caían, la delicadeza de estas y el ruido suave de su caída lograban calmar cualquier tipo de ansiedad que recorriera por las venas del pequeño.

se dedicó a realizar sus deberes solo parando para tomar su café, no queriendo que aquella gente se entrometieran en sus pensamientos. ¿estaba triste? mucho, ¿estaba enojado? sí, también se sentía culpable y sentía que tal vez había sido duro, tanto con sus amigos como con Kazuha, pero a la vez no lograba comprender a ninguno de ellos, por lo que se permitía sentirse de esta manera.

cuando comenzó con su tarea de filosofía su cabeza dolió, sabía que no había respuestas incorrectas y que podría escribir cualquier cosa con un vocabulario técnico y sería aprobado pero ni siquiera tenía ganas de pensar un poco. lo dejó de lado y se dedicó a degustar el pastelito que tanto le gustaba.

sin querer su mente viajó a la conversación que tuvo hace unos días con Sara, su hermana mayor. siendo seria no era su fuerte pero daba buenos consejos cuando quería.

‘no pienses que para Kazuha no es difícil también. tus sentimientos son válidos y estoy de acuerdo contigo, pero debes escucharlo.’

pensándolo con una mirada más serena y sin los sentimientos revueltos de aquel momento, podía entender a Kazuha.

siempre lo hizo, en cada situación en que sus personalidades chocaron lo hizo.

para explicarlo mejor podría decirse que son como el fuego y el hielo. Kazuha siempre actúa por instinto, en su cuerpo el corazón siempre manda, si un día se despierta y piensa “quiero ir a escalar una montaña” se alistará e irá sin pensarlo dos veces; en cambio, Scaramouche piensa demasiado, nunca dejaba a sus sentimientos tomar las riendas, él tenía que pensarlo no una no dos sino muchas veces antes de llevar algo a cabo.

eso fue lo que formó la dinámica de su relación, Kazuha tendría el deseo de hacer algo bastante cuestionable y Scaramouche le haria darse cuenta si tal vez era mala idea, o en un sábado aburrido el mayor daría ideas de que actividades podrían realizar y no dejaría de ninguna manera que Scaramouche lo pensara demasiado para llevarlo a divertirse.

si pensaba que seguramente Kazuha no lo pensó dos veces antes de decidir mudarse a nueva york y de paso llevarse a Scaramouche con él no le sonaba tan raro. aún así, había tanto que pensar, pero claro, Kazuha no funciona así, su forma de vida se regia por los impulsos, Scaramouche es el que debía encargarse de ello.

‘aun si yo aceptara, tenemos poco más de un año juntos, ¿no es muy rápido?’ le preguntó a su hermana.

‘Kazuha te ama, Scaramouche, y aunque diga que es un idiota en realidad es inteligente y responsable, no creo que no haya pensado en ti y en lo que tú quisieras, pero estoy segura que él lo desea muchísimo. esta vez quizá y debas ser tu el que cambie su mecanismo y dejes de pensarlo tanto.’

aunque su mayor miedo era negarse, no ir a estados unidos con Kazuha, ¿qué pasaría entonces? ¿deberían solo terminar todo?

se asustó cuando vió una llamada entrante de quién tanto se paseaba en su cabeza, como si lo supiera, y contestó con nervios.

se asustó cuando vió una llamada entrante de quién tanto se paseaba en su cabeza, como si lo supiera, y contestó con nervios.

— hola, Kazuha.

— príncipe... — escuchar su voz después de dos semanas le devolvió la paz que le faltaba. — ¿cómo estás? supongo que es temprano allí.

— pues, bien, estoy estudiando, pronto comenzaré los exámenes y estoy algo nervioso.

— lo harás bien. — por unos segundos ninguno de los dos supo que más decir, pero Scaramouche sabía que Kazuha tiene algo para decir, lo conocía muy bien, por lo que lo esperó. — lamento no haberte llamado antes.

— está bien, estabas ocupado.

nunca había sido un problema.

— Kazuha...

— no, soy un idiota. — se escucharon suspiros. — perdón si te hice sentir mal, sé que tendría que haberlo hablado contigo, me di cuenta que fui muy egoísta en no pensar en lo que tú sientes.

— fuiste un idiota, estoy de acuerdo. pero Kazuha... ya no importa, ¿bien? solo ya no quiero que estemos así.

— yo tampoco. — Scaramouche pudo sentir una leve sonrisa formarse en su propio rostro pero se transformó rápidamente en una de preocupación cuando escuchó lo que parecía ser un sorbo de nariz.

— ¿Kazuha...? — su corazón se sintió morir cuando escuchó el llanto de su novio. — Kazu... Kazuha, ¿por qué lloras, amor? está bien, por favor, no llores.

durante unos minutos se mantuvo solo repitiendo un “está bien” y varios “te amo” esperando a que Kazuha se calmara.

— vas a hacerme llorar y estoy en público. — dijo y escuchó una risita del otro lado de la línea. — ¿qué es lo que pasa?

— perdón, yo... no sé si te lo he dicho, Scara, pero estar sin ti ha sido más difícil de lo que piensas, sé que estoy aquí porque así lo quise y así lo quiero, pero sería muy feliz si pudieras estar aquí conmigo. — Scaramouche sonrió triste, con ternura y entendimiento. — pero sé que solo estaría pensando en mi mismo si eso fuera así.

— pero te comprendo, Kazuha, sé que estas haciendo cosas nuevas y es difícil, que pienses de esa manera... yo lo comprendo, porque yo también deseo cada día que estés aquí y eso igual sería solo pensar en mi.

— ... estoy jodido. — sonrió seguido de escuchar la risa aguda de Scaramouche.

— lo estamos.

— lo estamos

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 ๋࣭ ⭑ຕɩ ᥒoʋɩo ᥱ᥉ ɾᥱᥲꙆ  ୨ৎ  𝗸𝗮𝘇𝘂𝘀𝗰𝗮𝗿𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora